Posted on 16 marzo, 2012 by Jenaro Villamil Jenaro Villamil
En la casa del jabonero que son las redes sociales, resbalan los políticos que confían en el carisma de las expresiones como “joto”, “monstruo”, “viejerío”, “prole” y otras muestras de compulsión discriminadora y chabacanería fallida.
Ahora le tocó el turno al diutado federal priista Francisco Moreno Merino. Se quiso hacer al chistoso el martes 13 cuando soltó la frase: “no hay mujer bonita que no sea meretriz”.
La frase cayó del cielo para las legisladoras del PAN que tomaron la tribuna, en plena campaña para impugnar por misógino al legislador priista. En las redes sociales, lo menos que le dijeron fue misógino.
Y este viernes el CEN del PRI no aceptó las disculpas del morelense. Le quitó su candidatura al Senado para el 2012 por sus declaraciones “ofensivas a la dignidad de la mujer”.
El tricolor reiteró que “no tolerará actitudes ofensivas ni discriminatorias en contra de ningún segmento de la sociedad mexicana”.
Se agradece la corrección política y la sanción del PRI, pero en la sociedad no existen “segmentos” sino comunidades, géneros, preferencias, identidades y, por supuesto, activistas.
Hasta ahora, la candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, quien tuvo la inspiración de comparar en su tesis de licenciatura a la UNAM con un “monstruo” y que sus estudiantes “lamentablemente no tiene ningún interés en su preparación profesional”, no ha corregido su evidente UNAMfobia.
Quizá no lo haga. Ya encontró un responsable: “la guerra sucia en las redes sociales”.
Pero si el Estadio Azul se le vació, mejor que ni se le ocurra algún acto ya no digamos en el Estado CU sino en la explanada de la Facultad de Autosuperación Personal.
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