2012-02-21 • Impreso
Un chofer que gana más que un profesionista; mayordomo con sueldo de 58 mil pesos o mucama con ingreso de 27 mil pesos son ejemplos de los altos sueldos en la representación diplomática mexicana en Europa.
Sandra Fuentes-Berain, embajadora de México en Bélgica. |
La embajada de México en Bélgica, encabezada por Sandra Fuentes-Berain Villenave, se mueve con estilo: contrató a un chofer al que paga incluso más de lo que ganan ejecutivos, médicos o profesionistas. Sin embargo, la SRE se dice atada de manos para bajar sueldos.
Por echar gasolina, revisar las llantas y llevar y traer a la embajadora, el gobierno mexicano paga a un ciudadano belga mensualmente 3 mil 647 euros —equivalentes anualmente a 732 mil pesos—, una cifra que supera los salarios de conductores en prácticamente toda la Unión Europea y que no tiene comparación en México. Sus condiciones también son envidiables: su contrato establece que no se le puede reducir el sueldo y que su contratación es por tiempo indefinido.
No sólo eso. Al menos hasta 2010, la representación del gobierno mexicano en Bruselas mantenía en su nómina lujos como una mucama a la que pagaba mil 646 euros o 27 mil pesos; a un cocinero de planta, cuyo salario ascendía a los 3 mil 315 euros o 55 mil pesos; a tres mensajeros que ganaban entre mil 337 euros y 3 mil 819 euros o 22 mil y 64 mil pesos; “a un mayordomo” al que pagaba 3 mil 490 euros o 58 mil pesos y a cuatro secretarias con salarios base de entre 2 mil 812 y 3 mil 839 euros, o unos 47 mil y 64 mil pesos, respectivamente.
En conjunto, son gastos que anualmente ascienden o ascendían, sin contar aguinaldos y bonos, a unos 5 millones de pesos. Pero el costo puede ser incluso superior. Por ley, en Bélgica se debe pagar a todo trabajador un aguinaldo veraniego de 85 por ciento del salario de un mes, además del bono de fin de año.
Esos son algunos de los descubrimientos hechos por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que en su Informe de la Cuenta Pública 2010 llamó la atención a la Secretaría de Relaciones Exteriores por los gastos excesivos de su representación diplomática ante el reino de Bélgica y Luxemburgo, una sede que también lleva las relaciones con la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, y que es considerada parte de la “Ruta Revlon”, integrada por las embajadas más codiciadas por los integrantes del Servicio Exterior Mexicano dados los lujos que conllevan.
Al respecto, la Secretaría de Relaciones Exteriores comunicó a la ASF estar básicamente atada de manos: no puede reducir los sobresueldos de los trabajadores en cuestión, debido a que esa medida iría en contra de la ley belga, por lo que sugirió ajustar el sueldo de su personal de aseo, jardinería, mantenimiento, cocina y mayordomía... hasta que las plazas queden vacantes por la renuncia o baja de quienes las ocupan.
“Cualquier nuevo contrato podría ajustarse, pero no los vigentes, ya que estos son indefinidos”, argumentó la cancillería.
En su informe, la Auditoría advirtió: “Se observó que el sueldo promedio de las recamareras, recepcionistas y traductores de la Embamex Bélgica se encuentra acorde con el sueldo percibido por el mismo personal en el resto de la Unión Europea, mientras que el personal de aseo, de jardinería, de mantenimiento, de cocina y de mayordomía de la Embamex Bélgica percibe sueldos por más del doble que el personal con las mismas funciones en el resto de la UE”.
Como parte del informe de la Cuenta Pública, presentado la semana pasada, la ASF analizó las finanzas de la embajada y comparó sus gastos con otras representaciones diplomáticas mexicanas en la Unión Europea para determinar si los salarios percibidos por sus empleados se ajustan a la realidad. La respuesa a ese ejercicio fue contundente: no.
Pese a que el costo de la vida en Bélgica es uno de los más elevados en Europa —Bruselas es una de las ciudades más caras del planeta, según distintos rankings—, se descubrió que el salario del cocinero, por ejemplo, es 114 por ciento superior al de sus similares en otros países de la UE. Los supersalarios, pagados con recursos públicos, llevan a que uno de los mensajeros gane 52.5 por ciento más que sus pares y que el mayordomo esté sobrepagado 117 por ciento.
También, la mucama tiene un salario 41 por ciento superior y la secretaria gana 49 por ciento más que el resto de sus compañeras en las embajadas de México en Alemania, Austria, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos, y Portugal, así como los consulados en Barcelona y Frankfurt.
El chofer, empero, es el mejor pagado de todos. El sueldo mínimo para esta labor en la Unión Europea es de 990 euros mensuales, pero en la embajada mexicana, el encargado de transporte, cuya plaza aparece en documentos oficiales como “chofer y servicios generales”, se embolsa casi tres veces esa cantidad.
“Se observó que los sueldos del personal local de la Embamex Bélgica, en comparación con los del personal local de otros países europeos son elevados, por lo que no se observan las sanas prácticas gubernamentales en el uso de los recursos públicos; procuración de una mejora regulatoria continua, y realización de las tareas públicas con eficacia, eficiencia y economía”, sentenció la ASF.
Dentro de su investigación en la embajada en Bélgica, la Auditoría descubrió también que seis empleados locales fueron despedidos por no estar lo suficientemente comprometidos con los objetivos del gobierno mexicano; no se detalla cuáles fueron las razones para rescindirles los contratos.
Víctor Hugo Michel
Por echar gasolina, revisar las llantas y llevar y traer a la embajadora, el gobierno mexicano paga a un ciudadano belga mensualmente 3 mil 647 euros —equivalentes anualmente a 732 mil pesos—, una cifra que supera los salarios de conductores en prácticamente toda la Unión Europea y que no tiene comparación en México. Sus condiciones también son envidiables: su contrato establece que no se le puede reducir el sueldo y que su contratación es por tiempo indefinido.
No sólo eso. Al menos hasta 2010, la representación del gobierno mexicano en Bruselas mantenía en su nómina lujos como una mucama a la que pagaba mil 646 euros o 27 mil pesos; a un cocinero de planta, cuyo salario ascendía a los 3 mil 315 euros o 55 mil pesos; a tres mensajeros que ganaban entre mil 337 euros y 3 mil 819 euros o 22 mil y 64 mil pesos; “a un mayordomo” al que pagaba 3 mil 490 euros o 58 mil pesos y a cuatro secretarias con salarios base de entre 2 mil 812 y 3 mil 839 euros, o unos 47 mil y 64 mil pesos, respectivamente.
En conjunto, son gastos que anualmente ascienden o ascendían, sin contar aguinaldos y bonos, a unos 5 millones de pesos. Pero el costo puede ser incluso superior. Por ley, en Bélgica se debe pagar a todo trabajador un aguinaldo veraniego de 85 por ciento del salario de un mes, además del bono de fin de año.
Esos son algunos de los descubrimientos hechos por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que en su Informe de la Cuenta Pública 2010 llamó la atención a la Secretaría de Relaciones Exteriores por los gastos excesivos de su representación diplomática ante el reino de Bélgica y Luxemburgo, una sede que también lleva las relaciones con la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, y que es considerada parte de la “Ruta Revlon”, integrada por las embajadas más codiciadas por los integrantes del Servicio Exterior Mexicano dados los lujos que conllevan.
Al respecto, la Secretaría de Relaciones Exteriores comunicó a la ASF estar básicamente atada de manos: no puede reducir los sobresueldos de los trabajadores en cuestión, debido a que esa medida iría en contra de la ley belga, por lo que sugirió ajustar el sueldo de su personal de aseo, jardinería, mantenimiento, cocina y mayordomía... hasta que las plazas queden vacantes por la renuncia o baja de quienes las ocupan.
“Cualquier nuevo contrato podría ajustarse, pero no los vigentes, ya que estos son indefinidos”, argumentó la cancillería.
En su informe, la Auditoría advirtió: “Se observó que el sueldo promedio de las recamareras, recepcionistas y traductores de la Embamex Bélgica se encuentra acorde con el sueldo percibido por el mismo personal en el resto de la Unión Europea, mientras que el personal de aseo, de jardinería, de mantenimiento, de cocina y de mayordomía de la Embamex Bélgica percibe sueldos por más del doble que el personal con las mismas funciones en el resto de la UE”.
Como parte del informe de la Cuenta Pública, presentado la semana pasada, la ASF analizó las finanzas de la embajada y comparó sus gastos con otras representaciones diplomáticas mexicanas en la Unión Europea para determinar si los salarios percibidos por sus empleados se ajustan a la realidad. La respuesa a ese ejercicio fue contundente: no.
Pese a que el costo de la vida en Bélgica es uno de los más elevados en Europa —Bruselas es una de las ciudades más caras del planeta, según distintos rankings—, se descubrió que el salario del cocinero, por ejemplo, es 114 por ciento superior al de sus similares en otros países de la UE. Los supersalarios, pagados con recursos públicos, llevan a que uno de los mensajeros gane 52.5 por ciento más que sus pares y que el mayordomo esté sobrepagado 117 por ciento.
También, la mucama tiene un salario 41 por ciento superior y la secretaria gana 49 por ciento más que el resto de sus compañeras en las embajadas de México en Alemania, Austria, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos, y Portugal, así como los consulados en Barcelona y Frankfurt.
El chofer, empero, es el mejor pagado de todos. El sueldo mínimo para esta labor en la Unión Europea es de 990 euros mensuales, pero en la embajada mexicana, el encargado de transporte, cuya plaza aparece en documentos oficiales como “chofer y servicios generales”, se embolsa casi tres veces esa cantidad.
“Se observó que los sueldos del personal local de la Embamex Bélgica, en comparación con los del personal local de otros países europeos son elevados, por lo que no se observan las sanas prácticas gubernamentales en el uso de los recursos públicos; procuración de una mejora regulatoria continua, y realización de las tareas públicas con eficacia, eficiencia y economía”, sentenció la ASF.
Dentro de su investigación en la embajada en Bélgica, la Auditoría descubrió también que seis empleados locales fueron despedidos por no estar lo suficientemente comprometidos con los objetivos del gobierno mexicano; no se detalla cuáles fueron las razones para rescindirles los contratos.
Víctor Hugo Michel
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