martes, 24 de enero de 2012
¿Qué nos tienes que decir Enrique? ... Por: Mar Morales
Cuando hablamos de mentes huecas, al primero que debemos levantarle la mano es al pintoresco aspirante presidencial por el PRI, Enrique Peña Nieto.
Situado desde hace meses en escándalos a través de las redes sociales, el ex gobernador mexiquense no se quita del ojo del huracán. De él ya sabemos que no lee, que no se sabe el precio de la tortilla y que “no es la señora de la casa”. También nos enteramos que ha sido un hombre infiel y que una mujer, que dice ser madre de uno de sus hijos, asegura que don Enrique no atiende a su vástago.
Pero en su pasarela por los medios no le hemos escuchado decir nada que nos interese o afecte como país. Mucho menos algo que mueva la conciencia del electorado. Las trivialidades que salen de la boca de Peña Nieto son propias de un “niño espectáculo”, nunca de un político. Lo grave es que en una sociedad teleidiotizada la imagen de un hombre que lo han hecho creer “galán”, “macho” , irresponsable y bastante tonto, digno protagonista de cualquier revista de chismes, hace voltear las miradas de un sector de la población que puede caer en la trampa del “show businnes” y darle su voto por el simple hecho de ser “más conocido”.
Algo similar pasó con el ranchero Vicente Fox, a quienes muchas mujeres les escuché decir que le darían su voto “por ser güero” y “estar bien guapo”. Como si la carrera hacia la presidencia fuera un concurso de belleza y nosotras, las mujeres, sólo estuviéramos pensando en tener como gobernante a quien no da propuestas de ningún tipo pero sí está “chulo de bonito” . Banalidad al extremo.
Si pusiéramos a Peña Nieto frente a un público de gente politizada, culta y consciente, y lo sometiéramos a una serie de preguntas fuertes, de soluciones reales y urgentes a la problemática que vive el país, juro que este hombre se echa a correr. La “carta fuerte del priismo”, este títere que hemos visto inflarse y desinflarse ante la opinión pública, no es más que una figura creada por la mercadotecnia que, seguro, de hacer realidad su sueño y verse sentado en la silla presidencial, nos llevará aún más al desastre.
Como mujer particularmente me indigna pensar que nos toman como retrasadas mentales y que le daremos el voto a un hombre así. El rumbo de un país no se define en chismes de café. Debemos preguntarnos en manos de quién pondremos la educación de nuestros hijos, su seguridad, su derecho a una vida digna. En su paso por el Estado de México Peña Nieto dejó varias cuentas pendientes: alto índice de feminicidios, el terrible caso de la niña Paulette, la represión en Acteal, sólo por citar algunos. No me imagino a México en manos de un hombre así. Ojalá la próxima vez que lo veamos en algún medio impreso o electrónico, y se le pregunte ¿qué nos tienes que decir Enrique? deje de hablar de su vida privada, que a la mayoría nos importa un carajo y se ponga a hablar de cosas trascendentales para el rumbo del país. ¿Será mucho pedir?
@Mar_Morales_
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