Escrito por Jenaro Villamil el 30 enero 2012 a las 7:50 pm en
No da una el gobernador de Veracruz. No le basta ser, contradictoriamente, un persecutor de usuarios de Twitter y él mismo un twittero constante para dar las “versiones oficiales” de sucesos polémicos en su estado. Tampoco le ha bastado que su imagen y sus palabras como admirador del ex dictador español Francisco Franco circulen en Youtube. Ahora tiene que explicar para qué eran los 25 millones de pesos en efectivo que mandó a través de un avión oficial detenido en Toluca.
La información que aparece en la primera plana de Reforma generó un escándalo mediático inmediato:
“Reitenen a Duarte 25 mdp en Efectivo”, destaca la nota firmada por la redacción del periódico.
Según esta información, la PGR detuvo a dos colaboradores de Javier Duarte (Miguel Morales y Said Zepeda) la noche del viernes 27 de enero, cuando aterrizó un avión oficial en el aeropuerto de Toluca, con matrícula XC-CTL. La aeronave llevaba dos maletas, una roja y una negra, en las que se hallaron 25 millones de pesos en efectivo.
Miguel Morales Robles, el sujeto que transportaba el dinero, mostró un oficio firmado al parecer por el subdirector de Operación Financiera de la Tesorería del Estado, que acredita el origen público de esos 25 millones de pesos en efectivo. Dijo desconocer cuál era el destino de estos poco más de 2 millones de dólares.
La oficina del gobernador Duarte, afirmó que estos recursos eran para pagarle una empresa, con sede en el Distrito Federal, que participará en la feria de la Candelaria, en el Carnaval de Veracruz y en la cumbre Tajín. La empresa es Industria 3 S.A de C.V., que supuestamente realizó “servicios culturales”.
A la PGR no le presentaron contrato alguno que acreditara tales servicios y mucho menos una justificación creíble de por qué Morales Robles viajaba con dos maletines llenas de dinero en efectivo (cuando este tipo de pagos se realizan vía transferencia electrónica o a través de cheques oficiales) y por qué el avión aterrizó en Toluca y no en el Distrito Federal, si la empresa estaba radicada en la capital de la República.
Las Reacciones en Twitter
Las reacciones en redes sociales, especialmente en Twitter, no se hicieron esperar. Duarte parece cosechar en esta red social la animadversión que sembró al penalizar los mensajes que fueran considerados “rumores” o que “generan pánico”.
Pronto surgió el hashtag #Los25MillonesEranPara con las más hilarantes versiones: “para comprar tamales” (bien es sabido que al robusto gobernador le dicen de esta manera entre los jarochos), “para alimentar a Cartens” (otro robusto funcionario, el mismo que pronosticó que la crisis económica global sería un “catarrito” para México), “para comprar cuentas favorables a Javier Duarte en Twitter”, “para que El Copetes se presente en Veracruz” y otro más popular “#eran para Peña”.
También se dieron especulaciones: “para pagarle derecho de piso a la última letra del abecedario”, “para las campañas del PRI”, “para su ex jefe”, etc.
Renuncias sin Transparencia.
En medio del escándalo, Duarte ordenó la renuncia de su tesorero estatal Vicente Benítez González y le pidió a la PGR que le devolviera el dinero. A su vez, el ministerio público federal afirmó que no entregaría el efectivo hasta que quede plenamente acreditado su destino.
En un boletín de prensa, el secretario de Finanzas, Tomás Ruiz González dijo que los 25 millones de pesos “están plenamente acreditados” y que eran para la feria de la Candelaria, que tendrá 8 millones de pesos, para el Carnaval, donde se destinarán 45 millones de pesos en total y para el festival del Tajín, donde se invertirán 40 millones de pesos.
Es decir, el gobierno de Javier Duarte planea gastar casi 100 millones de pesos en festividades y no existe transparencia ni rendición de cuentas sobre estos recursos.
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