lunes, 23 de enero de 2012

Barrales, en arreglos Julio Hernández López


Astillero
Marchantes en regateo
Quique le incumple a Elba
Felipe amaga a Fox
Barrales, en arreglos
Julio Hernández López
Foto
FIASCO. Momento captado ayer tras la conferencia de prensa de los dirigentes del Nueva Alianza, Luis Castro (de anteojos), y la secretaria general de ese partido, Mónica Arriola Gordillo, encuentro en que anunciaron el rompimiento de la alianza electoral con el PRI. Los flanquean Constantino González, Roberto Pérez y Evelia Sandoval, funcionarios del PanalFoto Marco Peláez
N
o fue un acto de purificación, sino de contrariedades mercantiles. La marchanta Gordillo se molestó porque el vendedor de ilusiones no pudo cumplirle lo convenido: senadurías para la hija Arriola y el yerno González. Una en Chiapas y otro en Sinaloa. Ganas de seguir adelante con el trato sí tenía el encopetado que había impulsado las alianzas envenenadas con el Panal y con los Verdes que lucran con el ecologismo, pero a la hora de la verdad pesaron más los riesgos de ruptura con priístas de base y de élite, que amenazaban con rebeliones regionales, que los hipotéticos beneficios de un mapachismo que, en todo caso, el propio peñanietismo tiene en abundancia. Pierde la profesora, cede (es decir, también pierde) el propio EPN, y ganan los grupos como el beltronista, que lograron impedir uno más de los actos de cesarismo precoz del P3 (precandidato presidencial priísta) que va hilando yerros uno tras otro.
Se va el Panal del regazo tricolor, aunque el perspicaz López Obrador considera que no es sino una simulación hecha para que los puntos negativos de la profesora no afecten a Peña Nieto, pero se mantiene la alianza con los verdes. En Chiapas se sostiene el proyecto de instalar al senador ecologista Manuel Velasco (sobrino político de Manuel Camacho por la vía de su primera esposa) y en Quintana Roo se presenta al mero Niño Verde, Jorge Emilio González, poseedor de un muy bien labrado historial de escándalos relacionados con la corrupción y el juniorismo, como aspirante a senador. En el Distrito Federal, según los señalamientos hechos por la directiva formal del Panal, todo está listo para que Pablo Escudero, actual diputado federal y yerno de Manlio Fabio Beltrones, sea postulado como candidato al Senado, en una maniobra que confirmaría arreglos de cúpula para convertir en ganancias familiares los presuntos enojos o discordancias del máximo senador sonorense con la postulación presidencial de Peña Nieto.
Profesora en subasta cuando está por cerrar la puja, ya casi sin oportunidad de revires y con un solo cliente posible, el desamparado Neto Corderín que de inmediato levanta la mano para ver si puede hacerse de los servicios de la especialista en obtener importantes cargos de gobierno e impunidad plena a cambio de presuntas magias que hacen aparecer votos de la nada. El mánager de Corderín, dueño de los continuamente derrotados Gimnasios Calderón, a pesar de los muchos enojos que le ha hecho pasar la electoralmente coqueta Elba Esther, se apresta a analizar la posibilidad de celebrar nuevas bodas de lodo, si así lograra hacer que reflote la canoa de su ex secretario de Hacienda. Como si nada, el segmento felipista del PAN se acomoda a la posibilidad de una reconciliación con el Panal, dejando el asunto en manos de su presunto presidente de comité nacional, el escenográfico Gustavo Madero que simplemente ejecuta las órdenes que recibe del mando pinolero: ¡Regresa, Elba Esther, todo perdonado!
El desmemoriado Quique ha logrado sacar adelante, ya sin el lastre de las candidaturas concedidas originalmente al Panal, las propuestas para senadores. En la gran mayoría de las entidades fue impuesta una línea férrea de inhibición de discordancias internas: planillas únicas, salvo lugares como Puebla, Oaxaca y el Distrito Federal. La línea central hizo todo lo posible por desinflar a los aspirantes a competir, para que así quedaran sin mayor trámite los seleccionados por el Dedo con Copete: todo aquel que se opusiera a las designaciones provenientes del mando mexiquense serían tratados como adversarios internos a los que se aplicarían rigores ejemplares. En varias de las candidaturas dadas a conocer hasta ahora asoma el perfil de ex gobernadores que poseen expedientes sombríos, y en otros casos es evidente la constitución de una propuesta senatorial amarrada a intereses que nada tienen que ver con cambio y honestidad.
Como en casa también se manejaba Josefina Vázquez Mota a la hora de celebrar en el Campo Marte sus 51 años de vida. Gran fiesta sin que hasta ahora se haya dado transparencia a los gastos hechos en ese virtual acto de campaña. En Twitter circularon versiones de que la reunión había sido pagada por Cementos Mexicanos y por Comex. Otro panista vivía situaciones inmobiliarias diferentes, Chente sufría el amago calderonista en forma de cateo de la PGR a las enriquecidas propiedades guanajuatenses. Lengua larga a pesar de tener la cola del mismo tamaño, el esposo de la señora Marta ha querido influir en el proceso interno panista, impulsando a Santiago Creel y criticando al tortuguesco delfín Cordero e incluso apoyando a su rival en términos culturales, Quique PN. Pero el sombrío jefe de la campaña corderista ha decidido mandarle un calambre policiaco al hasta ahora impune ex presidente, aunque la siempre asistencial Martita se ha apresurado a decir que no es tal sino una diligencia sin mayores implicaciones.
En mera finta habrá de quedar el episodio de Alejandra Barrales, según han adelantado algunos miembros de su equipo de trabajo. La ausencia de la ex dirigente de sobrecargos en la ceremonia de unción de Miguel Ángel Mancera como virtual candidato de las izquierdas en el Distrito Federal, y el paréntesis que ella impuso al reconocimiento del triunfo del ex procurador capitalino de justicia, serán debidamente procesados para que acaben convirtiéndose en una candidatura legislativa para Mancera o en la secretaría general del eventual gobierno mancerista, con oportunidad de acomodar a sus propios cuadros y los de sus aliados recientes, los Chuchos siempre gananciosos. Ya se verá en qué acaba la telenovela chilanga, pues esta semana comparecerá ante los medios la esquiva Barrales para informar cuál decisión tomó.
Y, mientras la cúpula de la Iglesia católica pide tregua al narco durante la visita de Benedicto XVI, ¡hasta mañana, con Human Rights Watch señalando que los esfuerzos de FCH contra el narcocondujeron a un significativo aumento en muertes, torturas y otros abusos de fuerzas de seguridad!
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