Ese es el único camino que nos llevará a la paz, advierte el obispo Raúl Vera durante una misa
Ni Calderón ni Sabines quieren hacer justicia por la masacre en Acteal, señala Las Abejas
Después de 14 años de los 49 asesinatos no se ha castigado a ningún autor intelectual ni material
Integrantes de la organización civil Las Abejas marchan hacia Acteal para conmemorar 14 años de la matanza de 49 indígenas a manos de paramilitares, perpetrada el 22 de diciembre de 1997Foto Moysés Zúñiga Santiago
Hermann Bellinghausen
Enviado
Periódico La Jornada
Viernes 23 de diciembre de 2011, p. 11
Acteal, Chis., 22 de diciembre. Al conmemorarse la masacre ocurrida en este paraje de las serranías de Chenalhó un día como hoy hace 14 años, el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, sostuvo que defender la justicia es el único camino que nos puede llevar a la paz. Recordó que en esos años, mientras el presidente Ernesto Zedillo tendía una mano a los insurrectos zapatistas con los diálogos de San Andrés, con la otra organizaba muerte y destrucción para las comunidades indígenas de Chiapas.
A su vez, la organización Sociedad Civil Las Abejas, a la que pertenecían las víctimas, declaró en su mensaje durante la concurrida ceremonia civil y religiosa que los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Juan Sabines Guerrero no han hecho justicia, más que burlarse de nuestra organización y lucha. Ellos para nada quieren la justicia, la paz, la libertad, y continúan con las políticas de los gobiernos anteriores, y todavía peor.
Homenaje al jTotic
Vera López, quien recibió un homenaje especial de Las Abejas, que lo llaman jTotic (en tzotzil), expuso con nitidez: “Ante el panorama que vivimos en el país, de una guerra abierta por el Presidente en turno, donde las principales víctimas las pone el pueblo mexicano nuevamente, como aquí en Chiapas, no importa la justicia. En esta supuesta guerra contra el crimen organizado se vuelve a utilizar al Ejército, que sigue violando derechos humanos y realiza ejecuciones extrajudiciales, y sus crímenes permanecen impunes”.
Las policías –continuó– son cómplices de quienes cometen robos, asesinatos, secuestros y desapariciones forzadas; los criminales tienen aliados dentro de los tres niveles de gobierno: federal, estatales y municipales; de lo contrario no contarían con la protección que mantiene impunes 98 por ciento de sus crímenes.
El prelado católico de Saltillo, quien era obispo aquí junto con Samuel Ruiz García en el momento de la masacre, resumió que hace 14 años, víctimas de la guerra de baja intensidad del gobierno mexicano, que tenía como principales actores a los grupos paramilitares, armados y pagados por él mismo y entrenados por el Ejército, fueron asesinadas 49 personas: nueve varones, 16 niños y adolescentes, 20 mujeres y cuatro no nacidos, en el vientre de su madre.
Acompañado por el obispo de San Cristóbal, Felipe Arizmendi, Vera habló este mediodía teniendo a un lado dos grandes lonas con los nombres impresos de todos los asesinados el 22 de diciembre de 1997, y la otra, de los autores intelectuales y materiales del crimen: Ernesto Zedillo, Emilio Chuayffet, Julio César Ruiz Ferro, Homero Tovilla Cristiani, Uriel Jarquín Gálvez, Jorge Enrique Hernández Aguilar, David Gómez Hernández, Antonio Pérez Hernández y los generales Enrique Cervantes y Mario Renán Castillo. Son los principales autores intelectuales de la masacre de Acteal, había afirmado Las Abejas minutos antes.
Según el prelado dominico, la averiguación previa de la Procuraduría General de la República (PGR) fue preparada de tal manera que aún ahora no se puede juzgar a los autores intelectuales, y los materiales lograron su excarcelación con la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). El crimen permanece impune –dijo– pues la PGR consideró que cada uno de los asesinos vino por su cuenta, y no como delincuentes asociados constituyendo un grupo paramilitar”. Además, la indagación de la SCJN en 2010, que permitió la excarcelación de más de 40 paramilitares, solamente se basó en los expedientes de la PGR, pues no fueron convocados los sobrevivientes.
Esos grupos armados atacaban los pueblos para expulsarlos de sus parajes, saqueaban e incendiaban sus casas, robaban sus pertenencias, el producto de sus cosechas y sus escasas cabezas de ganado. Destruían sus dispensarios y hacían gala de violencia contra sus templos. De los saqueos, desapariciones forzadas y asesinatos de los paramilitares también fueron responsables los militares y la policía estatal, que se establecían en las comunidades con la excusa de que en esos parajes había violencia.
Vera López explicó que la estrategia de comntrainsurgencia gubernamental pretendía “quitarle el agua al pez’”, siendo el pez los insurrectos, milicianos y bases zapatistas, y el agua el tejido social. La acción paramilitar, conducida por el Ejército, buscaba impedir que las comunidades proporcionaran cualquier tipo de apoyo a los insurrectos, por eso no podían producir alimento ni conformar cualquier clase de organización que potenciara al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Dicha estrategia se proponía anular cualquier organización que fortaleciera a los insurrectos, por eso se fueron contra Las Abejas, que ni eran bases zapatistas ni estaban en una actitud violenta, sino que eran pacifistas, y no obstante vivir como desplazados, estaban organizados para reivindicar derechos y generar conciencia ante las injusticias que aquí se vivían desde antes del inicio del movimiento armado.
Agradeció a Las Abejas porque sigue resistiendo los abusos tanto del gobierno estatal como del federal, conserva la memoria de este crimen abominable y reaviva nuestra conciencia para, el día de hoy, defender la justicia.
La mesa directiva de la organización tzotzil, adherente de la otra campaña, puntualizó que la conmemoración no es un teatro o un acto político con intereses electorales y económicos, sino por los caídos de Acteal y las víctimas de guerra de un gobierno represor y antidemocrático.
En referencia al proceso civil que se sigue contra el ex presidente Zedillo en cortes estadunidenses, aclaró que Las Abejas sí quiere que sea castigado por su responsabilidad en este crimen de Estado, pero no que se profanen el respeto y la memoria que merecen los mártires, con intereses oscuros, electoreros y económicos. En el acto entregaron a Vera López un bastón de poder al servicio del pueblo, un poder no corrupto ni impune.
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