Se quiere convertir en emperador de México |
por La Jornada de Oriente / Fermín Alejandro García
Tal como se advirtió en esta columna el lunes de esta semana, la ex fiscal de delitos electoral Arely Gómez González quedó como finalista en la lista de aspirantes a ser consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE), la cual fue una posición que consiguió por representar el poder fáctico de la empresa Televisa. Y ahora queda claro que la presencia que esta mujer también tiene en el equipo del gobernador electo de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, muestra la conexión que el político poblano guarda con el consorcio televisivo.
Arely Gómez González quedó en la lista de 17 aspirantes a consejeros del IFE –cuya votación en la Cámara de Diputados se pospuso para el próximo miércoles– y trascendió que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) buscará que la ex titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) y el ex magistrado electoral, Jacinto Silva, sean dos de sus posiciones en el Consejo General de dicho instituto.
Para que Arely Gómez González llegara ese sitió jugó un papel fundamental Ardelio Vargas Fosado, quien es legislador priista y miembro del equipo de transición de Moreno Valle Rosas, quien literalmente ignoró a los siete poblanos que aspiraban a ser integrantes del IFE y se dedicó a cabildear con todos los grupos del tricolor en San Lázaro para que se aceptara a la ex encargada de la Fepade.
Y se aceptó a Arely Gómez como una posición del proyecto conjunto de Televisa y el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto mediante el cual buscan ganar la elección presidencial de 2012.
La ex fiscal electoral y hermana de Leopoldo Gómez, quien es un alto ejecutivo de Televisa, sigue teniendo prendida su veladora para que en caso de no ser nombrada consejera del IFE, pueda ser la próxima titular de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) en el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, para lo cual ya ha estado trabajando en un proyecto de evaluación y reforma del funcionamiento de la PGJ.
Queda claro que el cabildeo de Vargas Fosado en San Lázaro al parecer tenía el encargo de dos gobernadores –uno en funciones y otro electo–, es decir de Peña Nieto y Moreno Valle.
Esa actitud de los dos mandatarios, que aunque siguen intereses diferentes, tiene el firme propósito de estar en la gama de intereses de Televisa.
La conexión que Moreno Valle guarda con la empresa Televisa explica a su vez la reacción airada del equipo del gobernador electo en torno a la determinación del gobierno del estado de intentar vender un predio de la Reserva Territorial Atlixcáyotl–Quetzalcóatl, ubicado frente al Centro Comercial Angelópolis y junto al Hospital Puebla, el cual al parecer ya había ofrecido el próximo mandatario al consorcio televisivo para que ahí construya un Centro de Rehabilitación Infantil, mejor conocido como Crit.
Los Crit son clínicas de rehabilitación física que construye Televisa con su sistema Teletón, mediante el cual lucra con el dolor de los niños con discapacidad, junta millonarias sumas de dinero a través de donativos y patrocinios, que a su vez le permiten evadir al fisco y presionar a gobiernos locales para que le compren al consorcio espacios durante la transmisión del Teletón.
Todo este cuadro de intereses permite plantear una serie de escenarios adversos para la democracia y la tolerancia en Puebla y el resto del país.
Por un lado, sería una regresión democrática que llegue al IFE una consejera como Arely Gómez, pues al parecer esta mujer podría actuar en la misma
tesitura del ex presidente del instituto en 2006, Luis Cargos Ugalde, quien fue controlado por la presión de los poderes fácticos que llevaron a Felipe Calderón Hinojosa al poder mediante un proceso electoral desaseado y que en muchos mexicanos genera dudas acerca de los resultados de las votaciones de ese año.
El IFE de Ugalde nunca hizo nada contra la guerra de odio que emprendió Felipe Calderón Hinojosa contra la izquierda, y que es la fecha que sigue reproduciendo como parte de un proceso para generar una polarización entre la población y que beneficie a la derecha.
Ahora, el proyecto de meter a Arely Gómez al IFE obedece a la intención de que Enrique Peña Nieto y Televisa tengan a una consejera electoral que proteja sus intereses.
Y eso puede significar que, el proceso presidencial de 2012 vaya a tomar el mismo rumbo que hubo en 2006.
Por otro lado, sería muy grave que Rafael Moreno Valle Rosas, como parte de su proyecto de ser candidato presidencial en 2012 o 2018, intente emular el modelo Peña Nieto con Televisa, consistente en que la empresa televisora lo impulse en cadena nacional a cambio de voluminosos contratos millonarios.
El dinero que invierte Peña Nieto en Televisa –y en general en su campaña de promoción nacional– alcanzaría para combatir la pobreza de amplias franjas del estado de México.
Si Moreno Valle entra a ese esquema, tendría que destinar cantidades similares a las invertidas por el gobierno de Peña Nieto, y eso le quitaría capacidad al gobierno de Puebla para combatir la pobreza y marginación.
Y se supone que la principal promesa de campaña del gobernador electo fue acabar con el mal uso del erario.
O por lo menos esa es la idea que tienes miles de los ciudadanos que votaron por él y que creyeron que sería distinto a los gobernantes del PRI.
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