MÉXICO, D.F. (apro).- ¿Mercenarios en México? La revelación del diario estadunidense New York Times no es nueva, Proceso documentó el hecho desde hace algunos años y, más recientemente, en febrero pasado publicó cómo es que agentes de otros países realizaron, con autoridades mexicanas a la cabeza, un operativo en el Instituto Nacional de Migración (INM) en busca de una lista de ciudadanos iraquíes, chinos y cubanos (naciones consideradas por Washington de alto riesgo por sus presuntas prácticas terroristas), pues habían ingresado a México de manera ilegal.
Como resultado del operativo, llevado a cabo el 15 de febrero, se destituyó de la Coordinación de Regulación Migratoria a Tonatiuh García Castillo, quien llevaba una década manejando libremente la entrada y salida de extranjeros, incluso alterando documentos que hicieran parecer una migración legal.
Justo cinco días antes del operativo, la secretaria de Seguridad estadunidense, Janet Napolitano, en una audiencia pública ante el comité respectivo de la Cámara de Representantes, declaró que “desde hace mucho tiempo hemos pensado qué pasaría si Al Qaeda se uniera con Los Zetas, uno de los cárteles de droga… Y sólo lo dejaré ahí”.
Como seguimiento al reportaje de Proceso sobre el operativo en el INM, la revista publicó algunas versiones de cómo había sido éste y quiénes habían estado al frente.
Según las fuentes consultadas, el operativo fue planeado por la agencia israelí de inteligencia Mossad y llevado a cabo por agentes de la CIA vestidos de civil, quienes “acompañaron” a los agentes de la Policía Federal, antes Policía Federal Preventiva (PFP).
El objetivo era buscar presuntos terroristas y establecer la forma en que habían logrado ingresar al país, y para ello no sólo se llevaron al hoy excomisionado (quien tenía el segundo puesto en importancia sólo después del comisionado), además incautaron computadores y se encontraron varios miles de pesos en escritorios de funcionarios del INM.
El semanario publicó dos reportajes sobre este tema y éstos nunca fueron desmentidos.
Existe también otra versión de cómo es que operan algunos extranjeros en México. Una de ellas es que han incursionado en actividades dentro del país a través de una agencia de seguridad estadunidense llamada Blackwater USA, que ha sido contratada recurrentemente por el gobierno de Barack Obama para que realice operaciones en diversos países con los que mantiene algún conflicto, por ejemplo Irak.
Esta empresa paramilitar privada fue fundada en 1997 por Eric Prince y Al Clark, y la sede principal está situada en Carolina del Norte, donde cuenta con un complejo de entrenamiento táctico especializado.
La firma estadunidense entrena a más de 40 mil personas al año, procedentes de distintas ramas de las Fuerzas Armadas, así como otras agencias de seguridad de varios países.
Esta agencia es una empresa privada que ofrece servicios militares de seguridad y es la contratista más importante del Departamento de Estado. Sin embargo, algunas de sus incursiones han generado malestar entre funcionarios de la Casa Blanca, como el ocurrido en septiembre de 2007, cuando la firma se vio envuelta en la muerte de una decena de civiles en el centro de Bagdad, en medio de una emboscada.
En marzo de 2009, la entonces senadora Hillary Clinton anunció que apoyaría un proyecto de ley que prohibiría que Blackwater y otras empresas mercenarias privadas operaran en Irak.
En una declaración, Clinton advirtió: “Hace tiempo que deberíamos haberle mostrado la puerta de salida a estos contratistas”.
Ese mismo día, Eric Prince, el fundador de Blackwater y exmilitar naval, anunció su renuncia a la presidencia de la empresa e incluso se cambió de nombre a la agencia por la de Ex Services LLC, en un intento por renovar la mala imagen que ha tenido en algunos países debido a la muerte de civiles en algunos operativos.
Llegó Obama a la presidencia y anunció el retiro de las tropas de Irak, sin embargo, el trabajo para los Blackwater parece no haber terminado, pues en julio de 2010 el Ejecutivo estadunidense habría autorizado a particulares hacer labores de contrainteligencia en algunos países del Continente Americano. Y quizá México haya estado incluido.
Cierto o no, la incursión de este tipo de agentes militares privados, y que en distintos momentos han sido contratados por autoridades estadunidenses, es algo que Estados Unidos realiza desde hace tiempo trabajo en el país.
Y si ello no es así, ¿cómo se justifica la incursión de aviones no tripulados que realizaron operaciones en territorio fronterizo?, o ¿cómo se entiende el trabajo que tiene la agencia aduanal del vecino país (ICE, por sus siglas en inglés) en San Luis Potosí?, y de donde por cierto venía el agente asesinado con una de las armas del polémico operativo Rápido y Furioso.
Así las cosas, y con estas evidencias, para nadie resulta hoy extraña la revelación que hace el diario estadunidense. Aquí se ha dado cuenta del trabajo de agentes extranjeros en el país, pero de lo que se desconoce es hasta dónde han participado y cómo, cínicamente, el gobierno de Felipe Calderón no sólo lo ha consentido sino posiblemente pedido, burlándose de los otros dos poderes, el Legislativo y el Judicial.
¿Pero qué otra cosa se puede esperar de quien asumió el poder burlándose de la ley y comprando a los partidos políticos? Nada que no sea abuso, violaciones, muerte y, por supuesto, desgracia para los mexicanos.
Dato
Dicen que en la Cámara de Diputados la disputa por la presidencia de la Mesa Directiva está entre Sebastián Lerdo de Tejada, un político afín al cien por ciento a Beatriz Paredes, y Amador Monroy, un mexiquense al servicio de Enrique Peña Nieto. En las próximas semanas la duda se despejará y parece que el PRD, de nuevo se quedará con las manos vacías.
Comentarios: mjcervantes@proceso.com.mx
Como resultado del operativo, llevado a cabo el 15 de febrero, se destituyó de la Coordinación de Regulación Migratoria a Tonatiuh García Castillo, quien llevaba una década manejando libremente la entrada y salida de extranjeros, incluso alterando documentos que hicieran parecer una migración legal.
Justo cinco días antes del operativo, la secretaria de Seguridad estadunidense, Janet Napolitano, en una audiencia pública ante el comité respectivo de la Cámara de Representantes, declaró que “desde hace mucho tiempo hemos pensado qué pasaría si Al Qaeda se uniera con Los Zetas, uno de los cárteles de droga… Y sólo lo dejaré ahí”.
Como seguimiento al reportaje de Proceso sobre el operativo en el INM, la revista publicó algunas versiones de cómo había sido éste y quiénes habían estado al frente.
Según las fuentes consultadas, el operativo fue planeado por la agencia israelí de inteligencia Mossad y llevado a cabo por agentes de la CIA vestidos de civil, quienes “acompañaron” a los agentes de la Policía Federal, antes Policía Federal Preventiva (PFP).
El objetivo era buscar presuntos terroristas y establecer la forma en que habían logrado ingresar al país, y para ello no sólo se llevaron al hoy excomisionado (quien tenía el segundo puesto en importancia sólo después del comisionado), además incautaron computadores y se encontraron varios miles de pesos en escritorios de funcionarios del INM.
El semanario publicó dos reportajes sobre este tema y éstos nunca fueron desmentidos.
Existe también otra versión de cómo es que operan algunos extranjeros en México. Una de ellas es que han incursionado en actividades dentro del país a través de una agencia de seguridad estadunidense llamada Blackwater USA, que ha sido contratada recurrentemente por el gobierno de Barack Obama para que realice operaciones en diversos países con los que mantiene algún conflicto, por ejemplo Irak.
Esta empresa paramilitar privada fue fundada en 1997 por Eric Prince y Al Clark, y la sede principal está situada en Carolina del Norte, donde cuenta con un complejo de entrenamiento táctico especializado.
La firma estadunidense entrena a más de 40 mil personas al año, procedentes de distintas ramas de las Fuerzas Armadas, así como otras agencias de seguridad de varios países.
Esta agencia es una empresa privada que ofrece servicios militares de seguridad y es la contratista más importante del Departamento de Estado. Sin embargo, algunas de sus incursiones han generado malestar entre funcionarios de la Casa Blanca, como el ocurrido en septiembre de 2007, cuando la firma se vio envuelta en la muerte de una decena de civiles en el centro de Bagdad, en medio de una emboscada.
En marzo de 2009, la entonces senadora Hillary Clinton anunció que apoyaría un proyecto de ley que prohibiría que Blackwater y otras empresas mercenarias privadas operaran en Irak.
En una declaración, Clinton advirtió: “Hace tiempo que deberíamos haberle mostrado la puerta de salida a estos contratistas”.
Ese mismo día, Eric Prince, el fundador de Blackwater y exmilitar naval, anunció su renuncia a la presidencia de la empresa e incluso se cambió de nombre a la agencia por la de Ex Services LLC, en un intento por renovar la mala imagen que ha tenido en algunos países debido a la muerte de civiles en algunos operativos.
Llegó Obama a la presidencia y anunció el retiro de las tropas de Irak, sin embargo, el trabajo para los Blackwater parece no haber terminado, pues en julio de 2010 el Ejecutivo estadunidense habría autorizado a particulares hacer labores de contrainteligencia en algunos países del Continente Americano. Y quizá México haya estado incluido.
Cierto o no, la incursión de este tipo de agentes militares privados, y que en distintos momentos han sido contratados por autoridades estadunidenses, es algo que Estados Unidos realiza desde hace tiempo trabajo en el país.
Y si ello no es así, ¿cómo se justifica la incursión de aviones no tripulados que realizaron operaciones en territorio fronterizo?, o ¿cómo se entiende el trabajo que tiene la agencia aduanal del vecino país (ICE, por sus siglas en inglés) en San Luis Potosí?, y de donde por cierto venía el agente asesinado con una de las armas del polémico operativo Rápido y Furioso.
Así las cosas, y con estas evidencias, para nadie resulta hoy extraña la revelación que hace el diario estadunidense. Aquí se ha dado cuenta del trabajo de agentes extranjeros en el país, pero de lo que se desconoce es hasta dónde han participado y cómo, cínicamente, el gobierno de Felipe Calderón no sólo lo ha consentido sino posiblemente pedido, burlándose de los otros dos poderes, el Legislativo y el Judicial.
¿Pero qué otra cosa se puede esperar de quien asumió el poder burlándose de la ley y comprando a los partidos políticos? Nada que no sea abuso, violaciones, muerte y, por supuesto, desgracia para los mexicanos.
Dato
Dicen que en la Cámara de Diputados la disputa por la presidencia de la Mesa Directiva está entre Sebastián Lerdo de Tejada, un político afín al cien por ciento a Beatriz Paredes, y Amador Monroy, un mexiquense al servicio de Enrique Peña Nieto. En las próximas semanas la duda se despejará y parece que el PRD, de nuevo se quedará con las manos vacías.
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