De acarreada con Eruviel |
Sandra García Zinacantepec, México (19 junio 2011).- Apoyar al candidato a la gubernatura del Estado de México puntero en las encuestas implica horas de desvelo, traslados largos, ayunos que se mitigan con un lunch envuelto en unicel y hasta faltar uno que otro día al trabajo. Pero adquirir la membresía de ser un acarreado de batalla en el PRI, con el beneficio que conlleva, no tiene precio. Hasta ahora, son unas 700 mil personas las que han acudido a alguno de los eventos masivos de la campaña del candidato de la coalición "Unidos por ti", el priista Eruviel Ávila. Camuflarse como una de ellas, en uno de los 68 actos masivos celebrados hasta ahora, permite constatar el despliegue de recursos –materiales y simbólicos– de los que dispone el candidato de Enrique Peña Nieto. El periplo empieza días antes, a 15 kilómetros de la explanada municipal de Zinacantepec, donde será el mitin. Un jefe de sección del PRI, con una semana de anticipación, hace la invitación. Explica que Eruviel es el candidato del tricolor y que si se le apoya, además de transporte al lugar, se puede recibir la tarjeta "La Efectiva", en la cual se abonarían hasta mil 100 pesos mensuales en caso de que el priista llegue a ser gobernador, más una despensa a domicilio, antes del 3 de julio. El día del evento (10 de junio) se cita desde las 12:00 horas; en Zinacantepec hay 300 personas más que abordan cientos de autobuses de transporte público de la línea Xinantécatl, cuya renta oscila en 700 pesos el día. En el trayecto, que dura 20 minutos, el encargado de cada autobús entrega a los asistentes un box lunch: dos tortas, un refresco de lata, una naranja y un chocolate. Si se comprara todo por separado, el aperitivo costaría 38 pesos. Mientras se disfruta el lunch, se le debe hacer llegar al representante del PRI en el camión la credencial de elector, cuyos datos se anotan en diferentes formularios. A las 13:00 horas el contingente llega a la sede del evento; hoy no hay globos aerostáticos ni dirigibles con el nombre de Eruviel, como ocurrió en Valle de Bravo y Teotihuacán semanas antes. Al pasar por el detector de metales, otro militante priista invita a publicar en las redes sociales el apoyo a Eruviel. Para ello, obsequia una pulsera con un chip integrado que, al pasarlo por un lector electrónico ubicado en módulos identificados con el nombre del candidato, activa inmediatamente una página de Facebook en la que se registra la ubicación del acarreado y un texto de apoyo al candidato priista que aparece automáticamente. Después de este primer gesto de apoyo público en el ciberespacio, se recibe una playera de algodón y una gorra, como las más de 700 mil que se han distribuido en los mítines de esta campaña. En este mitin los elementos utilitarios no son tan abundantes ni tan variados como los que se dieron en un evento que hubo en Huixquilucan el 26 de mayo, donde además de playeras y gorras se repartieron unos 10 mil vasos, jarras, cilindros y banderas. Tampoco se dan sombrillas, como ocurrió el 18 de mayo en Temoaya, donde se repartieron 32 mil piezas; ni pelotas rojas y tatuajes de agua, como los 10 mil pares que se obsequiaron a asistentes en un acto en Nezahualcóyotl el 22 de ese mismo mes. Al fin se llega a una de las sillas que se rentan a razón de 3 pesos por evento; se han puesto más de 700 mil durante esta campaña, lo que equivaldría a 2.1 millones de pesos gastados sólo en dar asiento a los aplaudidores. Dan las 14:00 horas, todavía faltan tres para que empiece el evento. Durante ese lapso se acomodan unas 5 mil personas e inicia la ambientación con música al ritmo de banda. En promedio, los grupos abridores en mítines de Eruviel dicen cobrar 18 mil pesos por presentación; 1.2 millones de pesos más al reporte de gastos. A la vista hay tres megapantallas, como en todos los actos masivos de Eruviel, que permitirán "ver de cerca" al candidato. Veinte elementos de seguridad y un sinfín de vallas metálicas impedirán a la mayoría aproximarse a él. El acceso a los lugares de primera fila es imposible, están destinados sólo para los comisionados de ruta o jefes de sector, aquellos a quienes les regalarán autos y cargos públicos si elevan el índice de votación en sus distritos. El candidato llega 15 minutos antes del evento, hacia las 16:45 horas; hoy no arribó en helicóptero –como lo ha hecho en una docena de municipios–, sino en camioneta. Pie a tierra, saluda de mano durante hora y media a cientos de simpatizantes. Eruviel pronuncia un discurso de menos de 30 minutos; sin embargo, algunos contingentes no pueden quedarse ni siquiera a la mitad de éste. Por ejemplo, la delegación de Santa María del Monte se va porque su comunidad está tan lejos que les agarraría la noche en el regreso. Terminado el mitin, los exhaustos peregrinos políticos suben de nuevo al autobús para volver a casa. En el camino son visibles ocho camionetas con espectaculares móviles de Eruviel, algunos camiones con pantallas que emiten un video con el mensaje del priista, docenas de espectaculares y bardas pintadas que presumen al ex alcalde de Ecatepec como la mejor opción para el 3 de julio. Al bajar, el encargado del camión reitera el agradecimiento, recuerda los beneficios de votar por el PRI, pide estar pendiente de la despensa e invita a pensar en grande... tan grande como el derroche de esta campaña. |
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