Sí, empieza el nuevo gobierno estatal encabezado por César Duarte Jáquez. Desde luego que como lo señaló El Diario en 8 columnas, los juarenses estamos de acuerdo que para nuestra ciudad la palabra esperada del nuevo ejecutivo es seguridad.
En consonancia con lo anterior, en la vista están dos nombramientos novedosos: El Fiscal General del Estado y el Director General de Policía Única. Estos cargos son torales en la marcha del nuevo gobierno. Seguramente estarán en íntima conexión con el nuevo gobernador y seguramente también desarrollarán técnicamente todo un plan integral sobre la seguridad pública que debe tener el estado, en estos tiempos de criminalidad galopante y del desastroso estado de derecho que ha caído brutalmente por errores y ausencias marcadas de profesionalismo en la función pública. Serán estos dos nombramientos escrutados con lupa por el pueblo, con las exigencias que los tiempos reclaman hacia quienes los ostentan.
También en el gabinete hay un cargo sumamente importante, de arraigo chihuahuense y de importancia fundamental en la marcha del estado que es el Desarrollo Rural. Duarte Jáquez en su campaña insistió en muchas poblaciones agrícolas y ganaderas que en caso que ocupara el cargo que ya ostenta, pondría en marcha todo un programa completo de transformación para el campo chihuahuense. Es más, argumentaba que sentía profundamente que no se buscaran y se abrieran nuevos mercados para la ganadería del estado, como los japoneses y que no encontraba razón por la cual el comercio de productos cárnicos se realizara como hace cien años. Con la facultad que hoy ostenta, puede abrir un panorama halagador para estos dos renglones que por razones desconocidas no han sido estimulados debidamente, ni tampoco ayudados mediante planes sencillos de desarrollo, tanto desde el punto de vista técnico como económico.
La gente del campo en tropel votó a favor de Duarte y ha sufrido fuertes embates como el propio funcionario lo sabe, incluso el artero asesinato del líder Armando Villarreal, cuya lucha fue muy simple: tarifas eléctricas justas, fertilizantes que permitieran la productividad completa del terreno y diesel a precios apropiados. No hubo mayor petición del líder y de miles y miles de campesinos. El resultado: el proditorio asesinato del dirigente.
Hay pues, mucho quehacer. La Secretaría de Educación del estado, también recibe como una papa caliente el crecimiento trepidante de la generación “ni- ni”, jóvenes que ni estudian ni trabajan, los cuales con una velocidad inaudita se han convertido en un problema agobiante. Sólo la educación en este nuestro estado convulso, especialmente en esta frontera, puede rescatar a su juventud, Solo ella puede construir los puentes para que los jóvenes transiten de la desesperanza a la esperanza y es piedra angular esta Secretaría para el rescate precioso de la juventud chihuahuense.
Otros asuntos de no poca importancia se le presentan al gobierno en marcha, tales como el agua. Hay seis áreas en las cuales el ejecutivo estatal debe fijar fuertemente su atención y a las cuales también se refirió y con frases certeras dijo que no podía el estado darse el lujo de seguir perdiendo grandes y valiosas cantidades de agua, solamente por la falta de infraestructura en la construcción de presas o grandes presones. Si esto se logra, buena parte de las sequías que padece el desierto chihuahuense van a pasar a la historia y son obras sencillas, de sentido común que pueden llevar a la resolución de graves problemas.
Hay pues, días por venir, para el nuevo gobierno que no son miel con hojuelas. Hay la necesidad de mucho trabajo, cero juniors y capacidad profesional de resolución de problemas, para que exista en este gran territorio la planta de pies que deben transitar por su tierra con decisión y gran empeño. Se inicia pues este gobierno. Ojalá y el empeño no cese y si no, que los chihuahuenses lo demanden. Cierto.
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