Anuncia la SSP que se les investigará por corrupción; agentes los relacionan con crimen organizado
Policías federales forcejean durante la protesta que realizaron ayer en Ciudad Juárez, en la que afirmaron que cuatro de sus mandos se encargan de cargar de drogas y armas a víctimas inocentesFoto Ap
Rubén Villalpando
CorresponsalPeriódico La Jornada
Domingo 8 de agosto de 2010, p. 7
La SSP federal relevó a cuatro comandantes de “segundo nivel” de la Policía Federal (PF) que participaban en el operativo Chihuahua, luego que decenas de agentes denunciaron diversos actos de corrupción de sus jefes.
La dependencia federal dio a conocer que los mandos policiacos fueron trasladados a la ciudad de México para investigar actos indebidos en el desempeño de sus funciones y deslindar, “en su caso, las responsabilidades que resulten”.
La Unidad de Asuntos Internos de la Policía Federal tomó conocimiento de las denuncias y determinará si procede a establecer medidas disciplinarias contra los cuatro comandantes.
Ayer, aproximadamente 400 agentes de la PF acantonados en esta ciudad se negaron a trabajar durante 13 horas para demandar la libertad de un compañero, al que sus jefes acusaron de delitos del fuero federal, y para exigir la destitución de sus mandos, a quienes acusaron de estar coludidos con bandas del crimen organizado y de enviarlos a la calle a extorsionar.
Desde las cuatro de la mañana, cientos de agentes, uniformados y con sus armas de cargo, bloquearon la avenida López Mateos, frente al hotel La Plaza, donde tienen sus habitaciones, y exigieron la destitución y consignación de sus jefes Salomón Alarcón Olvera, Joel Ortega y Ricardo Duque, quienes se atrincheraron en las habitaciones 105, 106 y 107 acompañados de 30 elementos de mandos medios que trataban de protegerlos.
Entre gritos y cortes de cartuchos, los agentes se abalanzaron a la habitación de sus jefes, sacaron de una a Alarcón Olvera y lo mantuvieron retenido mientras protestaban. “Ingresamos y les encontramos drogas como cocaína, mariguana y armas que utilizan para cargar a víctimas inocentes”, dijo uno. También había símbolos de vudú, magia negra y brujería, dijeron.
Los policías tuvieron roces verbales, empujones, patadas y golpes con el grupo que defendía a los comandantes; los insubordinados explicaron que Alarcón Olvera cargó de droga a uno de sus compañeros, identificado como José D’Cid, quien por reclamar su jefe mandó detenerlo y lo consignó ante la Procuraduría General de la República por delitos del fuero federal.
Durante la revuelta, los amotinados detuvieron a un hombre que intentaba huir por la parte trasera del hotel derribando una reja y a quien se le encontró en poder de paquetes aparentemente de droga.
Este hombre se identificó frente a los medios de comunicación como Julián González, y dijo que desde hace dos semanas está a cargo de la seguridad del comandante Alarcón Olvera; manifestó que iba a buscar un taxi para su jefe.
Alarcón Olvera sostuvo que la habitación 105 donde fue encontrada la droga no es suya y que “el que nada debe, nada teme”; comentó que dará la cara por lo que consideró una acción ilegal cometida en su contra por parte de los manifestantes. El grupo “subversivo”, dijo, es de aproximadamente 25 elementos y su protesta se debió a que exigían la liberación de un elemento detenido por posesión de marihuana.
Los agentes corearon consignas y exigieron la presencia del comisionado general de la PF, Facundo Rosas Rosas. Una comisión de mandos se trasladó al hotel La Plaza para negociar y restablecer el orden.
Después, los manifestantes informaron que se llegó a una solución del problema “favorable a nosotros, sobre todo en relación con la detención de un agente al cual presuntamente se le encontró droga”. Los carriles de la avenida López Mateos fueron desalojados y reabiertos al tránsito de vehículos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario