Gustavo Castillo García
Periódico La Jornada
Domingo 2 de mayo de 2010, p. 7
Las procuradurías de Justicia Militar, General de la República (PGR) y General de Justicia de Tamaulipas han establecido que la muerte de los niños Bryan y Martín Almanza Salazar, el pasado 3 de abril en Ciudad Mier, Tamaulipas, fue causada por sicarios que lanzaron granadas contra soldados.
La difusión de las conclusiones a que han llegado los tres ámbitos de justicia, fue difundida en conferencia de prensa en la Secretaría de la Defensa Nacional por el procurador militar, general José Luis Chávez García, en presencia del procurador general tamaulipeco, Jaime Rodríguez, y del vocero de la PGR, Ricardo Nájera Herrera.
La versión contrasta con lo declarado por la madre de los menores, Cinthya Salazar, quien aseguró que ella y su familia sufrieron un ataque directo de los militares, luego de cruzar un retén y sin que se registrara enfrentamiento de militares contra sicarios.
Chávez García expuso una presentación elaborada con fotografías y recreaciones, una reconstrucción virtual de hechos, pero antes de hablar de cómo ocurrió la muerte de los dos menores, el procurador militar reportó los resultados de la milicia en la lucha contra el narcotráfico en Tamaulipas, entre ellos, 2 mil 208 detenidos, y el aseguramiento de 4 mil 767 armas, 370 toneladas 915 kilos de mariguana, 121 toneladas de 618 kilos de cocaína, 2 mil 720 vehículos terrestres, más de 46 millones de pesos y más de 22 millones de dólares.
Señaló que los miembros de los grupos criminales están “utilizando armamento de gran poder de fuego y vestimenta tipo militar”. Aseguró que en lo que va del año se han registrado 151 agresiones por parte del crimen organizado en esa entidad.
Acerca de la muerte de los niños, las conclusiones oficiales señalan: “De acuerdo con las pruebas testimoniales, comparecencias, documentales y periciales, se desprende que, luego de que los soldados atendieron una denuncia en la que se informaba de un enfrentamiento entre grupos armados, sobre la carretera Reynosa-Nuevo Laredo, y tras un reconocimiento terrestre a la altura del kilómetro 117, se encontraron de frente a un convoy de siete camionetas, cuyos tripulantes agredieron con armas de fuego a la tropa.
“Durante el enfrentamiento, dos camionetas se dieron a la fuga hacia Ciudad Mier y dos más a Nueva Ciudad Guerrero.” Según Chávez García, en dos de los tres vehículos que allí quedaron, se encontraron dos agresores muertos con vestimenta tipo militar. En la tercera camioneta resultó herido Carlos Alfredo Rangel y ya fallecido Martín Almanza”, mientras su hermano falleció cuando era trasladado a un hospital.
Refiere que la camioneta de la familia Almanza tenía “en su parte frontal disparos efectuados por militares y en la parte posterior, incluido el impacto de la granada, fueron realizados por el grupo delictivo”, es decir, la familia quedó atrapada en el enfrentamiento.
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