Vie, 12/02/2010 - 05:12
Luz María Dávila (derecha) reclamó justicia para sus dos hijos asesinados el pasado 31 de enero. Foto: El diario de JuárezCiudad Juárez.- De poco sirvieron las disculpas, los mea culpa y la presentación de una estrategia integral contra la violencia en Ciudad Juárez: el presidente Felipe Calderón fue testigo de la ira y el desencanto de representantes de la sociedad juarense, que en algún momento le dieron la espalda, como sucedió con la madre de dos jóvenes asesinados la semana pasada.
En un encuentro de más de cuatro horas, en las que se dio a conocer la nueva estrategia contra el crimen organizado en esta ciudad fronteriza, abundaron los reclamos y recriminaciones al Presidente, el gobernador José Reyes Baeza y el alcalde José Reyes Ferriz.
“Si a usted le hubieran matado a un hijo, debajo de las piedras buscaba al asesino”, espetó Luz María Dávila al mandatario. La mujer burló el cerco de seguridad y encaró a Calderón, a quien exigió justicia por el asesinato de sus hijos Mario y José Luis Piña Dávila, de 19 y 16 años, quienes se encontraban en la fiesta en la que ejecutaron a 15 jóvenes el pasado 31 de enero.
La señora no acudió a la Casa Amiga Juárez, donde el Presidente se reunió con los deudos, pero optó por hablarle en público y darle la espalda mientras ofrecía sus disculpas. Otras cuatro mujeres hicieron lo mismo.
“Les dije a aquellos padres de familia que les presentaba, les ofrecía la más sentida de las disculpas si cualquiera de esas palabras hubiera ofendido a ellos o a la memoria de sus hijos”, señaló Calderón en referencia a sus primeros dichos de que la masacre fue un enfrentamiento entre pandilleros.
“Me queda claro, y así lo he dicho desde entonces, y lo reitero ahora, que eran jóvenes ejemplares, deportistas, estudiantes, buenos estudiantes y buenos hijos, como quisiéramos que fueran los hijos de todos”, precisó.
Así abrió su intervención el Presidente en una prolongada sesión, en la que escuchó a todos los que se animaron a criticar la estrategia de seguridad.
Violencia en Juárez
Arturo Valenzuela, representante de la mesa de seguridad, dijo que el Operativo Conjunto Chihuahua no tiene posibilidad de éxito como está planteado, e indicó que la raíz del problema es la corrupción de policías, empresarios, políticos e incluso del Ejército.
Patricia Galarza Gándara, de la mesa de derechos humanos, pidió la salida de las fuerzas armadas, pronunciamiento que mereció la ovación del auditorio integrado por 300 personas. Denunció mil desapariciones forzadas, de las que culpó a la milicia, además de ejecuciones extrajudiciales y un inexistente acceso a la justicia.
El presidente Calderón tomaba apuntes, asentía y aplaudía las intervenciones. Cuando un hombre con sombrero texano interrumpió al orador en turno para denunciar que jóvenes que se manifestaban afuera del centro de convenciones Cibeles eran agredidos, el mandatario pidió un reporte de los hechos al general del Estado Mayor Jesús Castillo y envió al secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, para verificar los hechos.
El ex panista se encontró con un grupo de jóvenes que lo insultó y se retiró diciendo que no podía dialogar así.
En respuesta a Gándara, Calderón pidió “documentar” los mil casos de desapariciones forzadas atribuidas al Ejército y propuso que no se denoste a los soldados. “Seguramente ha habido abusos, no lo dudo, pero también no estamos dispuestos a tolerar o a cubrir un abuso”, dijo.
Uno de los que se llevó la peor parte fue el alcalde Reyes Ferriz, quien se empeñó en convencer al auditorio de que no era momento para lamentaciones.
El Presidente volvió a tomar la palabra. Dijo que el problema de Juárez es complejo y no puede reducirse a la parte policiaca.
Después planteó su propuesta para recomponer el tejido social y prometió regresar el miércoles a esta ciudad para dar seguimiento a las acciones.
Calderón dejó como su representante a Abelardo Escobar, secretario de la Reforma Agraria, nacido en esta entidad.
Claves
Seguridad extrema
• Con un amplio despliegue de seguridad arribó el presidente Felipe Calderón a Ciudad Juárez para replantear el esquema operativo militar y policial, puesto en duda tras la reciente ejecución de 15 jóvenes en la colonia Villas de Salvárcar.
• Cientos de militares, federales y agentes estatales y municipales, apoyados con helicópteros artillados, vigilaron zonas aledañas al Aeropuerto Internacional Abraham González y el Centro de Convenciones Cibeles, donde el mandatario se reunión con funcionarios federales y estatales.
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