Sólo quieren trabajadores jóvenes y quitarnos nuestro finiquito
Víctor Ballinas
Periódico La Jornada
Jueves 12 de noviembre de 2009, p. 8
La oficina de liquidación para trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) ubicada en la colonia Doctores ayer permaneció casi desierta. La bitácora del personal de vigilancia, donde se registran las personas que acuden a solicitar informes sobre el monto de su finiquito, o a cobrarlo, a las 14 horas tenía inscritos sólo ocho nombres.
A las calles de Doctor Lavista y Doctor Ruiz, donde se ubica una oficina de LFC que funciona como punto de liquidación, ayer acudió Édgar Aguilar, trabajador eventual.
Con una carpeta bajo el brazo, se acercó al vigilante de la empresa GSI que cuidaba la entrada y preguntó: “¿Aquí me pueden dar informes de mi liquidación?” El policía le pidió identificación oficial, credencial de LFC y el último talón de cobro.
Aguilar buscó entre sus papeles, sacó su credencial de Luz y Fuerza y explicó: “yo era trabajador eventual pero desde hace un año estoy fuera de la empresa. Se acabó mi contrato y no me liquidaron. Desde hace un año me traen vuelta y vuelta. Trabajé cuatro años en el área de construcción civil, en remodelaciones”.
Un empleado tomó la credencial de Aguilar y buscó su nombre en las listas. Regresó a los pocos minutos y le dijo: “No existe registro de usted; tiene que ir al centro de reclamaciones ubicado en Coyoacán, cerca de la Cineteca”.
Édgar Aguilar guardó sus papeles y sólo dijo: “Voy a ir para allá, a ver si puedo cobrar algo de lo que me deben”.
En el centro de reclamaciones del Sistema de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) ubicado en la avenida México-Coyoacán había largas filas.
Cuatro trabajadores conversaban cuando llegó otro y comentó: “Fui a Banamex y me dijeron que no estaba mi cheque”.
Sus compañeros le mostraron un recibo: “Es que no es ahí, es en Bancomer, mira”.
“Ahorita vuelvo”, les respondió, y salió de prisa rumbo al banco, porque el cierre estaba próximo: eran las 15:50 horas.
“Ya nos pagaron la semana 41, aún nos deben la 42, pero ya es algo. Venimos a reclamar el pago de horas extra, pero nos dicen que hablemos en enero de 2010, creo que se van de vacaciones”, señalaron los electricistas.
Ernesto, con 20 años de antigüedad, salió cabizbajo de la oficina del SAE. “Fui al banco a cobrar mi pago y me dijeron que mi nombre no está en las listas. Aquí me dicen que espere a ver si sale otra lista. Ya no tenemos dinero”.
Miguel narra: “Trabajé 29 años, 6 meses y un día, pero sólo me reconocen 28 años y 4 meses; quiero suponer que es un error y vengo a reclamar porque me quiero jubilar. Cuando el gobierno desapareció la empresa había compañeros que les faltaba un día y a otros cinco para jubilarse”.
Karina reclama la pensión que le corresponde y “sustitución y tiempo extra que le adeudan desde hace dos años. “Trabajé seis años. Mi salario era de 189 pesos al día, más prestaciones. Mis compañeros me dijeron que ya puedo ir a cobrar al banco la semana 41, sólo que ahorita ya está cerrado: iré mañana.
“También vine a reclamar mi pensión. Mi ex esposo ya cobró su liquidación y yo fui a cobrar la parte que me corresponde, pero me dijeron que no había nada de eso. Tengo dos hijos y en la empresa me pagaban la pensión para mis hijos.”
Germán ya cobró su liquidación; su reclamo es que “no me pagaron aguinaldo, vacaciones ni horas extra. Aquí entra uno como si fuera a una oficialía de partes. Sólo reciben los papeles. Me dijeron regrese el 15 de enero.
“Tenía casi 19 años de trabajo en Luz y Fuerza del Centro. Mi salario era de 10 mil 800 pesos; laboraba en subestaciones, en líneas, en mantenimiento. En la radio y la televisión están diciendo muchas cosas que no son ciertas.
“Aún no están contratando en la Comsión Federal de Electricidad (CFE). Presenté mi solicitud y me dijeron: ‘la contratación es para quienes tienen menos de 15 años de antigüedad y menos de 40 de edad; de preferencia que sean trabajadores operativos’ –los que están en líneas y subestaciones.
“Nada de trabajo. En la CFE nos pasan a unos cubículos donde nos dicen que mejor pongamos un negocio, que ellos nos asesoran. Nos quieren quitar nuestro dinero. Te dan una solicitud y te preguntan: ‘¿Cuánto quieres invertir: 50 por ciento, ciento por ciento o sólo 30 por ciento?’ Es un engaño. Han hecho una campaña contra nosotros”.
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