Tanteos riesgosos
Protesta en ascenso
Felipismo displicente
Peineta michoacana
Julio Hernández López
Cada cual avanzó parcialmente: la protesta exploró terrenos de riesgo y tensó al aparato institucional, mientras el calderonismo consiguió motivos para la represión mediática y judicial y siguió cerrando puertas jurídicas y políticas. Ni una parte creció y se desbordó ni la otra fue arrollada o arrinconada. Pero el conflicto continúa vigente, ahora extendido a las calles y arropado por segmentos solidarios. Para los electricistas y sus acompañantes, la victoria consistió en seguir luchando, de pie y con perspectivas de avance, a través de una movilización importante, pero no apabullante, que pasó de lo gremial a lo social –al exigir un nuevo pacto nacional– y que permite intentar la organización de una huelga masiva. Para el felipismo el triunfo consistió en que la protesta se mantuvo en los linderos permisibles, sin desbordamientos, salvo un confuso incidente de carretera en el que aparecieron las armas de fuego y los disparos, con lo que la administración federal se ha hecho de material para averiguaciones previas y amagos de órdenes de aprehensión contra líderes y personajes que no estuvieron físicamente en el incidente. Aparte del encarcelamiento de los presuntos responsables de ataques a policías que, según los primeros reportes, parecen intencionalmente magnificados, Los Pinos debió autorizar también el uso de gases lacrimógenos contra manifestantes en vías federales.
No podía ser de otra manera para los electricistas laboral y socialmente golpeados. Si lo de ayer hubiera quedado en el expediente clásico (marcha, consignas, amagos, discursos y adiós), el movimiento se iría desinflando. En cambio, se optó por la presión directa y por la realización de actos que tocaron o rebasaron los límites más o menos acostumbrados. Con esas decisiones arriesgadas se ha puesto de manifiesto el grado de irritación que los pésimos actos calderonistas han provocado en un segmento de la sociedad: ha de tomarse en cuenta que, en general, la intensidad de las protestas sociales es proporcional a la debilidad institucional para resolver los problemas planteados. Cuando funcionan las instituciones y la representación política, las protestas suelen ser, en lo general, menores, cuidadosas, y si la protesta social se desborda es porque los encargados de atenderla y solucionarla han fallado.
Calderón, por su parte, se esmeró en parecer despreocupado y seguro. Para mostrar sus querencias, premió al director de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, y elogió las habilidades de él y su equipo para sostener el servicio en las zonas sustraídas al Sindicato Mexicano de Electricistas en un sabadazo militar. Se permitió la libertad de mencionar que hubo “algunos esfuerzos por interrumpir el servicio”, pero no dio más pistas de lo que en caso de haber sucedido debería llevarle a la apertura de un proceso judicial en forma, para no parecer una treta oratoria más de insidia contra el sindicalismo resistente. Felipe, en la cascarita política, encabezó la inauguración de un nuevo estadio futbolero en Torreón, Coahuila, donde compartió escenario con Ricky Martin y Pelé. Felipe tan tranquilo en el reino de la desigualdad extrema que ha llevado a Carlos Slim a ser considerado el sexto hombre más poderoso del mundo, según la revista Forbes.
Astillas
Ya salió el peine. Bueno, más bien, la peineta. Resulta que la señora Mar(gari)ta podría ser candidata panista a gobernadora de Michoacán, según lo anunció otra integrante de La Familia (Real), Luisa María de Guadalupe Calderón Hinojosa, a quien sus conocidos llaman Cocoa, al enlistar nombres de mujeres que podrían aspirar a ese cargo, entre los que mencionó, además, a Esperanza Morelos, Margarita Chávez, Noelia Linares y Jesús María Dóddoli. La señora Mar(gari)ta no se impulsará mediante alguna Fundación RoVamos México, pues ya lo ha hecho y lo seguirá haciendo a través de la Fundición Guerra contra el Narcotráfico, que en aquella entidad ha desarrollado acciones tan focalizadas y específicas que muchas veces hicieron preguntar cuáles eran las razones no confesas de ese interés de la administración felipilla en destrozar al perredismo estatal y al aparato de gobierno a cargo del blanduzco Leonel Godoy de larga cola por pisar judicialmente. También parecía poco explicable el intenso activismo realizado por la Primera Hermana Michoacana, la citada Cocoa que en septiembre de 2008 fue nombrada secretaria de elecciones del comité estatal panista, con lo que tomó el control virtual de ese órgano, acompañada siempre de forma aparatosa y emblemática por miembros del Estado Mayor Presidencial. Cocoa ha sido diputada local y federal y senadora. Los demás miembros de su Familia también han ocupado puestos y cargos a nombre del panismo, mientras que los Zavala Gómez del Campo combinan los beneficios partidistas en el escenario público con los negocios computacionales y electorales, como en el caso del muy sonado hermano Hildebrando. El más reciente asomo de familiares Gómez del Campo en un asunto de negocios al amparo de la política se dio en Hermosillo, en el caso de las concesiones de guarderías que luego serían escenario de muertes infantiles por las que hasta ahora no se ha castigado a nadie que pertenezca a las elites familiares. Habrá de verse jurídicamente si la señora Mar(gari)ta puede acreditar su domicilio para fines electorales en Michoacán, pues ella no es nativa de esa entidad. La propia Cocoa ha dicho que, conforme se dieran las circunstancias, ella misma, la hermana del ocupante de Los Pinos, podría pelear la candidatura. Todo en Familia... No se confirmó el ingreso a escena del almirante Wilfrido Robledo, uno de los principales responsables de la represión en San Salvador Atenco, quien quedaría al frente de la Policía Federal Ministerial que depende de la PGR. Ayer se confirmó a la actual encargada, Nicandra Castro... Y mientras por dinero presupuestal parece peligrar el amasiato SEP-SNTE, ¡hasta mañana, en esta columna (gramatical y conceptualmente) atropellada!
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