Policías federales lanzan gas lacrimógeno a electricistas que se dirigían al Zócalo

La tónica del gobierno ha sido la represión y la agresión en distintas formas: Esparza

Patricia Muñoz Ríos y Gabriel León Zaragoza

Periódico La Jornada
Lunes 30 de noviembre de 2009, p. 9
El Palacio Nacional y prácticamente todo el Zócalo fueron cercados ayer con vallas metálicas y policías federales que agredieron e impidieron a agremiados del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) realizar una protesta pacífica en la Plaza de la Constitución durante la presentación del balance de los primeros tres años de gobierno del presidente Felipe Calderón.

En el operativo, dos granadas de gas lacrimógeno fueron lanzadas por policías federales contra las trabajadoras y trabajadores de Luz y Fuerza del Centro despedidos en octubre pasado, e incluso hijos de los mismos que habían marchado con sus padres hasta las inmediaciones donde se realizaba el acto de Calderón.

Ayer domingo, los dirigentes de esta organización encabezada por Martín Esparza Flores tenían programado el arranque del SMEtón en el Monumento a la Revolución, a fin e iniciar el boteo para recabar recursos para los hijos de los trabajadores –a ello se debía la presencia de los niños–. Sin embargo, ante el anuncio de que el Presidente estaría en Palacio Nacional, los trabajadores decidieron llevar hasta el Zócalo su protesta, pero las fuerzas policiacas federales no sólo les bloquearon el paso, sino que avanzaron hacia los trabajadores para replegarlos con los escudos, mientras un grupo de granaderos los cercaba, generándose un conato de enfrentamiento.

Los trabajadores inicialmente llegaron a las inmediaciones del Zócalo en una “operación hormiga”, para posteriormente integrarse en un contingente que marchó por 20 de Noviembre hacia la Plaza de la Constitución, pero fueron interceptados –en la esquina de Venustiano Carranza– por elementos de la Policía Federal, quienes vestidos con equipo antimotines y en número muy superior, ya los esperaban.

Pese a la presencia de mujeres y niños en la avanzada, los policías federales lanzaron al menos un par de granadas de gas lacrimógeno, lo que hizo que los manifestantes se dispersaran y que granaderos de la policía capitalina aprovecharan para formar una valla entre los efectivos federales y los integrantes del SME, con el fin de evitar mayores incidentes.
Responden con huevos

La sorpresiva concentración de cientos de manifestantes hizo que el Estado Mayor Presidencial modificara la estrategia que había habilitado para recibir a los invitados del mandatario, pues estaba previsto que ingresaran por la avenida 20 de Noviembre y la cambiaron a la avenida Pino Suárez.

Sin más incidentes, durante más de dos horas y media los trabajadores electricistas lanzaron consignas, principalmente en contra de Calderón Hinojosa. Cuando los manifestantes fueron informados por jefes policiacos del Distrito Federal de que el encuentro en Palacio Nacional había concluido, lanzaron decenas de huevos en contra de los uniformados federales, que horas antes los habían agredido, quienes se limitaron a levantar sus escudos para resguardarse.

Más tarde, de nuevo en el Monumento a la Revolución, el dirigente del gremio, Martín Esparza Flores, señaló que la tónica de este gobierno ha sido la represión de los trabajadores y la agresión en distintas formas. Hizo ver que la máxima violencia contra los obreros es precisamente quitarles su trabajo, sus derechos, desaparecer sus contratos y conquistas. “Eso es lo que ha hecho este gobierno”.

En tanto, los trabajadores pusieron en marcha el acto programado para impulsar el SMEtón, e iniciaron el boteo para tener recursos para los hijos de los electricistas despedidos. Esparza reiteró el llamado a los ciudadanos a no dar ni un peso al Teletón, pues es organizado precisamente por uno de los medios electrónicos “amafiado” con el poder, y apoyado por empresas que “han saqueado al país”, las que no pagan la luz ni otros servicios y evaden impuestos por medio de este mecanismo de supuesto apoyo.

“Ellos son los verdaderos beneficiados del sistema” y no los trabajadores electricistas, que ganaban 6 mil 600 pesos al mes.