viernes, 20 de noviembre de 2009

Astillero


Mafias universitarias
Briseño contra Padilla
Cuevas presupuestales
Conmemoración gulp
Julio Hernández López



La muerte del rector destituido de la Universidad de Guadalajara, Carlos Briseño Torres –todo apuntaba a un suicidio– hace emerger nuevamente los perfiles sombríos del funcionamiento de universidades públicas dominadas por grupos mafiosos que controlan la vida académica (promociones, plazas, cargos, entre otros puntos) y ejercen los presupuestos que provienen del dinero colectivo con absoluta opacidad e irresponsabilidad, supuestamente amparadas esas operaciones faccio- sas por aires de autonomía que en esos casos significan corrupción, discrecionalidad e impunidad.
Briseño fue parte distinguidísima del grupo que durante décadas ha controlado a la UdeG, el encabezado por Raúl Padilla López, y envuelto en la aureola de ser uno de quienes más solían elogiar y proclamar lealtad al jefe máximo fue convertido, en 2007, en otro más de los rectores peleles del padillismo. Briseño, sin embargo, tejió alianzas con el gobernador formal del estado, el acólito Emilio González Márquez, y el mandatario real, el cardenal Juan Sandoval, más un sector del priísmo, del que destacaba el abogado Arturo Zamora, quien había sido candidato a gobernador de la entidad por el PRI y hoy es diputado federal por ese partido (para ayudarle en ese proyecto, el entonces rector llevó a Guadalajara al periodista Marco Levario, para que le ayudara a “manejar” medios de información, sobre todo nacionales).
Con esos emplazamientos, abrió las puertas a la cúpula clerical, abrigó la esperanza de ser candidato a gobernador por el PRI en la siguiente elección y declaró una extraña guerra contra su re- ciente tutor, con quien había roto a partir de las instrucciones que éste le había dado para tratar con sentido protector el asunto de un médico especialista en trasplantes al que habían pillado en irregularidades administrativas relacionadas con la operación clínica de esa universidad. La desproporción en la pelea era evidente, pero Briseño transitó hipnóticamente ese tramo, confiado en sus presuntos aliados, atenido a una hipotética razón jurídica que le asistiría cuando el Grupo Universidad lo destituyera y él acudiera a instancias judiciales federales. Finalmente, perdió de calle, fue depuesto y la justicia federal no lo restituyó.
Pero la historia de ese pleito solamente hace luz (mortecina) sobre una realidad cotidiana, constante y, hasta ahora, impune, la de los grupos políticos universitarios que se han encaramado en las casas de estudios superiores y han pervertido sus funciones, instaurando camarillas basadas en la mediocridad leal e impedido el desarrollo libre de la creatividad, la crítica y el auténtico compromiso social (las elites que dominan a las universidades de Guadalajara y de Colima se han especializado en aparentar posturas progresistas e incluso izquierdistas, cortejando a intelectuales mediante múltiples métodos y usando el presupuesto venido de lo público para fintas culturales y artísticas varias).
Justamente cuando el asun- to de los dineros públicos, su captación y su reparto están en el centro de la atención ciudadana, es necesario plantear la importancia de que haya verdaderas auditorías (plurales, confiables, cotejables) en esos centros de estudios y que dejen de ser anacrónicas cuevas presupuestales manejadas a contentillo por estructuras políticas formadas en muchas ocasiones por grillos, porros y profesionistas grises, pero manipulables. Esa realidad universitaria secuestrada o adocenada existe en muchas partes del país y, desde luego, en instituciones nacionales. Si la muerte de Briseño ayudara a analizar y corregir esos temas, podría considerarse que ese desenlace lamentable habría servido para algo más que para demostrar el terrible destino fatal al que, entre soledad, frustración y fracaso extremo, llevan esos forcejeos universitarios por el poder mafioso.
Astillas
Se ha producido una serie de descalificaciones internacionales a la manera como ha manejado la crisis económica quien todavía el año pasado fanfarroneaba con ser el capitán de un barco de gran calado al que emocionaban los retos y dificultades fuertes porque así podría demostrar la habilidad propia y de su equipo de reacción inmediata ante catarritos... El berrinche felipista por esas descalificaciones se ha expresado a través de Carstens, tratando de refutar al Nobel Stiglitz y, de manera tragicómica, por la vía de alguien que dice ser secretario de Desarrollo Social del gobierno federal y que ha recomendado al citado premio Nobel que “mejor se ponga a leer un poquito más de México”... Vicente Reyes de León considera “respecto de las trascendentales coincidencias que reveló Calderón, entre el astronauta José Hernández Moreno y él mismo, que hay una más que no se dijo: los dos han viajado al espacio exterior, sólo que uno de los dos sigue en la luna”... Demetrio Sodi propone construir “dos deprimidos” en la delegación Miguel Hidalgo. Uno de ellos podría suponerse que está en Los Pinos, y ¿el otro?... La PGR está muy activa en la indagación del oscuro incidente del robo de cheques de caja para liquidar a trabajadores del SME, que por muchas razones ni siquiera podrían ser cobrados, y de los posibles sabotajes que habrían provocado problemas de servicio eléctrico en algunos lugares del estado de México... Otra vez, desorden peligroso en el Zócalo, ahora por la cancelación apenas anunciada horas antes de un espectáculo multimedia. Quienes no se enteraron con oportunidad de esa decisión, se toparon con agentes federales, miembros del Estado Mayor Presidencial, vallas y otras formas de entorpecimiento del tránsito ciudadano. Todo es a cuenta del desfile de caballería y carros alegóricos con que el calderonismo tratará de aparentar que de cierta manera conmemora y enaltece un aniversario más del, gulp, movimiento revolucionario... Y, mientras los líderes de las principales bancadas legislativas reparten con Los Pinos el pastel de los nuevos ministros de la Supremamente Corta, ¡feliz fin de semana, con la vista puesta en el acto del domingo en el Zócalo, luego que AMLO ha terminado su larga gira por Oaxaca!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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