En conferencia, Justine Thody, directora regional para América Latina del grupo de análisis, afirmó que lo anterior es resultado de la alta dependencia que tiene el mercado local del crecimiento estadunidense, país que en 2011 registrará otra caída en su producto interno bruto.
Explicó que la expectativa de crecimiento para México hacia 2011 es cercana a 2.2 por ciento, cuando en América Latina el crecimiento promedio para los próximos 5 años es de 3 por ciento; sin embargo, el problema es que nuestro país fue la nación más afectada por la recesión económica.
Esto será como consecuencia de la finalización de los estímulos fiscales, que ejerció el gobierno de Estados Unidos, para salir de la recesión económica global que impactó a los mercados internacionales desde el cuarto trimestre de 2008.
Al presentar el foro “Después de la tormenta: retomando la agenda del crecimiento”, la directiva sostuvo que difícilmente México incurrirá en un déficit mayor como medida para acelerar su crecimiento económico; sin embargo, también dijo que persiste una incertidumbre de que bajo el actual entorno político se puedan aprobar reformas estructurales de fondo.
Sobre los cambios en materia fiscal que pretende implantar el Ejecutivo, dijo que el gobierno tratará de reducir del gasto y descartó la posibilidad de incurrir en un déficit amplio, aunque aclaró que en medio de la recuperación es muy complicado aprobar una reforma fiscal.
No obstante, enfatizó la necesidad de aumentar la recaudación fiscal, pues no es viable que México obtenga apenas 10 por ciento del producto interno bruto en materia de recaudación, y siga dependiendo en mayor medida de las exportaciones hacia Estados Unidos.
Asimismo, criticó que en el país haya un número tan reducido de pequeñas y medianas empresas, siendo éstas las principales detonadoras de crecimiento, pero achacó esta situación al pobre financiamiento de la banca al sector productivo, equivalente a 14 por ciento, cuando en naciones como Chile alcanza hasta 70 por ciento.
Añadió que la inseguridad es un factor que ya incide en la competitividad del país, pues inversionistas nacionales y extranjeros agregan este costo en sus planes para instalarse en México.
Estimados 2010
FMI: 3.3%
Sector Privado: 2.8%
OCDE: 2.8%
Banco de México: entre 2.5 y 3.5%
Antonio Hernández. Milenio diario.
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