Según el IGAE van 11 meses consecutivos de contracción
El resultado rebasa las previsiones de analistas del sector privado
Sectores de la construcción y manufacturas retroceden 7.3 por ciento
Juan Antonio Zúñiga
Periódico La Jornada
Jueves 29 de octubre de 2009, p. 26
La economía mexicana registró en agosto una caída anual de 6.92 por ciento con un desempeño mensual 1.75 por ciento menor al de julio de este año, la mayor contracción de la actividad económica en términos mensuales desde enero pasado, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)
Medida a través del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), la economía mexicana lleva ya 11 meses consecutivos con variaciones anuales negativas, desde octubre de 2008, con lo cual se perfila a registrar en 2009 una recesión mayor a la de 1995 y la más profunda desde 1934. Entre enero y agosto de este año, la actividad económica del país presenta un desplome de 7.62 por ciento, comparado con el nivel de la producción observado en el mismo periodo de 2008.
En los dos meses considerados del tercer trimestre del año en curso (julio y agosto) la contracción anual de la economía mexicana ha sido de 6.9 por ciento, en línea con la estimación del Banco de México que espera una caída anual de entre 6 y 7 por ciento para todo el tercer cuarto del año.
Pausa en la recuperación
Sin embargo, la contracción económica observada en agosto no dejó de preocupar a los analistas del sector privado, una vez que el hundimiento anual de 6.92 por ciento rebasó sus previsiones. El consenso estimó una caída de 6.2 por ciento, en tanto los especialistas de BBVA-Bancomer esperaban una baja de 6.1 por ciento, mientras los del grupo financiero Banamex-Citigroup la proyectaban en 6.7 por ciento.
“El IGAE en agosto se comportó peor de lo esperado”, comentaron los analistas del BBVA. Pero también matizaron que “si bien la dinámica de la actividad en agosto fue menor a lo esperado, es prematuro considerarlo el comienzo de una etapa de caída, dado el comportamiento de otros indicadores domésticos de actividad, empleo o expectativas.”
En todo caso, concluyeron, “estaríamos ante una pausa en el proceso de recuperación”. Sin embargo, algunos de los indicadores que mencionan, como el del empleo, presentaron en septiembre mayores deterioros a los conocidos hasta agosto pasado. El propio Inegi documentó que la tasa nacional de desocupación ascendió a 6.41 por ciento, la más elevada en 14 años, con la cual el desempleo abarcó una afectación histórica de casi 3 millones de habitantes que buscan y no encuentran una ocupación en la economía mexicana.
Durante agosto de este año, puntualizó el organismo, la producción agropecuaria presentó un incremento de 6.1 por ciento sobre el valor que tuvo en el mismo mes de 2008, pero su participación en el total es menor a 5 por ciento; el sector terciario, que agrupa al comercio y los servicios, reportó un desplome anual de 7.5 por ciento, mientras el secundario, o industrial, tuvo un hundimiento de 7.3 por ciento bajo los niveles de un año antes.
Por el lado de las actividades primarias, su crecimiento fue resultado de avances en la agricultura por la mayor superficie cosechada en el ciclo primavera-verano, lo que implicó aumentos en la producción de cebada en grano, plátano, manzana, naranja, sorgo forrajero y papaya. La ganadería tuvo un alza anual en agosto de este año, pero no se precisó la dimensión del crecimiento.
En cuanto a la producción de las actividades industriales, el Inegi informó que la construcción y las manufacturas tuvieron retrocesos de 7.3 por ciento, respectivamente.
En la industria manufacturera en agosto los 21 subsectores de actividad que la integran registraron caídas anuales en su producción. Así ocurrió con: fabricación de equipo de transporte; equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos; extracción de petróleo y gas; industrias metálicas básicas; productos a base de minerales no metálicos; equipo de generación eléctrica y aparatos y accesorios eléctricos; productos metálicos; maquinaria y equipo; industria alimentaria; industria del plásticos y del hule; extracción de minerales metálicos y no metálicos, y en “otras industrias manufactureras”.
El sector de los servicios mostró una reducción anual de 7.5 por ciento debido a la contracción de las actividades comerciales; autotransporte de carga; servicios inmobiliarios; de apoyo a negocios; servicios profesionales, científicos y técnicos; servicios de alojamiento temporal; de preparación de alimentos y bebidas, y en el de alquiler de bienes muebles.
Por el contrario, reportaron incrementos: “otras telecomunicaciones”; compañías de fianzas, seguros y pensiones; hospitales; médicos de consulta externa y servicios relacionados; industria fílmica y del video, e industria del sonido; radio y televisión, excepto a través de Internet; servicios de reparación y mantenimiento, servicios personales, y de mensajería y paquetería.
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