sábado, 19 de septiembre de 2009

Sujeto desata balacera en andén de la estación Balderas del Metro


Agustín Salgado




Un sujeto solitario, armado con un revólver 38 especial, desató ayer por la tarde una balacera en la estación Balderas de la línea 3 del Metro. El saldo: dos muertos y ocho heridos, cinco por arma de fuego, entre ellos el agresor.



Las cámaras de seguridad del Sistema de Transporte Colectivo (STC) registraron los hechos. En las imágenes se observa la manera artera en que Luis Felipe Hernández Castillo, de 38 años, asesina con alevosía a Esteban Cervantes Barrera y Víctor Manuel Miranda Martínez.



El primero, un albañil de 58 años que enfrentó en repetidas ocasiones al agresor; el segundo, un elemento de la policía bancaria e industrial.



El reloj del andén marcaba las 17:14 horas cuando Miranda Martínez, policía adscrito a la vigilancia de las instalaciones del Metro se percató de que un individuo escribía una leyenda en una de las paredes del andén con dirección a Indios Verdes.



Sin saber que el sujeto –que vestía pantalón de mezclilla oscura y camisa guinda a rayas– estaba armado, el uniformado lo enfrentó. Comenzó el forcejeo, fueron nueve segundos de jaloneos que finalizaron cuando Hernández Castillo sacó de entre sus ropas el arma con seis tiros y la accionó en contra del policía.



El estruendo se produjo entre decenas de personas que pretendían ingresar al convoy. Algunos pasajeros corrieron, otros optaron por ingresar a los vagones. El estallido alertó a los demás elementos de seguridad, quienes, vía radio, solicitaron apoyo a la policía judicial.



Cervantes Barrera –quien viajaba en el vagón– al percatarse de la situación no se intimidó. Tras escuchar la detonación se fue sobre el homicida. Buscó someterlo y estuvo a punto de derribarlo. Sin embargo, la embestida no fue suficiente y Hernández Castillo mantuvo la vertical y el control del revólver.



Luis Felipe Hernández Castillo, originario del estado de Jalisco, asesinó ayer por la tarde a un civil y un policía e hirió con arma de fuego a cinco pasajeros en la estación Balderas del MetroFoto Notimex

Cervantes Barrera no reculó y lo volvió a intentar. En por lo menos cinco ocasiones, el pasajero se levantó del suelo e insistió en el embate. Quien sí retrocedió fue el homicida, revólver en mano. Luego de largos 11 segundos, Hernández Castillo le disparó a la cabeza.



Entonces tomó control de la situación por espacio de nueve minutos. Algunos testigos refieren que gritó consignas contra el gobierno y otros mensajes religiosos.



El agresor –que horas después se supo es originario del estado de Jalisco– se apertrechó en el interior de un vagón, disparó al aire y amenazó a los pasajeros.



Durante el forcejeo con Esteban Cervantes se le cayó su mochila. Salió del vagón para recogerla y volvió a resguardarse. Reabasteció el revólver y lo accionó de nueva cuenta.



Varios policías judiciales se desplazaron al lugar. Otros dos hicieron lo mismo en el andén. Con el arma desenfundada y flanco abierto enfrentaron a Hernández Castillo. Detrás de ellos iban varios elementos más.



Finalmente lograron someter al homicida. Fue conducido a una patrulla de la policía judicial del Distrito Federal y trasladado al hospital Ruben Leñero para atenderlo de una herida superficial producida por arma de fuego.



En el lugar fueron recogidos más de 15 casquillos percutidos, las pertenencias de Felipe Hernández y el marcador que utilizó para hacer las pintas en la pared.



Tras ser dado de alta, el agresor fue presentado en la agencia 50 del Ministerio Público, donde dio negativo a los exámenes toxicológicos.



Al cierre de esta edición, peritos de la procuraduría capitalina permanecían en la estación Balderas del Metro y en el edificio central de la representación social continuaban rindiendo declaración testigos, trabajadores del STC y elementos policiacos que participaron las acciones.

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