RICARDO RAVELO
MÉXICO, D.F., 7 de septiembre (apro).- Tras cumplir tres años al frente de la Procuraduría General de la República (PGR), Eduardo Medina Mora dejó el cargo en medio de la lucha más cruenta contra el narcotráfico y es probable que sea nombrado embajador en algún país europeo.
Debilitado políticamente tras sus fallas y, sobre todo, por la infiltración del narcotráfico en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) –cuyos exfuncionarios terminaron al servicio del cártel de los hermanos Beltrán Leyva– Medina Mora será relevado por Arturo Chávez Chávez, exprocurador de Chihuahua durante el sexenio de Francisco Barrio Terrazas.
Chávez, según su ficha, es licenciado en derecho por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey y se ha desempeñado como subsecretario de Gobernación y delegado de la PGR en su natal Chihuahua.
Un antecedente sobresale en su carrera: su relación con el político panista Diego Fernández de Cevallos, exsenador de la República y excandidato presidencial, quien ha sobresalido como nadie por sus influencias políticas y por sus habilidades para litigar incluso en contra del propio Estado.
En la Secretaría de Gobernación, Chávez Chávez fue titular del órgano Interno de Control, además de subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos.
En noviembre de 2006 fue enviado a Oaxaca por instrucciones del entonces secretario de Gobernación, Carlos Abascal, para efectuar labores de diálogo y negociación con los actores que participaban en el conflicto social que paralizó esa entidad.
Por su parte, Eduardo Medina Mora deja la PGR en el momento más crítico, aunque él asegura que deja una institución sana y fuerte, y sobre todo, con una estrecha relación con Estados Unidos, país con el que se han fortalecido lazos contra el combate al narcotráfico.
Fue 2008 el año más difícil para el exprocurador Medina Mora. Abogado postulante a quien se le identificó con Televisa, Medina Mora trabajó con el enemigo en casa: los hermanos Beltrán Leyva, hábiles para corromper e infiltrar a las instituciones del Estado, lograron penetrar la estructura de la SIEDO cuando su titular era Noé Ramírez Mandujano, quien junto con otros exfuncionarios de esa subprocuraduría –Miguel Colorado, excoordinador de inteligencia, entre otros– está preso por recibir, según la PGR, medio millón de dólares de los Beltrán.
El dinero, de acuerdo con la investigación de la SIEDO, era a cambio de que otorgaran información sobre investigaciones, operativos, extradiciones y acciones de las que tuvieran conocimiento.
Afín de "sanear" a la institución, Medina Mora anunció la "Operación Limpieza". Fueron aprehendidos varios funcionarios por sus presuntas ligas con el narcotráfico, bandas de secuestradores, entre otras mafias, pero ni así logró limpiar a la institución.
Como parte del gabinete de seguridad, Medina Mora tuvo fuertes confrontaciones con el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna. Incluso se afirma que en varias ocasiones se gritaron y se acusaron mutuamente de las fallas y desatinos en el combate al crimen organizado, en particular el narcotráfico.
De acuerdo con datos consultados al interior de la SSP y de la PGR, Medina Mora y García Luna nunca pudieron coordinarse en materia de combate a la criminalidad, por el contrario, el titular de la SSP logró tener en sus manos el control de la SIEDO, sobre todo de las investigaciones en materia de delincuencia organizada gracias a su buena relación con la subprocuradora Marisela Morales.
Según se dijo hoy poco después del nombramiento de Arturo Chávez Chávez como nuevo procurador general de la República, es posible que Medina Mora sea enviado al servicio exterior, posiblemente a una embajada, aunque en los próximos días se dará a conocer a qué país sería enviado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario