lunes, 17 de agosto de 2009

Seguros a altos funcionarios por $10 mil millones


Gastos médicos mayores y retiro individualizado, los rubros a los que, pese a la crisis financiera, se destinó el dinero en el primer semestre del año; la cantidad es superior al recorte presupuestal que se pretende hacer a la SEP y al boquete que registra el IMSS

México.- Durante los seis primeros meses de 2009, los más duros de la crisis financiera, las prestaciones a servidores públicos no sufrieron reducciones drásticas. Al contrario, siguió aumentando el monto y la proporción de dos sobresueldos para los funcionarios de mando en las entidades y dependencias del gobierno federal: alrededor de 9 mil 963 millones de pesos fueron pagados durante el semestre por seguro de gastos médicos mayores y seguro de retiro individualizado.

Tal cantidad de dinero es independiente de lo erogado por las cuotas de seguridad social y servicio médico al ISSSTE, al IMSS y de los fondos institucionales de retiro como el SAR (unos 4 mil 500 millones de pesos), prestaciones que también recibe la mayoría de quienes ocupan cargos de jefes en la administración pública.

Estas y otras erogaciones pueden confirmarse en el capítulo “IX.- Prestaciones que perciben los servidores públicos” inserto en el “Informe sobre la Situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública” del segundo trimestre de 2009.

El gasto durante el primer semestre, por los dos seguros que sólo protegen a los altos funcionarios, es superior al recorte que se pretende hacer a la Secretaría de Educación Pública (7 mil millones de pesos) y casi el triple del boquete financiero que registra el Instituto Mexicano del Seguro Social (3 mil 791 millones).

Sobresueldos

Las prestaciones que en general reciben los funcionarios públicos son clasificadas como
sobresueldos.

En el tabulador de sueldos y prestaciones de los servidores públicos de confianza, por ejemplo, para el Secretario de Economía, el salario base es de 32 mil 613.14 pesos mensuales a los que se adiciona una compensación garantizada neta por el rango de 228 mi 569. 12 pesos. Una vez hechos los descuentos diversos quedan un total neto de ingresos líquidos de 137 mil 050 pesos al mes.

Según el mismo catálogo, el secretario tiene como prestaciones garantizadas: seguro de vida institucional por al menos 40 meses de la percepción ordinaria mensual; seguro colectivo de retiro de 12 mil 500 a 25 mil pesos; prima vacacional de 50 por ciento de 10 días de sueldo base; prima quinquenal de 46 a 136 pesos mensuales; gratificación de fin de año de 40 días de sueldo base; pagos de defunción de hasta 4 meses de la percepción ordinaria; ayuda para despensa de 77 pesos al mes; vacaciones pagadas de 20 días hábiles al año en dos periodos de 10 días; uso de hasta tres vehículos y apoyo económico para uno; hasta cuatro teléfonos celulares con un crédito máximo de 13 mil 500 pesos cada uno; gasto de alimentación de 12 mil 750 mensuales.

Pero, según el informe de resultados de la economía antes referido, ni esas ni otras prestaciones son tan cuantiosas para los servidores públicos como la suma de ambos seguros adicionales: el de gastos médicos mayores y el de separación individualizada.

El de gastos médicos mayores tiene pólizas de 333 a 1000 salarios mínimos generales, que en caso de requerirse, la póliza más baja alcanza 525 mil 374 pesos. De esta, el funcionario paga voluntariamente 2, 4 y hasta 10 por ciento de su salario, misma proporción que el gobierno le adiciona.

De ese modo, además del ingreso base del secretario (salario y compensación), el gobierno federal eroga alrededor de 22 mil pesos mensuales adicionales por las prestaciones garantizadas y, además, otros 30 mil por estos dos seguros. Con todo la suma asciende a unos 190 mil pesos mensuales.

La mayoría de las prestaciones garantizadas y adicionales, con la proporcionalidad del cargo, se conceden a todos los mandos principales del sector público, de acuerdo con la reglamentación interna en rigor.

El costo

En el informe económico financiero de 2009, los montos mayores en los gastos por prestaciones para todos los servidores públicos fueron para esos dos seguros que benefician principalmente a los mandos superiores.

De acuerdo con este reporte, disminuyó casi 4 por ciento el gasto programable de los ramos administrativos de entidades y dependencias del gobierno federal incluido el IMSS y el ISSSTE. La diferencia entre lo pagado y programado al iniciar el año fue de 3.8 por ciento, para quedar en 561 mil 145 millones de pesos.

Empero, los pagos por prestaciones en esas áreas consumieron 9 de cada 100 pesos (8.88 por ciento) del gasto programable: casi 50 mil millones de pesos. En 2006, tres años antes, esa proporción era menor en un punto porcentual, apenas llegaba a 8 por ciento, como se comprueba en el indicador histórico de gasto del gobierno en servicios personales hasta 2008.

Del total de las prestaciones, solamente el pago de los dos seguros referidos consumió alrededor de 20 por ciento; esto es una erogación aproximada a los 9 mil 963 millones de pesos. En contraste, lo que se pagó por cuotas al ISSSTE o al IMSS es menos de la mitad.

Así, en los primeros seis meses del año, ambos seguros (gastos médicos mayores y de retiro) en algunas dependencias y entidades consumieron proporciones exageradas del gasto total de prestaciones:

Presidencia, 14.63 por ciento; Gobernación, 51.24 por ciento; Relaciones Exteriores sector central, 26.29 por ciento; Hacienda sector central, 37.86 por ciento; Inmujeres, 57.67 por ciento; Economía sector central, 37.31 por ciento; Comisión Federal de Competencias, 66.14 por ciento; Secretaría del Trabajo sector central, 31.7 por ciento; Procuraduría del Trabajo, 42.2 por ciento; Energía sector central, 48.72 por ciento, y Desarrollo Social sector central, 75.17 por ciento.

Un reporte especial elaborado en el Centro de Investigación y Docencia Económica por Laura Carrillo Anaya y Juan Pablo Guerrero Amparán aseguraba que ya en 2002 los salarios, compensaciones y prestaciones de los mandos superiores del gobierno mexicano eran de los más altos del mundo. Y, no han disminuido.

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