lunes, 3 de agosto de 2009

La columna de Julio Hernández :


Astillero
Séver la

La narquiada

Re-fun-dar

Salinas se renombra

Julio Hernández López

El mundo al revés (séver la): Grupos de fanáticos de la militarización del país irrum- pieron la noche del pasado sábado en cuarteles religiosos de Apatzingán en busca de dirigentes clandestinos del movimiento regional de La narquiada, quienes, al grito de ¡Viva narco rey!”, defienden la libertad de culto mercantil de yerbas, polvos y pastas. Los miembros de la secta verde olivo (cuyos profetas aseguran que no merece adoración ningún otro tipo de verde, por más golden que fuera) tomaron por asalto la Base de Operaciones que se hace llamar iglesia del Perpetuo Socorro, donde se realizaba un rito altamente sospechoso al que los participantes denominan, en clave, Fiesta de Quince Años, y en el que se suponía que estaría el enemigo público número uno de Chapolandia, el famosa Tuta que no fue aprehendido pero sí, según las primeras filtraciones del caso, otro emperador del reino del apodo selecto, La Troca, grandísimo operador de La Familia michoacana. Los arcángeles flamígeros con uniforme, pertencientes al ministerio de Los Pinos, cerraron las puertas del recinto católico y, habiendo dejado ir a niños y mujeres, y viendo que eso era bueno, mantuvieron durante más de tres horas en arraigo religioso a los varones, sometidos estos al imperio terreno de las armas y a la verificación de datos personales consultados en las alturas (es decir, mediante tecnología satelital). Finalmente, entre siete y 10 fueron los elegidos, mismos que de inmediato surcaron los cielos (en avión gubernamental) para ser con- centrados en el limbo, que en la capital del país sí existe (diga lo que diga el agente alemán Benedicto), en tanto se cumple la voluntad del Señor (Calderón).

El PRD al revés (DRP): El jefe Chucho se ha hecho ratificar (feligreses de la iglesia del chiste simplón, absténganse: no se hará aquí ningún juego chafa de palabras para decir que las ratificaciones son para las ratas, no para los humanos) como máximo dirigente absoluto y único por la franja de sus seguidores novoizquierdistas. Fuertemente fortalecido con esa fuerza, el ayatola Ortega se ha sentido con fuerza para impulsar purgas de ricino fundamentalista, primero con tra el malvado Andrés Manuel del trabajoso y convergente voto que para el perredismo fue esquivo (al que algunos de los chuchos han pedido oficialmente sea expulsado) y luego contra sus adjuntos heréticos, como Marcelo, ideológicamente exento de contaminación (pintado de verde y jugando a los ejes ecológicos); Encinas, que navega como corcho en espera de que un día las aguas se acomoden por sí mismas en su favor; Barrales, a la que ha quedado enorme el saco del liderazgo capitalino del sol azteca, y Brugada, a la que culpan de haberse resistido al atraco marca Arcírigo y haber ganado lo que sus presuntos líderes formales de partido ya daban por perdido para ella.

Susej Agetro se siente ya rencarnación de algún lama a la inversa (tal vez en su vida inmediatamente anterior se llamó Raf Aguil Talamán) y en lugar de renunciar a la presidencia formal del PRD, por los resultados negativos que tuvo en los pasados comicios, ha comenzado a transferir responsabilidades a otros. Por ejemplo, mediante la comisión de afiliación se pretende sacar tarjeta roja a unos 3 mil militantes que prefirieron participar en otros partidos porque en el suyo no se sintieron a gusto. Las técnicas de relajación que acompañan los ejercicios de depuración antes mencionados pasan por el repetir con los ojos en blanco, y las palmas de las manos hacia arriba (no necesariamente para recibir alguna ayuda económica de San Felipe), la palabra mágica Refundación, dividida en sus mántricas sílabas que retardan y adormecen. Desde ahora hay gurús que proponen el nuevo lema: ¿Democracia? ¡Ay! ¡Transa para todos!
En la bella Oaxaca también se ven cosas alrevesadas. Carlos, quien era antes el innombrable, ahora endosa tal adjetivo irónico a un Andrés Manuel que se lo había aplicado. Salinas de Gortari celebra con Ulises las fiestas del priísmo redimido y se planta (vestido de guerra: con cachucha y chaleco de combate, a más de estratégicos lentes oscuros) en el escenario de aquella entidad mientras López Obrador ha arrancado su más reciente Puebletón, con el virtual candidato Gabino Cué a un lado, el mismo al que el todavía innombrado Cesarín Nava ha dado el Beso de San Diódoro al anunciar que, de ser él quien presida al PAN, estaría dispuesto a que el citado Gabino sea candidato compartido, en una inusual alianza PAN-PRD. Mientras OLMA se va al mundo de los usos y costumbres, Gosacar se reúne en la capital oaxaqueña con la “clase política” y con los diputados federales electos que pertenecen a PRI.

Política retro: Beltrones salta desde el pasado para advertir que la cédula de identificación biométrica (que en esta columna ahorradora de espacio habrá de denominarse Cédula Hildebrando) no debe ser utilizada para ir hacia atrás en la historia, reinstalando el control de lo electoral en Bucareli. Y los pobrecitos consejeros electorales menospreciados dicen que, en todo caso, se contentan con que les den el dinero para que ellos hagan la CedHilde. Y Cesarín Nava supone que defiende a su partido al pedir a los priístas que no se relaman los bigotes (luego, se deduce, de haberse despachado enterito al pobre partido pésimamente conducido por Felipe a través de su monito de ventrílocuo llamado Germán), pues las cosas electorales suelen cambiar drásticamente, y él, el gran César, está seguro de que el PAN se levantará tan épicamente que acabará manteniendo la ocupación de Los Pinos por seis años más.

Y, mientras Obama dice que seguirá apoyando a Calderón en la “guerra” contra el narcotráfico y que, si se pudiera, le gustaría ser lo más “cooperativo” posible para aplicar en México una política como la desarrollada en Colombia (donde, ha de recordarse, los soldados gringos tomaron directamente el control de la situación, y donde ahora Álvaro Uribe ha aceptado que haya bases militares estadunidenses), ¡hasta mañana, en esta columna acalorada!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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