Fidel Samaniego
El Universal
Jueves 04 de junio de 2009
fidel.samaniego@eluniversal.com.mx
Los peligros de la pasión. En tribuna, la diputada panista Adriana Dávila despreció a su compañero de partido, Gustavo Madero, presidente del Senado y de la Comisión Permanente, en sus aspiraciones de gobernar el estado de Chihuahua, y se pronunció a favor de otro personaje, Juan Blanco Zaldívar, candidato a legislador federal, actualmente preso.
A pesar de la persecución política de la que es víctima, “Juan Blanco podrá ser diputado… ¡Y gobernador de Chihuahua!” sentenció ella, con el aplauso de varios de sus correligionarios. Madero, quien abiertamente ha dicho que quiere ser jefe del Ejecutivo estatal no estaba entonces en el recinto. El punto de acuerdo de Acción Nacional contra el gobernador Reyes Baeza fue rechazado por los legisladores del PRI y del PRD.
Todo ello, con un estentóreo debate. César Duarte, también aspirante a gobernador chihuahuense pidió la palabra para justificar la acción penal contra su ex compañero de universidad Juan Blanco. Fue entonces que Adriana Dávila pidió la palabra… para atacar a Duarte, para cuestionarlo por los gastos, dijo ella, por cuenta de la Cámara de Diputados para promover la imagen del presidente de la misma, y engolosinada, o apasionada, aseguró que Blanco será diputado y gobernador.
Juan Guerra, del PRD intervino, señaló que nadie del PAN había desmentido que Blanco es un pícaro. Rocío Morgan, también panista le gritó que qué había pasado con René Bejarano. Sereno, Guerra respondió: “Ya estuvo en la cárcel”. Y agregó: “Pero ahí está la doble moral de ustedes, con su actitud que consiste en como tú tienes tu corrupto, no te metas con los nuestros”.
La contienda electoral, la lucha política, nuevamente se manifestaron ayer en el órgano legislativo.
Los priístas decidieron dejar pasar a Benjamín González Roaro, que se le concediera licencia para dejar su curul e irse a dirigir la Lotería Nacional. Pero por conducto de Carlos Jiménez Macías reiteraron su crítica a que el presidente Felipe Calderón le haya escriturado la posesión de dicha dependencia a Elba Esther Gordillo.
Lo que no permitirán los senadores y diputados del PRI será el nombramiento de Emilio Goicoechea como nuevo embajador de México en Nueva Zelanda, Samoa e islas anexas. En su reunión previa señalaron que la designación es una burla a la política exterior de nuestro país y sobre todo, por las explicaciones que han recibido desde la Cancillería y de voces panistas: el ex secretario particular de Vicente Fox está mal de salud y le sería benéfico el clima de aquellos lares, además de que hay allá un muy buen hospital en el que se puede atender.
Legisladores. Todos contra todos. Y los peligros de la pasión…
jueves, 4 de junio de 2009
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