domingo, 19 de abril de 2009

El dueño de Germán


Federico Berrueto

2009-04-19•Al Frente

Las causas del sometimiento pueden ser el miedo, el interés o la confusión. Es un hecho que la dirigencia nacional del PAN se ha sometido al publicista de campaña sin importar los costos y las consecuencias. Con alarma se recurrió a él a partir de sondeos adversos de preferencias. La recomendación fue asociar al PRI con el narcotráfico; la disciplina de Germán se muestra en la consistencia del mensaje. La cuestión es su eficacia, también sus consecuencias. ¿A quién es funcional Germán? ¿Al Presidente? ¿Al propio PAN? No.

Si a alguien es útil Germán es a los duros del PRI, los mismos que fueron votados y repudiados en la elección de 2006. Paradójicamente, quienes perdieron en ese entonces, ahora son quienes más influencia tienen en el partido que ganó. Varios episodios lo muestran: la embestida de Martínez contra Beatriz Paredes y Peña Nieto; la singular respuesta del mismo dirigente cuando el senador Beltrones insultó al Presidente al exigirle se fajara los pantalones y, la exclusión de Manuel Espino de la lista de candidatos del PAN, dirigente durante la campaña que llevó al partido azul a ganar la Presidencia y a ser la primera fuerza parlamentaria en las cámaras.

Manda quien perdió en 2006 y es marginado quien dirigió al partido ganador en esa misma elección.

Frente a la majadera e irrespetuosa referencia a los pantalones y el cinturón presidencial —expresión tan machista como aldeana—, Germán no confrontó al senador Beltrones como estaba obligado. Como respuesta hizo propia la versión del senador —falsa, por cierto— de que había sido perseguido por el entonces presidente Zedillo y, de pasada, dio de navajazos de manera por demás cobarde, a quien no puede defenderse como es el ex presidente López Portillo y de quien podrán criticarse muchas cosas, pero fue él quien inauguró con Reyes Heroles el proceso de reforma política.

Beatriz Paredes encara la provocación por parte de Germán al asociar al PRI con el narcotráfico. La estrategia no ha dado resultado, excepto en encuestas que si en este momento se repitieran mostrarían otras cifras. Pero en el PRI los duros golpean a Beatriz Paredes, bajo la idea de que es omisa a la agresiva campaña del dirigente nacional panista. Los duros afilan machetes, mientras que la dirigencia nacional del PRI se ocupa con aplomo y serenidad, en mostrar la magnitud de la trampa germanista. Otro priista, Peña Nieto, ha recibido ataques de Germán Martínez, como fue el comunicado del CEN en el que se le hacía responsable por una falsa obstrucción a una visita de la Primera Dama a la entidad; también Germán pretendió imputarle al PRI del Estado de México, el origen del insultante juego de letras del CEN del PAN, sancionado por el IFE.

Se sabe que Espino no buscó ser candidato a diputado; por conveniencia el PAN pudo haberlo promovido. Espino tiene una efectiva representatividad en la base social del panismo. El principal problema del PAN y de su proyecto político es el pacto con el senador Beltrones, como lo argumenta el ex dirigente del PAN en su libro Señal de Alerta. La decisión de excluirle, al final de cuentas, es más útil a quienes se han beneficiado de los problemas y dificultades del Presidente.

La elección intermedia se ha vuelto guerra de lodo y de fuego cruzado. La oportunidad para triangular golpes y facturarlos a nombre de otro está a la vista y es lo que ahora advierten y padecen los principales aspirantes a la Presidencia (excepto el senador Beltrones), en boca del muchacho pendenciero, Germán Martínez, quien se regocija en lo que hace y provoca.

La estrategia en curso pretende cambiar el desenlace desastroso en la elección. Las cosas se tornan muy delicadas, pues voces interesadas sugieren que Germán no se manda solo, “tiene dueño”, dicen. Lo dicho y actuado lo imputan al Presidente, pero la cuestión de fondo es el beneficiario de lo que ocurre y no es el Presidente.

Lo cierto es que los tres panistas con mayores posibilidades para ganar la candidatura presidencial han sido enfrentados hasta de manera grosera por Germán Martínez: Creel fue relevado de la coordinación del Senado de manera majadera y humillante; a Josefina Vázquez Mota se le removió de la SEP para hacerla responsable del resultado electoral adverso; ahora Espino enfrenta la intencionada exclusión para marginarle de lo suyo, la vida partidaria. Los dos adversarios de Manlio Beltrones al interior del PRI son consistentemente golpeados, mientras que para el senador, incluso cuando de manera altanera insulta al Presidente es objeto de consideración. ¿Miedo, interés o confusión? Que cada quien resuelva, pero no hay duda que es ejemplo evidente de funcionalidad. Así acontece cuando el dueño del dirigente es el publicista.

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