miércoles, 18 de marzo de 2009

Serpientes y Escaleras. Salvador García Soto

Los frentes de Calderón
Como si no tuviera suficiente con la sangrienta guerra interna contra el narcotráfico, la peor crisis económica que afecta ya a los mexicanos y las confrontaciones políticas domésticas, el presidente Felipe Calderón decidió abrirse una nueva batalla con el poderoso vecino del norte, con el que se tensa la relación y se ahondan diferencias con la administración Obama.
En una fricción delicada, que se veía venir desde las campañas presidenciales en EU —cuando Calderón se entrevistó primero con McCain pero no con Obama, que después ya no mostró interés—, la relación bilateral ha caído en terrenos de confrontación.
Son al menos tres frentes los que se han abierto desde Los Pinos: el tema del narco y su violencia en México; el terreno diplomático, donde el gobierno recrimina comentarios e informes de funcionarios y congresistas estadounidenses; y ahora el terreno comercial, donde el gobierno calderonista decide aumentar aranceles a productos de EU, con lo que podría desatarse una guerra comercial con nuestro principal socio y destino de 90% de las exportaciones nacionales.
En descargo del Presidente cabe decir que casi todos esos frentes se abrieron como reacción a hostilidades o mensajes agresivos de Washington. Pero ¿cuál es el cálculo de pelearse con tan poderoso vecino? ¿Reaccionar virulentos y apelar al nacionalismo es la única forma de responder a las necedades y pisotones del gigante del norte? En el tema del narco, tiene razón el Presidente al acusar falta de acción y corresponsabilidad de Washington; pero eso no elimina la responsabilidad interna que no sólo debe asumirse embistiendo con el Ejército a los narcos, sino con un combate a fondo de la corrupción gubernamental y policiaca en México, que sigue protegiendo a los capos y sus organizaciones.
La indignación casi general que causa ver a El Chapo Guzmán en la lista de Forbes no justifica que el Presidente se suba al ring con una revista que no es siquiera la más seria en el ámbito financiero. Si la mitad del coraje que causó Forbes en Presidencia por incluir al narco mexicano en su lista la causara El Chapo operando en libertad, hace rato que hubieran atrapado al capo, que se pasea libremente por el país desde hace ocho años que escapó de la cárcel.

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