Escasa asistencia al acto “festivo” del sexto Encuentro mundial de las familias

En el acto “festivo” del sexto Encuentro mundial de las familias, el cardenal Ennio Antonelli lamentó que muchas familias vivan en la miseria y sean oprimidas a causa de la injusticia.

Ante unos 10 mil feligreses que no llenaron las gradas ni la sillería colocadas en el atrio de la Basílica de Guadalupe, el prelado de la curia romana, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, se refirió también a las que son víctimas de violencia, guerras, catástrofes naturales, enfermedades y malestares sociales como el narcotráfico.

El acto, que se anunció como magno y muy festivo, en el que familias de todos los continentes ofrecerían sus testimonios, quedó lejos de las expectativas. No sólo por la poca convocatoria –los organizadores inclusive se quedaron con boletos–, sino porque una pertinaz lluvia obligó a interrumpir el programa y posponer la transmisión del videomensaje del papa Benedicto XVI para este domingo.

Así, hoy, la clausura del encuentro se iniciará con el videomensaje y concluirá con una transmisión satelital en vivo, desde Roma, del pontífice.

Durante tres horas, en los tres escenarios montados en el atrio, con pantallas gigantes, pasaron jerarcas de la Iglesia católica, cantantes y grupos musicales, así como representantes de familias de México, Italia, Guatemala, Pakistán, Malawi y Estados Unidos. Todos en defensa de la familia, núcleo esencial de la sociedad y de la Iglesia misma.

La intervención del cantante Pedro Fernández y su mariachi, con las canciones Amor de madre, Cielito lindo y Me encantas, sobre todo esta última, fue de los momentos más festivos, que provocaron sonrisas del secretario de Estado del Vaticano y enviado especial de Benedicto XVI a este encuentro, cardenal Tarcisio Bertone. Emmanuel, Alexander Acha, José Cantoral y el grupo Gen Rosso subieron también al escenario, pero con menos éxito. El programa incluyó el rezo del rosario.

Postergan mensaje del Papa

La huida de feligreses casi al final del acto, a causa de la lluvia, obligó a los cardenales Tarcisio Bertone y Norberto Rivera –cuya área estaba cubierta con una carpa– a anunciar que la transmisión del mensaje grabado de Benedicto XVI sería para hoy, al inicio de la clausura, poco antes de las nueve de la mañana. El animador, en tanto, pidió a los feligreses resguardarse en la Basílica. Acto seguido impartieron la bendición. Hubo juegos pirotécnicos atrás del carrillón.

Antonelli, quien ha estado desde el comienzo del encuentro, destacó que a pesar de las dificultades y los problemas que enfrenta actualmente la familia, es “un don de Dios, patrimonio de la humanidad entera”.

El cardenal, encargado de la pastoral familiar de la curia romana, recordó el legado en favor de la familia dejado por el papa Juan Pablo II, lo que provocó unos de los aplausos más prolongados en la explanada del templo mariano. Los asistentes lanzaron porras al pontífice.

En un intento por justificar la ausencia de Benedicto XVI en el encuentro, a los que siempre asistió su antecesor, Antonelli comentó que la presencia del cardenal Bertone, segundo en la estructura del Vaticano, refleja la importancia del encuentro para el jefe de la Iglesia, así como su “cariño” hacia México.

En su mensaje, el arzobispo primado de México dijo que la semilla del evangelio continúa germinando, dando frutos en medio de las dificultades de los diversos ambientes: delincuencia, desempleo, bienestar material, secularización y persecución.

Hoy, luego de tres días del Congreso teológico pastoral y del acto festivo en el templo mariano, el Papa clausurará vía satélite, desde el Palacio Pontificio, en el Vaticano, el encuentro.