Juan Antonio Zúñiga
Con un deslizamiento de 1.58 por ciento respecto de la víspera, el peso cierra 2008 en la posición más débil frente al dólar durante este año, en el cual la moneda nacional resiente una devaluación anual de 26.70 por ciento, que hoy puede ser mayor. Por lo pronto, ahora se pagan 2.91 pesos más que al iniciar este año.
El dólar de ventanilla en bancos y casas de cambio se vendió a 14 pesos, en tanto que el interbancario, utilizado en las grandes transacciones que dominan más de 90 por ciento del mercado de divisas, cerró en 13.8350 pesos, la mayor cotización alcanzada en 2008 por la divisa estadunidense, informó el Banco de México.
Por su parte, la moneda nacional se deslizó 1.74 por ciento en la penúltima jornada de 2008, con lo cual el peso presentó una devaluación de 26.18 por ciento durante este año, y registró su mayor deterioro anual en 13 años, desde 1995, según los informes del banco central,
El peso mexicano cierra 2008 con una devaluación frente al dólar registrada propiamente la primera semana de octubre, con la que propiamente inicio la quinta crisis económica que enfrenta el país en las últimas tres décadas.
El signo de cada una de las últimas cinco crisis económicas de México fue la devaluación. Así ocurrió en septiembre de 1976, en el mismo mes de 1982, en octubre de 1987, en diciembre de 1994 y ahora en octubre de 2008.
La moneda nacional inició este año con una paridad de 10.91 pesos por dólar y termina con otra de 13.83 pesos en el tipo de cambio interbancario; en tanto que en el empleado para el cumplimiento de obligaciones en moneda extranjera, la divisa estadunidense pasó de 10.91 pesos al arrancar 2008 a 13.77 al término del mismo, a pesar de que la reserva internacional de divisas del país se encuentra en uno de sus mayores niveles históricos. Al 26 de diciembre la reserva contenía 85 mil 274 millones de dólares.
En materia de cambios, 2008 fue un año de marcados contrastes y paradojas. Según los informes del Banco de México, entre el primero y el siete de agosto el peso tuvo su posición de mayor fortaleza en seis años y por primera vez desde septiembre de 2002 su paridad frente al dólar fue menor a 10 pesos por divisa. En las grandes operaciones interbancarias se pagaron 9.90 pesos por dólar el 5 de agosto, la cotización más baja de la divisa estadunidense en un sexenio.
Hasta ese momento, la crisis económica que ya se encontraba en pleno desarrollo en Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Japón, Francia e Italia, parecía en México “un catarrito”. La actividad económica del país se mantenía en crecimiento; la reserva desbordaba divisas al grado de que a finales de julio se tomaron casi 10 mil millones de dólares para realizar prepagos de deuda externa y los acontecimientos que sacudían el ámbito financiero global parecían ajenos a la economía mexicana.
La cuenta corriente de la balanza de pagos registraba un déficit de 3 mil 508 millones de dólares, más del doble que el registrado en el mismo periodo del año pasado. Pero eso parecía menor frente a un superávit de 10 mil 183 millones de dólares en la cuenta de capital, alimentada por el ingreso de 10 mil 536 millones de inversión extranjera directa; 6 mil 511 millones de dólares de extranjeros que invierten en bonos del gobierno mexicano y mil 758 millones de capitales del exterior colocados en acciones de empresas inscritas en la Bolsa Mexicana de Valores.
Estos ingresos sustentaban la confianza de analistas del sector privado y público en la fortaleza de la economía mexicana y como consecuencia en la firmeza del peso frente al dólar. En el ámbito académico, sobre todo en la Facultad de Economía y en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, se dieron las primeras voces de alerta sobre el inminente impacto de los desórdenes financieros internacionales en el ámbito nacional.
Los primeros días de octubre los vientos cambiaron de dirección. El tipo de cambio inició una fase de deslizamiento mayor al observado en los cinco años anteriores. Al cierre del primer día de octubre se pagaban 10.97 pesos por dólar y cuatro días después, el precio de la divisa estadunidense llegó a 12.14 pesos por unidad. Una nueva devaluación de la moneda nacional estaba en pleno desarrollo.
El 8 de octubre el precio del dólar alcanzó un máximo de 13.4500 pesos y otro mínimo de 12.1900. Frente a esto, la Comisión Cambios del gobierno federal subastó 2 mil 500 millones de dólares y anunció la realización de subastas diarias por 400 millones a partir del día siguiente para hacer frente a las “condiciones de incertidumbre y falta de liquidez en el mercado cambiario”.
A través de ambos mecanismos, el Banco de México subastó 15 mil 132 millones de dólares durante el resto de 2008. Pero la devaluación no cedió y el peso no volvió a ser el mismo de agosto anterior.
La economía mexicana tampoco fue la misma. La quinta crisis en 30 años alcanzó al país y durante octubre los signos de deterioro se agravaron.
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