El Dow Jones perdió 4.73% y el Bovespa de Brasil cayó 7.75; el CAC 40 de París bajó 3.07%
Juan Antonio Zúñiga
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se hundió 5 por ciento ayer, en un contexto financiero internacional cada vez más complicado, en el que los principales centros bursátiles cerraron con fuertes pérdidas tras el anuncio de modificaciones al plan de rescate del gobierno estadunidense.
El índice industrial de Estados Unidos, el Dow Jones, cerró con una pérdida de 4.73 por ciento, mientras el tecnológico Nasdaq se abatió 5.17, y el Standard and Poor’s 500 retrocedió 5.19 por ciento. Esto, a sólo unos días de la cumbre del Grupo de los 20 (G-20), que se realizará el próximo fin de semana en Washington D.C.
Las bolsas europeas también cerraron con retrocesos: el francés CAC-40 concluyó con un descenso de 3.07 por ciento respecto a la víspera, y el Dax 30 de Frankfurt terminó con una baja de 2.96 por ciento. En América Latina la bolsa más afectada fue la de Brasil, la cual concluyó la sesión con un hundimiento de 7.75 por ciento.
En tanto, en México, además de la negativa jornada bursátil, el peso se debilitó más por la persistente demanda de divisas en el mercado de cambios por parte de inversionistas extranjeros, que buscan posiciones más seguras para sus recursos.
Fue “un repunte de la aversión global al riesgo, el que golpeó ayer a los mercados emergentes, incluido México”, comentó el analista de la casa de bolsa Banamex Accival, Alberto Gómez Alcalá, quien precisó que en el caso mexicano “bonos, percepción de riesgo país, peso y acciones, se deprecian debido al nerviosismo externo”.
A su vez, los analistas Luis Flores y Marco Villalpando, del departamento de estrategia y análisis de Ixe Grupo Financiero, afirmaron que la volatilidad de la víspera fue “consecuencia de un regreso del nerviosismo a nivel internacional”.
En este contexto, informes del grupo financiero Banamex revelan que en octubre pasado los inversionistas extranjeros se deshicieron de bonos de largo plazo emitidos por el gobierno federal por alrededor de 5 mil millones de dólares, casi una quinta parte menos de los 25 mil 500 millones de dólares, valor de los bonos propiedad de extranjeros registrado en septiembre.
Durante la jornada de ayer en la BMV, una vez más se resintió el arrastre de los mercados internacionales sobre el mexicano. La jornada estuvo caracterizada por una constante caída en el precio de las acciones que conforman la muestra del Indice de Precios y Cotizaciones (IPC), el cual retrocedió 990.30 unidades para ubicarse finalmente en 18 mil 804.95 puntos, el quinto menor nivel observado durante este año.
Tanto en Estados Unidos como en México fue notoria la propensión de los inversionistas a deshacerse de los títulos de empresas mexicanas que cotizan en ambos mercados, para hacerse de la liquidez que exige la creciente escasez de créditos en el mundo. Las acciones del minero Grupo México resintieron una baja de 8.86 por ciento, una proporción similar a la caída sufrida por los títulos de la cementera Cemex, mientras la gigantesca Televisa cayó 5.61 por ciento. Ni siquiera las acciones del mayor corporativo de la BMV, América Móvil, se salvaron, pues perdieron en la jornada 4.14 por ciento.
La bolsa mexicana otra vez está en el tobogán de las pérdidas, con un retroceso de 33.28 por ciento en el valor de mercado, en términos anualizados.
Presión cambiaria
A pesar de que el Banco de México ayer declaró desiertas dos subastas de 400 millones de dólares cada una por falta de postores, la demanda de divisas por parte de los bancos para atender las órdenes de sus clientes corporativos elevó el precio de la moneda estadunidense a una cotización de 13.04 pesos por unidad, 2.19 por ciento más caro que en la víspera.
A lo largo de las últimas cuatro jornadas el tipo de cambio delinea una nueva tendencia devaluatoria para la moneda nacional. El precio de la divisa pasó de 12.76 pesos, el 7 de noviembre a 12.82 el lunes 10; para el día 11 hubo un nuevo aumento, a 12.9425 y ayer, a 13.04 pesos por dólar.
Aún con la presión del tipo de cambio, el Banco de México anunció el comienzo, a partir de este viernes, de subastas de swaps de tasas de interés a 3 mil 640 días de plazo (10 años) para ofrecer mejores condiciones de liquidez en los mercados.
El mecanismo, explicó la institución, forma parte de las medidas anunciadas por el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, el pasado octubre, “para restablecer la liquidez y el funcionamiento ordenado de los mercados financieros nacionales”.
jueves, 13 de noviembre de 2008
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