De los cien compromisos de campaña, prometidos por el actual presidente, aproximadamente noventa, han sido cumplidos.
Se dice fácil.
En once meses de mandato, el trabajo de transformación en el país, es fácilmente apreciable y las evidencias no se basan únicamente en datos que proporcionen las distintas instancias de gobierno, o los órganos autónomos que miden la actividad nacional.
El ciudadano común puede sentir y vivir ese cambio de rumbo, que acerca beneficios reales a su persona y a su familia.
El salario mínimo subió en un dieciséis por ciento en este año. Los precios de los combustibles no registraron incremento alguno. Los programas sociales se extendieron e incrementaron sus beneficios, a favor de quienes menos tienen. Los medicamentos están disponibles en la mayoría de las clínicas de salud y el cuadro básico se amplía en favor de los trabajadores y sus familiares.
Todos estos compromisos cumplidos, no requieren de medición alguna. Son evidentes y comprueban que el cambio prometido, está en marcha.
Hoy, durante la conferencia mañanera, el presidente de México, se dijo agradecido por el tiempo que le toca vivir, como gobernante de un país como México.
Y quiero destacar el especial agradecimiento que hizo en ese momento, a las “benditas redes sociales”, por estar cerca de él y defender su causa (que es la de la verdad), en todo momento.
Somos testigos de la batalla que se verifica permanentemente en redes sociales, entre quienes apoyan al gobierno de la Cuarta Transformación y aquellos que añoran los tiempos neoliberales, donde la corrupción e impunidad, eran normas de vida y conducta, aceptadas por el gobierno conservador en turno.
Twitter, es la zona minada en redes sociales, donde la batalla entre estas dos posiciones políticas, se verifica a diario.
En su columna de este día en El Financiero y en su portal digital, Raymundo Riva Palacio califica nuevamente a Twitter, como la “cantina llena de borrachos”, donde es imposible dialogar. La frase no es suya, pero tiene inclinación a usarla de vez en cuando.
En realidad, esta plataforma adquiere la apariencia de una cantina, para los periodistas conservadores que en su intento por justificar y sacar a flote al neoliberalismo, arman sus notas diarias con mentiras y falsedades que quieren hacer pasar como verdades.
La audiencia en redes no les compra ya su producto adulterado y les señala vehementemente su calidad de mentirosos y cómplices del desastre nacional en que vivimos. El único borracho es entonces el periodista que no puede comprender la razón del rechazo general, cuando en tiempos neoliberales era considerado un profesional de la noticia. Era en realidad, un chacal más, dentro de la gran manada que apoyaba, adulaba y recibía beneficios de quienes corruptamente gobernaban.
Noventa compromisos cumplidos y un apoyo contundente de la ciudadanía, al proyecto de Cuarta Transformación. En ese espacio se han movido las redes sociales, desde mucho antes de que el presidente llegara al gobierno.
Fueron uno de los instrumentos que combatieron con decisión, a favor del cambio.
Ganaron la batalla de la información a los medios de comunicación tradicionales y sacaron a la luz una verdad desconocida para la mayoría de los mexicanos. Esa verdad que pone en evidencia el fracaso del sistema neoliberal en el país, es uno de los logros de la Cuarta Transformación y de las redes sociales.
Los empeños de la clase conservadora por desacreditar al actual gobierno, usando como siempre, verdades a medias y mentiras descaradas, se estrella ante el muro de las redes que hoy se saben actores principales en la construcción de la nueva historia del país.
Periodistas como Riva Palacio y otros como él, están acostumbrados y se sienten a gusto con el lector pasivo, que acepta con docilidad lo que ese tipo de prensa les brinda. Prefieren ciudadanos que construyen su opinión personal, en base a información predigerida y aderezada por el viejo periodismo. Así fue nuestra sociedad durante muchas décadas. Letárgica, adormecida por el canto no de sirenas, sino de tiburones del periodismo que hicieron fortunas considerables, a la sombre de la corrupción.
Toca a las redes sociales continuar esta batalla por el verdadero derecho a la información y en defensa de la Cuarta Transformación.
Ayer fuimos testigos de la manera sucia en que actúan los usuarios de redes sociales, afines a la causa conservadora. Hay estudios oficiales que dan cuenta de que las granjas y redes de bots, son la herramienta preferida de los grupos reaccionarios.
Expresidentes, hijos de expresidentes y empleados de expresidentes, están involucrados en esa guerra sucia, que no tiene otra finalidad que la de desacreditar a un gobierno que rompe definitivamente con el neoliberalismo e impulsa la democracia verdadera.
Hoy, atestiguamos como un hecho lamentable, en el que murieron varios niños y una mujer, en una zona apartada del estado de Chihuahua, es utilizado por la derecha para atacar al gobierno federal, sin ningún respeto por las personas que fallecieron en el lamentable evento.
Los bots recién denunciados, continúan su actividad diaria, sin modificar su conducta y sin recibir castigo alguno por quienes administran la plataforma en Twitter. Esa es la parte negativa en las redes sociales. Pero afortunadamente, son pocos.
Este panorama sobre lo que está sucediendo en redes, tiene como finalidad el dejar constancia de lo importante que resulta nuestra opinión personal en cualquiera de las plataformas que utilicemos. Solo así combatimos la desinformación.
Por otra parte, debemos tener claro que la Cuarta Transformación y el trabajo ciudadano en redes sociales y en la vida diaria, marchan en paralelo. Hoy el presidente nos habla de un noventa por ciento de promesas de campaña cumplidas y nos dice que el apoyo del pueblo fue fundamental para alcanzar la meta.
Hay mucho camino por recorrer todavía. Cinco años más de gobierno del cambio. Las primeras metas, están a punto de completarse, pero hay nuevos retos que requerirán trabajo del gobierno y apoyo de la sociedad.
Principalmente en el área de seguridad y paz, el camino será largo y plagado de dificultades naturales, por una parte, y artificiales creadas por el periodismo y los grupos conservadores interesados en desestabilizar al país.
Ahí es donde habrá que trabajar duro. El presidente pidió un año más, como margen de comprensión y confianza ciudadana, para que puedan verse los primeros resultados en materia de seguridad. Ese año será difícil. Hay mucho por hacer y el trabajo de reconstrucción del tejido social, arrancó casi de cero.
Tenemos confianza en que López Obrador y el gobierno de la Cuarta Transformación, harán la parte que les corresponde. En un año, el panorama nacional habrá cambiado mucho.
Como ciudadanos, hagamos la que nos corresponde.
Las “benditas redes sociales” son un factor de suma importancia para el cambio verdadero en el país.
Dejemos a los borrachos en su cantina y hagamos verdaderamente nuestro, a un país que nos pertenece por derecho.
Todos somos la Cuarta Transformación.
Se dice fácil.
En once meses de mandato, el trabajo de transformación en el país, es fácilmente apreciable y las evidencias no se basan únicamente en datos que proporcionen las distintas instancias de gobierno, o los órganos autónomos que miden la actividad nacional.
El ciudadano común puede sentir y vivir ese cambio de rumbo, que acerca beneficios reales a su persona y a su familia.
El salario mínimo subió en un dieciséis por ciento en este año. Los precios de los combustibles no registraron incremento alguno. Los programas sociales se extendieron e incrementaron sus beneficios, a favor de quienes menos tienen. Los medicamentos están disponibles en la mayoría de las clínicas de salud y el cuadro básico se amplía en favor de los trabajadores y sus familiares.
Todos estos compromisos cumplidos, no requieren de medición alguna. Son evidentes y comprueban que el cambio prometido, está en marcha.
Hoy, durante la conferencia mañanera, el presidente de México, se dijo agradecido por el tiempo que le toca vivir, como gobernante de un país como México.
Y quiero destacar el especial agradecimiento que hizo en ese momento, a las “benditas redes sociales”, por estar cerca de él y defender su causa (que es la de la verdad), en todo momento.
Somos testigos de la batalla que se verifica permanentemente en redes sociales, entre quienes apoyan al gobierno de la Cuarta Transformación y aquellos que añoran los tiempos neoliberales, donde la corrupción e impunidad, eran normas de vida y conducta, aceptadas por el gobierno conservador en turno.
Twitter, es la zona minada en redes sociales, donde la batalla entre estas dos posiciones políticas, se verifica a diario.
En su columna de este día en El Financiero y en su portal digital, Raymundo Riva Palacio califica nuevamente a Twitter, como la “cantina llena de borrachos”, donde es imposible dialogar. La frase no es suya, pero tiene inclinación a usarla de vez en cuando.
En realidad, esta plataforma adquiere la apariencia de una cantina, para los periodistas conservadores que en su intento por justificar y sacar a flote al neoliberalismo, arman sus notas diarias con mentiras y falsedades que quieren hacer pasar como verdades.
La audiencia en redes no les compra ya su producto adulterado y les señala vehementemente su calidad de mentirosos y cómplices del desastre nacional en que vivimos. El único borracho es entonces el periodista que no puede comprender la razón del rechazo general, cuando en tiempos neoliberales era considerado un profesional de la noticia. Era en realidad, un chacal más, dentro de la gran manada que apoyaba, adulaba y recibía beneficios de quienes corruptamente gobernaban.
Noventa compromisos cumplidos y un apoyo contundente de la ciudadanía, al proyecto de Cuarta Transformación. En ese espacio se han movido las redes sociales, desde mucho antes de que el presidente llegara al gobierno.
Fueron uno de los instrumentos que combatieron con decisión, a favor del cambio.
Ganaron la batalla de la información a los medios de comunicación tradicionales y sacaron a la luz una verdad desconocida para la mayoría de los mexicanos. Esa verdad que pone en evidencia el fracaso del sistema neoliberal en el país, es uno de los logros de la Cuarta Transformación y de las redes sociales.
Los empeños de la clase conservadora por desacreditar al actual gobierno, usando como siempre, verdades a medias y mentiras descaradas, se estrella ante el muro de las redes que hoy se saben actores principales en la construcción de la nueva historia del país.
Periodistas como Riva Palacio y otros como él, están acostumbrados y se sienten a gusto con el lector pasivo, que acepta con docilidad lo que ese tipo de prensa les brinda. Prefieren ciudadanos que construyen su opinión personal, en base a información predigerida y aderezada por el viejo periodismo. Así fue nuestra sociedad durante muchas décadas. Letárgica, adormecida por el canto no de sirenas, sino de tiburones del periodismo que hicieron fortunas considerables, a la sombre de la corrupción.
Toca a las redes sociales continuar esta batalla por el verdadero derecho a la información y en defensa de la Cuarta Transformación.
Ayer fuimos testigos de la manera sucia en que actúan los usuarios de redes sociales, afines a la causa conservadora. Hay estudios oficiales que dan cuenta de que las granjas y redes de bots, son la herramienta preferida de los grupos reaccionarios.
Expresidentes, hijos de expresidentes y empleados de expresidentes, están involucrados en esa guerra sucia, que no tiene otra finalidad que la de desacreditar a un gobierno que rompe definitivamente con el neoliberalismo e impulsa la democracia verdadera.
Hoy, atestiguamos como un hecho lamentable, en el que murieron varios niños y una mujer, en una zona apartada del estado de Chihuahua, es utilizado por la derecha para atacar al gobierno federal, sin ningún respeto por las personas que fallecieron en el lamentable evento.
Los bots recién denunciados, continúan su actividad diaria, sin modificar su conducta y sin recibir castigo alguno por quienes administran la plataforma en Twitter. Esa es la parte negativa en las redes sociales. Pero afortunadamente, son pocos.
Este panorama sobre lo que está sucediendo en redes, tiene como finalidad el dejar constancia de lo importante que resulta nuestra opinión personal en cualquiera de las plataformas que utilicemos. Solo así combatimos la desinformación.
Por otra parte, debemos tener claro que la Cuarta Transformación y el trabajo ciudadano en redes sociales y en la vida diaria, marchan en paralelo. Hoy el presidente nos habla de un noventa por ciento de promesas de campaña cumplidas y nos dice que el apoyo del pueblo fue fundamental para alcanzar la meta.
Hay mucho camino por recorrer todavía. Cinco años más de gobierno del cambio. Las primeras metas, están a punto de completarse, pero hay nuevos retos que requerirán trabajo del gobierno y apoyo de la sociedad.
Principalmente en el área de seguridad y paz, el camino será largo y plagado de dificultades naturales, por una parte, y artificiales creadas por el periodismo y los grupos conservadores interesados en desestabilizar al país.
Ahí es donde habrá que trabajar duro. El presidente pidió un año más, como margen de comprensión y confianza ciudadana, para que puedan verse los primeros resultados en materia de seguridad. Ese año será difícil. Hay mucho por hacer y el trabajo de reconstrucción del tejido social, arrancó casi de cero.
Tenemos confianza en que López Obrador y el gobierno de la Cuarta Transformación, harán la parte que les corresponde. En un año, el panorama nacional habrá cambiado mucho.
Como ciudadanos, hagamos la que nos corresponde.
Las “benditas redes sociales” son un factor de suma importancia para el cambio verdadero en el país.
Dejemos a los borrachos en su cantina y hagamos verdaderamente nuestro, a un país que nos pertenece por derecho.
Todos somos la Cuarta Transformación.
Malthus Gamba
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