La alegría de la gente marcó la diferencia en la celebración del primer Grito de Independencia que arengó el presidente Andrés Manuel López Obrador, en comparación con los festejos de sexenios anteriores, coincidieron algunos de los asistentes al Zócalo capitalino, quienes dijeron que en esta ocasión no hubo acarreados.
Durante la celebración por el 209 aniversario del Grito de Independencia --que se prolongó después de la una y media de la madrugada de este domingo--, la gente gritó “Presidente”, “¡sí se pudo!”, “Obrador” y “es un honor estar con Obrador”.
Víctor Cabrera, residente de Cuauhtémoc, comentó que lo que más le gustó fueron los juegos pirotécnicos y “la alegría que veo en toda la gente, que hay en nosotros, muy pocas veces he sentido esto”.
Jazmín Pineda, habitante de Miguel Hidalgo, mencionó que la celebración “es muy diferente, todos los gritos anteriores estaban llenos de acarreados y ahora sí vino la gente de corazón, que apoya a Andrés Manuel o que votó por él. Los que hemos venido, cada año, veíamos cómo llegaban todos los acarreados”.
Los visitantes a la Plaza de la Constitución y los que se quedaron en las calles aledañas en medio de la multitud respaldaron el apoyo a López Obrador.
“Ahora miles de personas vinimos a festejar con él, de voluntad, nadie vino de acarreado, todo mundo de voluntad, por eso la gente gritó ¡sí se pudo!, sí se pudo! Y ¡presidente! Porque es un orgullo que tome en cuenta a la gente pobre”, dijo Carlos Villanueva.
Ataviado con traje de charro --acompañado por su esposa Margarita Arellano y un grupo de amigos provenientes de Bogotá, Colombia--, comentó que “nos gustó mucho porque el pueblo estaba muy contento”.
José Manuel Tello, residente de Azcapotzalco, llegó con su hijo que vive en Oaxaca, pero con tono resignado confesó que no alcanzó a entrar en la Plaza de la Constitución con lo se quedaron atrapados en medio de la multitud en la calle 5 de mayo.
“Lo que se alcanzaba a ver, un piquito nada más, porque ya llegamos tarde, había mucha gente”, tras mencionar que lo mejor del festejo fue que la seguridad no era estricta y que se hayan eliminado los filtros de revisión que realizaban los elementos del Estado Mayor Presidencial en años anteriores y que le tocaba atravesar tres arcos detectores de metales para poder acceder.
“Me gustó muchísimo, me encantó”, dijo Ramiro Castillo quien junto con su esposa de origen venezolano están de visita en el país con motivo de los festejos patrios. Mañana regresan a Florida, Estados Unidos.
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