Estos hechos han generado un gran descontento y reclamos contra la Secretaría de Cultura, quien ha tenido que salir a aclarar el asunto. Y es que en México, Estado laico, los edificios públicos no pueden por ley albergar en sus espacios la organización de eventos de culto.
Desde el inicio de la nueva administración, la Secretaría de Cultura ha recibo una lluvia de críticas, empezando por la protesta en contra a un presunto recorte de presupuesto al sector.
Ciudad de México, 17 de mayo (SinEmbargo).– La Secretaría de Cultura, que abrió con escándalos el sexenio, lo volvió a hacer. Y ahora fue en el máximo recinto de las artes: el Palacio construido a principios de siglo y que es, para muchos, el gran referente de la capital mexicana sólo comparado con Palacio Nacional, el Zócalo mismo, el Castillo de Chapultepec o el Monumento a la Revolución.
El Palacio de Bellas Artes, uno de los recintos culturales más importantes de la capital mexicana, albergó el evento “El Guardián en el Espejo”, lo que parecía ser un concierto más entre los cientos que acoge la sede cultural, resultó ser un intento de gala homenaje al dirigente de la iglesia La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García.
Estos hechos han generado un gran descontento, así como decenas de reclamos, además de que ha obligado a la Secretaría de Cultura a salir a aclarar el asunto. Y es que en México, Estado laico, los edificios públicos no pueden por ley albergar en sus espacios la organización de eventos de culto.
“A la luz del evento religioso celebrado en Bellas Artes, solo señalar que este año la entrega de los Arieles de la @AcademiaCineMx no se celebrará ahí –su sede durante décadas– por recortes al presupuesto de cultura. Nuevas prioridades”, escribió en Twitter la crítica cultural de Letras Libres, Fernanda Solórzano.
El escritor identificado con la izquierda, Fabrizio Mexía criticó: “Le abren las puertas a La Luz del Mundo y resucitan a Sari Bermúdez”.
Desde el inicio de la nueva administración, la Secretaría de Cultura ha recibo una lluvia de críticas, empezando por la protesta en contra a un presunto recorte al sector.
Así como la renuncia prematura del escritor Mario Bellatin, quien fungió apenas unos meses como director del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca). Aunque oficialmente se informó que la renuncia se debió a motivos de salud, ésta se dio en medio de los reclamos por el retraso de la convocatoria del Programa de Apoyo a Grupos Artísticos y Profesionales de Artes Escénicas México en Escena. Además del despido del editor Daniel Goldin, quien era el director de la Biblioteca Vasconcelos.
El pasado 17 de marzo, incluso un grupo de 300 artistas y promotoras culturales rechazaron la forma “improvisada” en la que la nueva administración federal ha dirigido el Fonca.
En una carta dirigida a la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, se manifestaron contra las medidas que prevé implementar como convocatorias permanentes, el otorgamiento de montos diferenciados a creadores y también por el “linchamiento” del que han sido víctimas por recibir becas gubernamentales.
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