Norman Foster, arquitecto del NAICM tiene un largo historial de pifias: sus puentes se tambalean, sus bibliotecas tienen goteras, una torre en Las Vegas fue demolida, y el costo para mantener sus obras es altísimo
Regeneración, 23 de octubre de 2018. Ni siquiera el diseño arquitectónico del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco estaría bien planeado. Incluso si llegara a construirse y empezara a operar, el mantenimiento para limpiar su estructura de cristal sería altísimo.
Lo anterior es porque el arquitecto de la obra, sir Norman Foster, tiene un amplio historial de pifias alrededor del mundo: una torre suya en Las Vegas tuvo que ser demolida, su puente sobre el Támesis se tambalea, su biblioteca en Berlín gotea por todos lados, entre muchas otras.
En vísperas de la consulta ciudadana que decidirá el futuro del nuevo aeropuerto capitalino (en Texcoco o en Santa Lucía), personajes públicos han alabado “la calidad de la obra” del premiado Norman Foster, contratado por Fernando Romero, yerno del empresario Carlos Slim, para diseñar el NAICM.
En vista de ello, Regeneración se dio a la tarea de investigar qué tanto hay de verdadero en estas afirmaciones y lo que halló fueron muchas fallas de planeación en las obras de Foster.
¿Quién lavará las ventanas?
Una columna de enero de 2017, escrita por el Premio Nacional en tecnología y diseño, Raúl Rojas González, en La Jornada, da cuenta de los errores y tropiezos del arquitecto, quien “planea en computadora” y olvida temas de sentido común como el mantenimiento y limpieza de sus obras.
Además de los hundimientos y daños ambientales que implica construir una obra de tal envergadura en Texcoco, el mantenimiento de los cristales del aeropuerto podría costar más de tres millones 510 mil pesos al año, lo que paga la alcaldía de Londres (140 mil libras) para que laven las ventanas.
Esto se debe a que la estructura del aeropuerto de Texcoco consta de decenas de miles de ventanas triangulares, montadas en forma de “bóveda catenaria invertida” que está a decenas de metros sobre el nivel del suelo.
Si se considera que la estructura estará hecha de vidrio ligero, resultaría imposible para cualquier trabajador subir ahí y limpiarla.
También se considera que no habría una manera barata ni de enfriar ni de calentar el aire del interior del aeropuerto y que posiblemente se llene de goteras también.
Los 5 errores de Norman Foster en todo el mundo
Pero no nos quedemos en el caso del aeropuerto mexicano, sir Norman Foster, galardonado con el premio Pritzker en 1999 y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2009, ha cometido graves errores en sus obras a lo largo del mundo.
Tan solo el arquitecto e ingeniero civil español, Santiago Calatrava, ha dicho sobre el arquitecto del NAICM que es “un hombre temible” y “un arquitecto mediocre”:
1. El Ayuntamiento de Londres
Como señala Rojas González, la alcaldía de Londres fue diseñada por la firma Foster and Partners, es una estructura redonda de metal y cristal que requiere de una inversión de 140 mil libras (tres millones 510 mil pesos) al año sólo para limpiar las ventanas.
Debido al fuerte uso de cristal en su estructura, el edificio es sumamente ineficiente en términos de consumo de energía; emplea 375 kilovatios hora sobre metro cuadrado, cada año, de acuerdo con una evaluación del periódico británico The Guardian.
El edificio no es muy amplio; tiene 45 metros de altura y tres mil ventanas en total, lo que contrasta con el NAICM, que tendrá una extensión de 743,000 metros cuadrados.
2. La Biblioteca Filológica de la Universidad Libre de Berlín
Norman Foster también diseñó la Biblioteca Filológica de la Universidad Libre de Berlín, inaugurada en 2005. Se trata de una semiesfera de paneles de metal y cristal en forma de “cerebro”.
Cuatro años después de inaugurada goteaba por todos lados, señala Rojas González.
El costo de cambiar los empaques de las ventanas, que pierden regularmente su hermeticidad por lo curvo de los paneles, es de 60 mil euros (un millón 300 mil pesos) al año.
La extensión de este edificio es de tres mil 520 metros cuadrados, según datos registrados sobre la estructura.
3. El Puente del Milenio en Londres
Norman Foster también diseñó el Puente del Milenio (Millennium Bridge) en Londres, como una obra para peatones.
Tuvo que ser clausurado tres días después de su inauguración en el año 2000, pues el paso de la gente causaba que el puente tambaleara hasta unos 20 centímetros.
Tras dos años de obras el puente por fin pudo ser transitable.
4. La torre Harmon en Las Vegas
Este edificio, obra de Norman Foster, tuvo que ser demolido antes de su inauguración.
La torre “The Harmon”, en Las Vegas, Estados Unidos, estaba destinada a ser un hotel exclusivo de 49 pisos, pero sus errores de planeación costaron que fuera desmontada hasta los cimientos.
Luego de que se finalizara la construcción de los primeros 15 pisos, en 2008, inspectores de Las Vegas hallaron una mala instalación de la barra de refuerzo por lo que el proyecto tuvo que reducirse a 25 pisos.
La construcción continuó y se estableció su inauguración para el 2010, pero un informe de ingeniería determinó que el hotel podía hundirse sobre el terreno en caso de terremoto.
La obra concluyó y tuvo que ser desmontada pieza por pieza cuatro años después porque, como se hallaba en una zona muy transitada, no podía demolerse con explosivos.
Esto tuvo un costo de 11.5 millones de dólares (alrededor de 220 millones de pesos).
5. La tienda de Apple en Chicago
Una tienda de la cadena Apple, diseñada también por Foster, puso en peligro a la gente que transitaba cerca de ella.
El arquitecto no consideró el clima de Chicago, Estados Unidos, y diseñó el techo de la estructura en forma de laptop de Apple.
El problema fue que el techo acumulaba hielo y cúmulos de nieve que después resbalaban y podían caer sobre la gente que transitaba la zona, señaló la publicación estadounidense Architectural Digest.
Además de lo anterior, turistas han reportado que las ventanas de la tienda presentan cuarteaduras.
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