martes, 25 de septiembre de 2018

La llorona oposición del PRI y el PAN


Se trata de una oposición llorona, simplona, superflua, vacía de contenido. Foto: Twitter @XochitlGalvez

Acostumbrados a la porcelana inglesa desde las mieles del poder, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN), ambos seriamente castigados por el electorado en las últimas elecciones, exhiben su propia descomposición desde la oposición.
Se trata de una oposición llorona, simplona, superflua, vacía de contenido. Seguramente la falta de costumbre los tiene desubicados. No encajan, no cuadran, no se hallan, no saben ni por donde, tampoco atinan a tomar posiciones, ni siquiera definiciones en temas importantes.
Pobrecitos. A la primera, los otrora hombres poderosos del poder, les sale el clasismo porque toman fruta en vasos de cartón como el senador Miguel Ángel Osorio Chong. El poderoso político que ha disfrutado durante décadas los beneficios millonarios de estar en el poder, se revuelve en su asiento porque les dan jícama en un vaso de cartón.
Mientras sobrevivimos a un país en ruinas dejado por él y su patrón Enrique Peña Nieto, para el senador Osorio Chong, lo más importante es la vajilla de porcelana que antes disfrutaban los príncipes del Senado acostumbrados a multimillonarios dispendios y por eso llora amargamente, porque rechaza indignado, los vasos de cartón ecológico que no le gusta usar y denuncia este tipo de “austeridad populista extremista”.
El líder parlamentario del PRI y coordinador de los senadores, va más allá en su quehacer de oposición. En lugar de aclarar el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, cuya operación de Estado desde su puesto de Secretario de Gobernación, ha dejado en la impunidad esta enorme tragedia, el senador Osorio Chong ha preferido el silencio hermético y únicamente lo rompe para defenderse diciendo que él impulso “las investigaciones” de lo ocurrido en Iguala, Guerrero.
Pero comprendan por favor, el senador Osorio Chong no sabe hacer oposición. No la conoce. Es natural. Tal vez por eso en lugar de debatir, acusa y acusa. Ahora denuncia un “acuerdo mordaza” del grupo mayoritario de Morena que acordó disminuir a la mitad los tiempos de uso de la tribuna de los príncipes del Senado y el Congreso. Porque eso han sido hasta ahora. Diputados y senadores han sido una especie de realeza por encima del nivel de vida del resto de los ciudadanos, con sus bonos, gastos especiales, primas, autoregalos millonarios y demás beneficios que parece haber llegado a su fin.
Y aunque no lo crean, existe algo llamado “justicia poética”. Y eso es lo que estamos viendo. La verdad, da mucho gusto ver las rabietas de Osorio Chong y sus compañeros de bancada. Increíblemente, los priistas se quejan ahora del “autoritarismo” del grupo mayoritario, cuando en el pasado, ellos fueron el grupo mayoritario e hicieron y deshicieron a su antojo, reformas y tranzas varias para sus intereses.
Pero si a gustos gustosos vamos, lo mejor de los últimos días ha sido ver a los panistas encabezados por Damián Zepeda y Gustavo Madero Muñoz con un esparadrapo en forma de cruz en su boca para denunciar la supuesta “mordaza” del grupo mayoritario al reducir los tiempos en tribuna. Fue todo un espectáculo poético.
La verdad, los mexicanos ya nos merecíamos este tipo de shows. Es maravilloso presenciar los llamados “choques” entre la oposición y Morena, ver como los indignados abandonan el recinto arropados en la bandera de víctimas.
Ver a los senadores y diputados priistas y panistas tomar una cucharada de su propio chocolate, es verdaderamente placentero. En particular, porque da gusto que empiecen a sentir el castigo de los ciudadanos. Las urnas fueron una fuente de inspiración a la hora de votar. Y esto es lo que se merecen el PRI y el PAN por incrementar 30 millones más de pobres, por arruinar la economía de los trabajadores con sus reformas pactadas, por privatizar la educación y lanzar al abismo a la educación pública, por militarizar las calles e provocar la muerte de 250 mil mexicanos durante sus últimos sexenios, por aumentar de manera acelerada la riqueza de los ricos de México y convertir la desigualdad social en el pan de cada día.




1 comentario:

Unknown dijo...

"La verdad, los mexicanos ya nos merecíamos este tipo de shows." No se dice "shows", se dice espectáculos o funciones.

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