César Arellano García
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de agosto de 2018, p. 5
Miércoles 22 de agosto de 2018, p. 5
Cancelar la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México saldría caro y ocasionaría pérdidas por más de 160 mil millones de pesos, cien mil que ya fueron invertidos y 60 mil por compensación, afirmó Fernando Gómez Suárez, analista del sector aeroportuario.
Sería tirar el dinero a la basura pues saldría más caro indemnizar a las constructoras, generaría una serie de demandas y 30 por ciento del avance de la estructura sería inservible, agregó.
En tanto, José Alfredo Covarrubias Aguilar, secretario general del Sindicato Nacional de Controladores Aéreos (Sinacta), dijo que desde hace más de una década se requiere de una nueva terminal aérea porque la actual está saturada. Agregó que la operación simultánea del actual aeropuerto y la Base Militar de Santa Lucía sería limitada, y señaló que ya solicitaron a la nueva administración participar en la reunión que pretende realizar con especialistas, pero no han recibido respuesta.
Gómez Suárez dijo que la próxima administración debe tomar en cuenta la viabilidad aeronáutica antes de adoptar cualquier decisión. “Están centrando la discusión en dos opciones: Santa Lucía o Texcoco. Es muy poco tiempo para llegar a un dictamen final. El asunto que compete a expertos en materia técnica profesional. Primero debe desahogarse desde el punto de vista aeronáutico.
Esta situación amerita una revisión exhaustiva que no permite hacerla en los tiempos que han establecido el presidente electo y su equipo. Un par de meses antes de llegar a la consulta ciudadana y a una conclusión es muy poco tiempo cuando se trata de un asunto que requiere de mayor estudio por ser tan complejo, porque ambos lugares tienen pros y contras.
Santa Lucía, explicó, no ofrece condiciones de seguridad para operar simultáneamente con el actual aeropuerto, porque invade los espacios aéreos, y Texcoco, entre otras cosas, puede representar costos de mantenimiento muy elevados debido a que las condiciones del subsuelo pueden ocasionar hundimientos en la infraestructura, como sucede en la actualidad en la Terminal 2.
El secretario general del Sinacta consideró que la consulta popular es importante para conocer la opinión pública; sin embargo, las autoridades deben ajustarse a los parámetros internacionales.
La Organización de Aviación Civil Internacional exige una serie de requisitos para que los aeródromos sean viables. Cumpliendo esto, los controladores hacemos nuestro trabajo: mantener la seguridad, el orden y la fluidez.
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