Salvatierra consideró que los fideicomisos no deben forzosamente desaparecer, pero que sí es importante que el gobierno que tomará protesta el próximo 1 de diciembre revise los actuales en los que hay ciertas observaciones o ciertos indicios de irregularidades.
“Hay que tomar en cuenta el fin por el cual se crearon y si además ese fin afecta de alguna manera la garantía de derechos o a grupos sociales. Eso es lo más importante, no son solo instrumentos financieros, al final afecta la calidad de vida de las personas para las cuales se crearon estos fideicomisos […] Los fideicomisos no son malos, sino que hay que utilizarlos adecuadamente y evitar que se abuse de ellos de manera discrecional. Existen algunos fideicomisos que tienen recursos ociosos que no se están ejerciendo y cuyos fines no se están cumpliendo, entonces tiene que haber un proceso de extinción que está en la ley”, comentó.
Liliana Ruiz agregó que revisar los fideicomisos actuales es una tarea que corresponde a la actual administración.
“Es revisarlos para mejorar la rendición de cuentas. En 2015, 36 por ciento del gasto en la inversión física se ejerció a través de fideicomisos públicos, mientras que en 2013 fue el 17 por ciento. Y cada vez se van más recursos a fideicomisos. Hacienda te reporta en cada Cuenta Pública que hay menos fideicomisos sin estructura, que va disminuyendo la cantidad de fideicomisos, pero el monto no”, dijo.
“Si no se cumple adecuadamente, no está dando buenos resultados, no está garantizando las razones por las cuales se creó. Sobre todo si son fideicomisos para garantizar servicios o derechos a grupos sociales”, concluyó Salvatierra.