El candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, equivocó su discurso en su toma de protesta oficial, y ofreció terminar con la impunidad, dejando en el aire más preguntas que respuestas.
Ante cientos de acarreados provenientes principalmente del Estado de México, José Antonio Meade Kuribreña, llegó a la sede del priismo nacional completamente fuera de contexto, sin el carisma ni la fuerza que requiere un aspirante presidencial.
La clase política del PRI, dejó completamente solo al candidato de Luis Videgaray Caso.
“Habrá un combate frontal y definitivo a la corrupción, ni un solo peso al margen de la ley, ningún privilegio más que el de ser mexicano”, señaló Meade ante una militancia que aún no cree ni en su candidato ni en su discurso.
Las palabras del ex secretario de Hacienda, fueron arrullo para los presentes.
“Apostamos por la experiencia y no por la ocurrencia; por el conocimiento y no por el enfrentamiento; por la preparación y no por la improvisación. Creemos en los programas y no los caprichos; en las instituciones y en la ley y no en las profecías. Creemos en el hambre de servicio, no en el hambre de poder”, añadió en clara referencia a Andrés Manuel López Obrador.
Ni siquiera el ataque al Peje tuvo sentido.
El domingo 3 de diciembre de 2017, podría ser recordado como una de las fechas más fatídicas para el priismo en general, ya que si las cosas no salen como las ha planeado Enrique Peña Nieto, entonces en un año, los tricolores estarán viendo como un partido opositor toma las riendas de Palacio Nacional y de Los Pinos.
La sombra de López Obrador, inundó la sede de Insurgentes Norte.
Meade, no tiene presencia ni arraigo.
Esto ya lo sabían Peña y Videgaray.
1 comentario:
Se va a poner bueno este 2018 con las elecciones, es muy interesante las propuestas de AMLO la verdad es que aún no sé por quién votar, pero investigaré, gracias por el artículo.
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