CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Más que señalar las fallas y pendientes en la administración de Miguel Ángel Mancera, los diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), excepto la bancada de Morena, hicieron de sus posicionamientos por el Quinto Informe una especie de alabanza a su gestión y hasta le desearon suerte en sus aspiraciones presidenciales.
Además, en el recinto de Donceles y Allende, los diputados que otrora se consideraban de oposición se dedicaron más a atacar a sus homólogos de Morena y a su líder nacional, Andrés Manuel López Obrador, así como a dar el espaldarazo a los representantes del Frente Democrático por México, los presidentes nacionales del PRD, Alejandra Barrales; del PAN, Ricardo Anaya; y del Movimiento Ciudadano, Dante Delgado.
Pasadas las 11 de la mañana, los posicionamientos de los partidos empezaron con el de Abril Trujillo, del Partido Encuentro Social (PES), quien dijo que la ciudad está en una “situación de gobernabilidad”, aunque tiene pendientes como dotar de agua potable a miles de capitalinos, tener transporte público suficiente y de calidad, reactivar la economía, generar empleos bien remunerados y con Seguro Social, dar alternativas educativas y de empleo a los jóvenes, así como acabar con la corrupción. Al final, le deseó “mucha suerte en las decisiones personales que tome”.
Por parte del PT, Nueva Alianza y el Partido Humanista, Juan Gabriel Corchado, aseguró que la Ciudad de México es “una urbe más incluyente, que garantiza la convivencia social y la pluralidad”. Y le recordó que el compromiso para el que fue electo “tiene una fecha y es necesario apretar en educación, seguridad, medio ambiente, agua, hasta el último minuto”.
La diputada Vania Ávila, del Movimiento Ciudadano, comentó que la capital “vive uno de sus momentos más complicados por corrupción, impunidad, violencia contra mujeres que sigue esperando una respuesta. Esto ha generado un evidente descontento social y un claro rechazo de la ciudadanía”. Llamó a gestionar más recursos al Fondo de Capitalidad y a redoblar los esfuerzos para la seguridad de los capitalinos.
Fernando Zárate, por el PVEM, destacó el combate a la pobreza y a los problemas de salud en la ciudad –en particular el “Médico en tu Casa”– y la inversión en materia de movilidad, pero al final se dirigió a Mancera Espinosa: “Está usted aprobado señor jefe de gobierno”.
Luego, enfocó sus baterías contra Morena al decir que en la Asamblea no cederán la libertad “por un dedito” de cara al 2018, en referencia a declaraciones características del líder nacional morenista, Andrés Manuel López Obrador.
Por el contrario, señaló la falta de responsabilidad de los legisladores de esa bancada por no querer integrar las comisiones y no dejar que la ciudad avance; puso como ejemplo al jefe delegacional en Tláhuac, Rigoberto Salgado, quien está bajo un proceso de destitución por sus presuntos nexos con líderes del narcomenudeo en la ciudad.
Los ánimos en el recinto comenzaban a calentarse cuando vino el turno del PRI, en voz de Israel Betanzos, quien destacó la creación de la Constitución de la Ciudad de México, pero aclaró que ésta fue “por iniciativa del presidente Peña Nieto”.
En un ejercicio de comparación, destacó avances en el sector salud, pero criticó los de Obras; halagó la labor de la Secretaría de Movilidad, pero rechazó las del Metro. Aprobó a la Secretaría de Educación, pero reprobó al Sistema de Aguas y a la Secretaría del Medio Ambiente. Sobre la Secretaría de Desarrollo Económico, dijo que “sigue proyectando ocurrencias”, mientras que dijo que a la titular de Desarrollo Rural (Rosa Icela Rodríguez) “le late su corazón de otra izquierda”.
El priista destacó la labor de la Policía y la Procuraduría General de Justicia capitalinas “que trabajan de la mano”, pero dijo que el “diálogo y el respeto a la libertad de expresión han sido asaltados, no garantizados”. Aun así, dijo a Mancera: “Cuente con el apoyo del PRI”.
En el turno del PAN, el diputado Luis Mendoza celebró los resultados del “nuevo modelo político” implementado por el jefe de gobierno, pero recordó que la ciudad vive una gran crisis de inseguridad y violencia y que, a pesar de los esfuerzos, falta mucho por hacer.
“Su gobierno pasará a la historia como democrático, cercano a los más necesitados”, le dijo y de paso, felicitó a los promotores del Frente Amplio por la ciudad y a nivel nacional. De nuevo vinieron los aplausos para Barrales, Anaya y Delgado.
Identificado como uno de los más serviles al gobierno de Mancera Espinosa, el diputado del PRD, Mauricio Toledo, destacó que éste “sabe respetar al Congreso” y no presiona a los presidentes de las comisiones “como lo hacía López Obrador” quien, según dijo, le marcaba por teléfono a Armando Quintero “para dictarle órdenes” cuando éste era coordinador de la bancada perredista.
Luego siguieron los halagos: “Gracias a Mancera dejamos de ser ciudadanos de segunda”. A Héctor Serrano, quien anunció que este lunes renunciará a la Semovi –y a quien el mismo Toledo le dice “padrino”–, le deseó “lo mejor para seguir cuidando a Mancera rumbo a la Presidencia de la República”.
Lo mismo que sus antecesores, terminó con el agradecimiento a Barrales, Anaya y Delgado “por ser la cabeza del frente para cambiar al país”.
Ya con una asamblea inquieta y a media chacota, el exdelegado de Coyoacán pidió un “minuto de silencio por las víctimas del terremoto de 8.2% (en vez de grados Richter)”, error que desató la risa entre los asistentes.
De paso, dijo que quizá en ese recinto “tenemos al próximo presidente de la República”, frase que desató aplausos y una sonrisa discreta de Mancera, quien sólo asintió.
“Mancera altera la realidad”
El último turno de los posicionamientos fue para Morena quien, en voz de su coordinador, César Cravioto, se le fue a la yugular al jefe de gobierno al decir que “prefirió seguir por un camino de corrupción” y que “altera la realidad capitalina sin sonrojarse”.
Sus críticas empezaron con el tema de inseguridad, al decir que todos los días son asesinadas tres personas en la ciudad, “pero todo es percepción, dice el jefe de gobierno”. En cambio, dijo, éste “evade el problema y hasta regala patrullas, como si aquí sobraran”, en relación a las patrullas que el mandatario local ha donado en Tabasco y Chihuahua.
El líder morenista aseguró que “proliferan los feminicidios –contó 128– y que aun así, el exprocurador local rechazó decretar la Alerta de Violencia de Género “para no afectar su imagen”. En ese momento se solidarizó con la marcha que se realizaba en el Zócalo capitalino en protesta por el feminicidio de la joven Mara Fernanda Castilla, en Puebla.
La siguiente crítica fue hacia las construcciones inmobiliarias con irregularidades –384, según el reporte ciudadano–, y dijo que en la ciudad se venden los espacios “como un botín” y por la “rapiña de políticos voraces”. De paso, reiteró el rechazo al Programa General de Desarrollo Urbano (PGDU).
Lo mismo hubo críticas a la tala de más de 20 mil árboles para hacer obras hidráulicas e inmobiliarias, así como los aumentos en el predial, las fotomultas, las compras con sobreprecio de camiones, las clausuras de comercios y hasta el “despilfarro” de millones de pesos de presupuesto.
César Cravioto preguntó si en algo ha ayudado a la ciudad tener un “jefe de gobierno convertido en viajero frecuente” y aseguró que éste “ha pisoteado la Constitución” al aprobar un sistema en el que se designe a un “fiscal-carnal” anticorrupción.
“¡Tláhuac!”, “¡Salgado!”, “¡Narco!, le gritaron entonces Mauricio Toledo y el presidente del PRD en la ciudad, Raúl Flores; mientras que Leonel Luna y Francis Pirín levantaban la mano y el micrófono exigiendo a la Mesa Directiva dar por terminado el discurso de Morena porque los 10 minutos reglamentarios se habían acabado.
Ignorando la voz de Jorge Romero quien le pedía terminar, Cravioto responsabilizó al gobierno de Mancera Espinosa por las “agresiones que puedan tener los morenistas” y de plano le dijo que si quiere irse a buscar una candidatura presidencial, “que pida licencia definitiva, no temporal” a su cargo.
El orden en el recinto se descompuso, los perredistas pedían cortar el discurso mientras que desde varios lados comenzaron los chiflidos y las bullas. Romero Herrera intervino de nuevo y el posicionamiento de Morena, que para entonces ya llevaba 15 minutos, no pudo ser concluido.
De inmediato, el panista ordenó un receso en el pleno y los diputados terminaron de romper el protocolo para estirar las piernas, levantarse al baño y regresar a aplaudir, de nuevo, el informe de su invitado especial, Miguel Ángel Mancera Espinosa.
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