Jaime Avilés, director de Polemón, semanario mensual que sale todos los días a veces, recibió ayer una visita privada de Andrés Manuel López Obrador en el Instituto Nacional de Cancerología, donde actualmente es tratado médicamente por un carcinoma de pulmón con metástasis en huesos y cerebro.
Aunque no trascendió el contenido de la charla privada entre el máximo dirigente opositor del país y el enfermo, ambos formularon votos para reunirse dentro de poco en el ámbito del trabajo fecundo y creador.
En las recientes semanas Avilés ha sido objeto de lo que describió como “abrumadoras manifestaciones de cariño por parte de sus colegas en La Jornada y otros medios, así como de sus lectores y amigos”.
Hasta la fecha, el periodista se ha sometido a dos cirugías -una de cerebelo para extirpar el tumor principal y una de vientre y nuca para evitar riesgos de hidrocefalia-. Al inicio de esta semana comenzó una serie de radiaciones que se enriquecerán más adelante con los efectos curativos de una ronda de quimioterapia.
“Me siento muy disminuido de salud pero muy agigantado por las declaraciones de amor que me han caído encima, cuando suponía haber hecho todo lo posible para no merecerlas. Hoy me veo obligado a saludarlas como una certeza de que hemos hecho las cosas bien y vamos por el camino correcto, quién sabe a dónde pero lejos, muy lejos, de este paisaje infernal que no se merecen nuestro país y nuestro pueblo”.
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