martes, 11 de julio de 2017

CDMX: la decisión trascendente .- Julio Hernández López

 Sheinbaum, predestinada
 Morena, Mancera, Monreal
 Suceder a AMLO

A
pesar de que ciertas regiones del país han experimentado recomposiciones partidistas y electorales importantes (lo cual debería disminuir el centralismo tradicional), las definiciones respecto de la sucesión en la Ciudad de México (cargadas de traiciones, revanchismo y cierres faccionarios de filas) tendrán un notable impacto en la definición de la marquesina presidencial de 2018 (y puntos conexos).
Un factor desencadenante será la manera como se procese la candidatura de Morena que buscará relevar a Miguel Ángel Mancera (MAM). Hay una abierta cargada en favor de la actual jefa delegacional en Tlalpan, Claudia Sheinbaum, lo cual es ampliamente indicativo, en los usos y costumbres del lopezobradorismo, de que la decisión superior ha sido tomada. El único opositor a esa designación en curso sería el jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, quien creía muy probable el ganar en una contienda interna o en una encuesta seria, pero no en el esquema del consenso, que desde ahora está orientado a favorecer a la académica Sheinbaum.
Monreal ha dicho varias veces que se sujetará a la decisión que se tome para la Ciudad de México y que sacrificaría su interés político en aras de que avance el proyecto mayor, el presidencial de AMLO. Pero el ex gobernador de Zacatecas también sabe que el ser relegado en esta fase puede ser el inicio de un aislamiento y devaluación en el ámbito del morenismo dominante.
En ese esquema, la eventual inconformidad de Monreal con la designación de Sheinbaum (envuelta esa designación en modos de un barroquismo tropical) ha sido seguida por directivos panistas y perredistas que consideran que el zacatecano sería una pieza única para enfrentar con expectativas de éxito a Morena en la capital del país.
Uno de los interesados en la eventual candidatura de Monreal por fuera de Morena es Miguel Ángel Mancera, quien ha asumido como declaración abierta de guerra el anuncio de que Marcelo Ebrard prepara su regreso a México, para incorporarse a la campaña de López Obrador (en ese contexto hay que leer las declaraciones de ayer de Mancera, quien encomió sus logros en materia de transparencia administrativa y aprovechó el viaje para criticar a quienes no tuvieron tal claridad. Así lo dijo: antes era frecuente, sino es que decir recurrente, que se pusieran candados para el acceso a la información, que se hicieran reservas de 10 o 12 años para conocer cómo se hacía la contratación, eso debe estar despejado de la práctica de buen gobierno.
Ha de recordarse que Mancera debe su cargo actual a un acuerdo entre Ebrard y López Obrador en 2012, pues Marcelo dejó la candidatura presidencial a AMLO a cambio de decidir su propia sucesión, en la que no pudo colocar a su favorito, Mario Delgado, pero terminó aceptando una carta común con AMLO, que fue Mancera. Aún así, Mancera terminó convertido en verdugo de Ebrard, en un abierto ataque mediático, administrativo y político (con el beneplácito y apoyo de Los Pinos) que ha llevado a éste a una especie de exilio de tres años, instalado en Francia y ahora en Estados Unidos.
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TENEMOS QUE JALAR PAREJO: PEÑA NIETO. Al encabezar la ceremonia de izamiento de banderas en la Plaza de la República, a propósito del 15 aniversario de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que en una sociedad democrática, como la nuestra, caracterizada por la pluralidad y diversidad, no hay lugar para imposiciones ni visiones únicas. Acompañado del presidente de la Conago, Miguel Ángel Mancera, agregó que en un país tan vasto y diverso como México los esfuerzos aislados resultan insuficientes; tenemos que jalar parejoFoto Cristina Rodríguez
Mancera desea, obviamente, tener una salida política y administrativa del gobierno capitalino que no sea tan traumática como la que él aplicó a Ebrard. Sabe que en una alianza PAN-PRD, como la que se ha planteado, él no sería el candidato presidencial, pero podría quedarse (la historia se repite) con la decisión respecto de la Ciudad de México. Él querría que Alejandra Barrales fuera la candidata a sucederlo, pero el escándalo del departamento de lujo en Miami de la ex dirigente de sobrecargos es un dato aniquilante para esas aspiraciones electorales. El PRD (más o menos bajo control de Mancera, para estos efectos) no tiene ninguna carta importante para jugar. El PAN tampoco, pues su figura hoy más relevante en la capital del país es la jefa delegacional en Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, quien parece más cercana a Morena que a su partido formal. En esta carencia de precandidatos viables, PRD y PAN han volteado a ver a Monreal, en espera de su reacción ante la cantada designación de Sheinbaum.
La eventual exclusión de Monreal, al menos en el tema de la candidatura en la CDMX, tiene relación con las expectativas sucesorias en Morena, sea que AMLO gane o no la Presidencia de la República. En 2012, antes de que fuera creado este partido, los dos personajes más notables, aparte de López Obrador, eran Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal. El caso de la línea 12 del Metro significó para Ebrard un golpe político del que podría recuperarse, por la vía de la campaña de AMLO, pero será muy difícil que vuelva a su nivel original. Monreal mantiene personalidad política propia y un abanico de relaciones con otros partidos y segmentos (lo cual es causa de la desconfianza de los morenistas del círculo principal), pero ahora deberá tomar una de las decisiones más difíciles de su nunca apacible carrera política: apechugar o construirse opciones.
A la fecha, la baraja de personajes relevantes de Morena (ante la eventualidad de decidir un relevo de fondo, no sólo el obligado que se dará cuando el tabasqueño deje la presidencia del comité nacional, para iniciar formalmente su campaña) cuenta con la mexiquense Delfina Gómez, los veracruzanos Cuitláhuac García y Rocío Nahle, el probable senador Martí Batres, la secretaria general del comité nacional, Yeidckol Polevnsky, y los hijos del propio dirigente nacional, quienes cumplen tareas importantes de organización electoral en el estado de México, en la Ciudad de México y en Tlaxcala (en este caso, con un probable cambio a Puebla).
Y, mientras el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, ha dicho que se investiga la posible complicidad de Karime Macías en los hechos delictivos realizados por su aún esposo, Javier Duarte de Ochoa, ¡hasta mañana, con el vicepresidente ejecutivo, Luis Videgaray, arrancando campaña en Estados Unidos para su grupo, que tendrá las claves (y beneficios) de la renegociación claudicante del TLC!
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