CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A tres semanas de que inicie la primera ronda de negociaciones del TLCAN, organizaciones agrupadas en la Comisión Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros (Conorp) exigieron la eliminación del capítulo VII que hace referencia al comercio agropecuario, a la par que denunciaron los padecimientos que viven en el campo.
En una marcha que partió del Ángel de la Independencia y que tuvo como destino las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación, al menos 300 campesinos de 23 estados de la República aseguraron que la eliminación del capítulo VII del TLCAN –sobre los aranceles aduaneros en la importación de productos alimentarios— perjudica al campo mexicano y es la causa de que cada vez haya más pobreza en el sector rural.
En entrevista para Apro durante el mitin, Juan Carlos Hernández Valentín, presidente de la Coalición Nacional Campesina y Urbana (CNCU) –una de las seis organizaciones agrupadas en la Conorp–, aseguró que, desde la firma del TLCAN en 1994, los únicos beneficiarios han sido ciertos sectores productivos del país, como los tequileros, cerveceros, aguacateros y los mezcaleros.
Hernández Valentín dijo que si bien estos productos son mexicanos, las empresas comercializadoras de estos alimentos no son nacionales.
“Son extranjeros, ellos se quedan con las ganancias, porque fungen como dealers, compran sus productos a los campesinos, y el pequeño productor, el que surte a esas grandes empresas, no ve ni un beneficio”, señaló.
También criticó que el gobierno federal no toma en cuenta a los campesinos en la firma de tratados comerciales, “ni para las mesas de trabajo del próximo 16 de agosto, ni cuando se firmó en 1994”; además, indicó que en las negociaciones no se vela por el interés del campo.
“Estas condiciones sólo aplican para la relación México-Estados Unidos. Canadá sí cuido su campo”, refirió.
Los manifestantes también demandaron que el gobierno federal implemente un plan nacional agropecuario que “sí funcione”, tras considerar que la política pública del campo “no ha dado resultados: importamos más de 43% de los alimentos”, reiteraron.
El presidente del CNCU recalcó que parte de estas políticas “fallidas” se reflejan en el retraso a los apoyos del campo.
Luego explicó que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y la Sagarpa, año tras año retienen los recursos destinados al campo.
“La entrega de recursos tardíos no sirve, porque no empata con el tiempo de cultivo. Tiene dos meses que empezaron a cultivar los campesinos y no han recibido su dinero. Parecen que es una estrategia que hacen con maña porque si no llegan a tiempo, cuando empieza la temporada de lluvia, los fertilizantes, las semillas (todo lo que se compra con los recursos), la producción merma y entonces nos vemos obligados como país a importar alimentos”, subrayó.
En su paso frente al Senado, los campesinos de la Federación de Pueblos Rurales (Fepur), Coalición Nacional Campesina y Urbana (CNCU), Central de Organizaciones Campesinas y Populares (Cocyp), Unión de Productores Agrícolas Xochiquetzal (UPAX), Sindicato de Trabajadores del Inca Rural (Stinca) y Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM) pidieron a los senadores que “escuchen sus demandas” y “recapaciten” en el encuentro próximo que mantendrán con las autoridades norteamericanas.
“Si quieren negociar, que nos pongan a la par de todos los productores”, exigieron.
Sin embargo, pese a sus demandas, los campesinos fueron recibidos con un muro metálico a las afueras de la Segob, pese a que confiaban entrevistarse con el subsecretario de Gobernación, René Juárez.
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