CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el segundo y último debate entre candidatos a gobernador del Estado de México, a 26 días de la elección, el priista Alfredo del Mazo alertó del caos, con devaluación del peso y pérdida de empleos, si triunfa la candidata de Morena, Delfina Gómez, quien proclamó que una “maestrita” demostrará que sí puede gobernar diferente.
“¡Delfina no está preparada para ser gobernadora!”, exclamó Del Mazo desde su primera intervención y luego afirmó que economistas en el mundo han advertido que habría devaluación del peso y pérdida de empleos si llega al cargo. “Para ser gobernador del Estado de México se requiere capacidad y experiencia”, enfatizó.
Hija de albañil y ama de casa, profesora de primaria, Gómez le respondió al priista que la razón de sus ataques es que va “súper requetebién” al frente de las encuestas y le lanzó dos preguntas: “Señor Del Mazo, ¿experiencia para qué? ¿Experiencia para robar?”.
Y acometió: “Estos políticos piensan que se tiene que tener el dinero o el linaje para poder gobernar. Piensan que una maestrita no lo puede hacer. Pero una maestrita, una mujer y una ciudadana les va a mostrar que se puede”.
Era el inicio de un debate de 90 minutos, en la sede del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), en el que no se produjeron las declinaciones de los candidatos de izquierda, Juan Zepeda y Óscar González, a las que urgió Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena y aspirante presidencial.
Tampoco se presentó la “sorpresa” que prometió la víspera la panista Josefina Vázquez Mota, salvo que haya sido la entrega de la estafeta a Del Mazo para restregarle a Delfina el presunto descuento de 10% del sueldo de personal del ayuntamiento de Texcoco cuando fue alcaldesa.
Vázquez Mota, colocada en algunas encuestas hasta en el cuarto sitio, depuso su golpeteo a Delfina y se concentró en Del Mazo, a quien acusó de proteger a narcotraficantes cuando fue alcalde de Huixquilucan –era un “narcoparaíso”– y de ser parte de la corrupción con empresas como OHL, la trasnacional española señalada de sobornar a políticos en España y México.
También lo acusó de haber aprobado “el gasolinazo” y, vehemente, pidió el voto de los indecisos por el PAN: “El voto nulo o en blanco es un voto por el PRI”, enfatizó.
Más que declinaciones, el perredista Zepeda afirmó que ha ido creciendo y que ya está por alcanzar a Delfina, por lo que, al final, la disputa por la gubernatura será entre él y Del Mazo: “Este tiro es entre tú y yo, Alfredo, y te lo voy a ganar”, fanfarroneó.
González, del Partido del Trabajo, tampoco habló de declinar y se proclamó como el auténtico candidato de la izquierda que representa un modelo, enfrentado al de todos los demás que son lo mismo.
Por su parte, la candidata independiente Teresa Castell –quien “no es tan independiente”, aclaró Zepeda– volvió a lanzarse contra todos los políticos, aunque se enfocó específicamente contra la candidata de Morena.
“Delfina, tú no eres diferente, eres parte de la mafia del poder”, le dijo y volvió a interrogarla sobre los descuentos que hizo a trabajadores de Texcoco cuando fue alcaldesa.
El mismo tema que el Partido Acción Nacional (PAN) y Vázquez Mota explotaron en el primer debate, lo abordó Del Mazo: Acusó a Delfina de haberle quitado 36 millones de pesos a los trabajadores para dárselo a su jefe político, Higinio Martínez, actual alcalde.
Delfina Gómez no respondió a ninguna de las imputaciones que le lanzaron sus adversarios y, a diferencia del primer debate, en el que se mostró vacilante y desarticulada, ahora se exhibió más confiada y elocuente.
Del Mazo, quien alertó que el enojo ciudadano puede convertirse en retroceso, no se salió del guión, como en el primer debate, mientras que Vázquez Mota volvió a tener un desempeño positivo para ella, y Zepeda se mostró sobrado.
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