“Estoy muy molesto con la entrevista que los conductores del programa Despierta de Televisa le hicieron ayer por la mañana a Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional de Morena.
¿Por qué? Porque se equivocaron de principio a fin, porque en lugar de aprovechar la oportunidad para dar nota y reposicionar a su empresa, confirmaron por qué tantas personas dudan de Las Estrellas”, señala en su columna de opinión el periodista Álvaro de la Cueva.
Como antecedente señala que Televisa necesitaba una gran entrevista con un personaje de oposición para enfatizar su vocación periodística después del anuncio de la cancelación de programas como La entrevista con Adela y Chapultepec 18.
Aduciendo que la razón es porque “más de un espectador no se traga el cuento de que las razones de esas cancelaciones fueron económicas. El tema editorial nunca deja de levantar sospechas. Hay que saber hacer las cosas”, escribe.
Álvaro de la Cueva, deja entrever que en cierta forma se usó la figura de Andrés Manuel López Obrador para “mandar un mensaje de pluralidad y libertad de expresión en estos tiempos tan extraños”.
Este miércoles López Obrador, se sentó a la mesa con Carlos Loret de Mola, Ana Francisca Vega y Enrique Campos Suárez. De la Cueva afirma sobre la entrevista al líder de la izquierda mexicana, que “más allá que las entrevistas en equipo son complicadísimas y que casi nunca sirven para algo más que el lucimiento de quienes las realizan, no hay manera de considerar aquello como una entrevista. Fue un linchamiento”.
“Don Andrés Manuel no fue a decir algo que nunca hubiera dicho, fue a que lo atacaran, a que lo trataran de meter en problemas con el INE, a que lo pusieran a prueba.
Loret, a ratos, está como con Kalimba, en una mezcla muy rara de soberbia, ironía y agresividad. Ana Francisca jamás buscó información. Todo el tiempo estuvo tratando de interrumpir al señor López Obrador mirándolo como de arriba abajo. Pero el más descarado de todos fue Enrique Campos Suárez. Siempre tuvo una sonrisa burlona hacia su invitado. Ni siquiera lo quería escuchar. Era como si el objetivo fuera proyectar desprecio” afirma.
El periodista señala que hicieron trampa, al cuestionar a Obrador sobre Fidel Castro, ya que buscaron la manera de que el “entrevistado” cometiera un error. “No es periodismo”, agrega.
“¡Qué fácil atacar la administración de Fidel Castro por su ausencia de libertad de expresión cuando en México hay tantos periodistas muertos, amenazados o sin micrófono en los medios tradicionales! ¿Por qué no se dice eso cuando se juega a la doble moral con Cuba? ¿Por qué se tiene que ser tan obvio a la hora de buscar el rating y el trending topic?” se cuestiona en la columna.
Y continúa preguntando ¿Qué caso tenía hacer una pausa cuando don Andrés Manuel dijo la palabra Face para evidenciar su mala pronunciación del inglés? ¿A poco en Despierta hacen lo mismo cuando Enrique Peña Nieto da discursos en inglés? ¿A poco ya se les olvidó que ahí, donde hoy se levanta el nuevo News Center de Televisa, se generó el escándalo del “juayderito”?
Asegura que el problema de las noticias en esa frecuencia no es que no inviten a la gente, es que cuando la invitan, no la tratan igual. “Quiero ver que el día de mañana, cuando vaya algún otro personaje que aspire a ser candidato presidencial en 2018, le hagan lo mismo, que le avienten esas miradas, que no lo dejen hablar por presentar notas tan trascendentales como la de El reto guacamole y que le dediquen sonrisas mala onda.
Y no, aquí no aplica la de ‘vamos a corregir’. Ya se trató mal a un invitado. Ahora, si se aspira a la equidad, se tiene que tratar mal a todos”.
Sin embargo Álvaro de la Cueva, señala “lo más admirable de ese encuentro”, puntualizando que fue “la agilidad mental, el manejo de las ideas y la perfecta congruencia emocional de cada una de las respuestas de Andrés Manuel López Obrador.
El señor jamás cometió un error, jamás se traicionó, jamás dejó de proyectar sinceridad y de manejar un vocabulario adecuado para sus audiencias”.
Añadiendo que “lo que parecía que iba a ser el principio de su fin, fue absolutamente todo lo contrario. Aquello fue un éxito, una cátedra de manejo de entrevista, una lección de comunicación política. Pero no dejo de estar molesto. Pienso que aquello pudo haber sido diferente, más equilibrado, mejor”.
Añadiendo que “lo que parecía que iba a ser el principio de su fin, fue absolutamente todo lo contrario. Aquello fue un éxito, una cátedra de manejo de entrevista, una lección de comunicación política. Pero no dejo de estar molesto. Pienso que aquello pudo haber sido diferente, más equilibrado, mejor”.
3 comentarios:
Mi voto por mi Peje, lo quisieron bailar y salieron balidados, no podia ser de otro modo,
Si, en efecto fué un linchamiento, y muy burdo por cierto, pero AMLO es tan inteligente que no terminó la "entrevista" sin antes poner en su lugar a televisa... chequen el minuto 16:30 donde aclara que "pena-nieto es el payaso de las cachetadas peeeero, se olvidan que fue inflado" (SIC)
Sin embargo, rapidamente Ana Francisca Vega interrumpe a AMLO para evitar siga evidenciando a televisa.
y se los dice a ellos, "fue inflado" en su cara, y no sé si sea mi percepción pero cómo que se hacen chiquitos, se ve. a lo mejor Loret por eso se enoja y se trata de burlar con la pronunciación de Face. Pero se ve peor, desesperado, fuera de control. Televisa y su habilidad para autosabotearse.
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