Homero Campa
“Por razones políticas y electorales” la dirección del diario El Universal se negó a publicar el reportaje sobre la masacre que la Policía Federal perpetró en Apatzingán el 6 de enero del año pasado, sostuvo Laura Castellanos al recibir este viernes 14 el Premio Nacional de Periodismo 2015.
Afirmó que “en el momento” en que la dirección de ese diario decidió no publicar su trabajo –que mereció el galardón en la categoría de Periodismo de Investigación–, El Universal “se convirtió de facto en cómplice de los perpetradores”.
De acuerdo con el material de Castellanos, el 6 de enero de 2015 decenas de policías federales irrumpieron en el centro de Apatzingán y abrieron fuego contra civiles, lo que causó la muerte de por lo menos 16 personas y heridas a muchas más.
Sin embargo, Alfredo Castillo, entonces comisionado federal de Seguridad en Michoacán, y quien acababa de ser nombrado director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), sostuvo que esas muertes fueron producto de un “fuego cruzado”.
Durante el discurso que pronunció tras recibir el premio, Castellanos dijo: “El reconocimiento a mi reportaje hace de este foro idóneo para contar por primera vez por qué fue difundido por tres medios de comunicación”: la revista Proceso, el portal Aristegui Noticias y la cadena estadunidense Univisión, que lo publicaron de manera simultánea el 19 de abril de 2015.
“Soy periodista independiente. Durante tres años y medio realicé reportajes especiales para el periódico El Universal. Debo decir que originalmente la investigación periodística sobre la matanza de Apatzingán me la asignó Francisco Santiago, el director de El Universal, a cinco días de los acontecimientos.
“No obstante la gravedad de los hechos, en los que las víctimas señalaron como responsable intelectual a Alfredo Castillo, entonces comisionado federal de Seguridad en Michoacán, amigo cercano del presidente Enrique Peña Nieto, el director del periódico, Francisco Santiago, decidió no publicar mi reportaje.”
En presencia del propio Francisco Santiago, quien acudió a la premiación como representante de El Universal, Castellanos explicó que esa fue la razón por la que acudió a los tres medios de comunicación que finalmente difundieron su investigación, la cual, dijo, “ejemplifica nuestra responsabilidad en la tarea de informar”.
Recordó: “Una reportera con una investigación no publicada buscó el apoyo de una periodista (Carmen Aristegui) despedida de una empresa (MVS), luego de revelar la investigación sobre la Casa Blanca. A su vez buscó el apoyo de una revista caracterizada por su línea crítica, como lo es Proceso. A este esfuerzo sumamos la difusión del reportaje en la cadena Univisión. Lo anterior permitió que los mexicanos, dentro y fuera del país, conocieran cómo actuaron las fuerzas del Estado mexicano en Apatzingán el Día de Reyes de 2015”.
Afirmó que como reportera obtuvo información que indica que primero Castillo, y luego Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, “tuvieron encuentros con directivos de otras empresas periodísticas para difundir la versión oficial de que en Apatzingán aconteció un ‘fuego cruzado’ entre civiles armados. Algunos de estos encuentros quedaron reflejados en notas de dichos medios”.
Consideró “muy grave haber tenido que acudir a dos medios críticos y a un medio internacional para dar a conocer una historia que denuncia la impunidad y la corrupción en torno al caso de la masacre de Apatzingán”.
Añadió: “El Universal está cumpliendo 100 años. En el diario hay editores y reporteros profesionales. Pero al día de hoy desconozco la trama política, electoral o económica que llevó a la familia Ealy, al director Francisco Santiago y al subdirector David Aponte a no publicar mi reportaje”.
Castellanos consideró que su reportaje “reivindica la dimensión humana del periodismo, de ir al lugar de los hechos y recoger un coro de voces en directo, externadas en distintos lugares, bajo acoso de convoyes de policías federales y militares.
“Pero la investigación que hoy es distinguida consigna hechos que no son excepcionales. La masacre de Apatzingán nos muestra la actuación sistemática de las fuerzas federales del país. Su aumento de letalidad.”
De la masacre de Apatzingán quedaron registros en audios, fotografías, videos y documentos, pero “¿cuántas otras ejecuciones extrajudiciales no hemos cubierto porque las desconocemos o porque no hubo sobrevivientes?”, preguntó.
Y cerró: “En México tenemos un grave problema de falta de información porque hay regiones en el país a las que ya no podemos acceder”.
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