A la sombra de los conservadores se asomaron los"neonazis"

Arturo Sánchez J. y Carolina Gómez M.

 

Periódico La Jornada
Domingo 25 de septiembre de 2016, p. 2

Cuando ayer finalizaba el mitin de la Marcha Nacional por la Familia un grupo neonazi hizo su aparición. Una veintena de jóvenes y adultos se acercarcaron –seguidos por policías– al templete donde los dirigentes Frente Nacional por la Familia (FNF) emitían sus discuros. Vestían camisetas con imágenes de Adolfo Hitler y lemas como Patria y familia. Levantaron el brazo derecho y cantaron un himno por la familia y la selección natural. Permanecieron unos minutos sin mezclarse con los manifestantes y se retiraron.

En otros momentos de la movilización se encontraron los que piensan diferente. Con pancartas que llamaban al diálogo y contra el odio, activistas pro diversidad sexual se manifiestaron pacíficamente en Paseo de la Reforma a la altura de Chapultepec, mientras el contingente del FNF marchaba hacia el Ángel de la Independencia.

Saúl, uno de los contramanifestantes, expresó que mucha de la gente que marchaba movida por la desinformación y entabló una breve plática con unamadre de familia quien le dejó en claro –en buenos términos– que su condición de homosexual no es normal.

Mientras, policías capitalinos impidieron a Rodrigo, de 30 años, y Gerardo, de 22, avanzar sobre Reforma. Ambos portaban banderas con los colores del arcoíris, símbolo de la comunidad LGBTTTI, y caminaban hacia el Ángel, en paralelo a los manifestantes de la Marcha Nacional de la Familia, opositora a los bodas igualitarias.

No me dejan pasar. Yo también estoy marchando por las familias, por las familias diversas, dijo Rodrigo a este diario.

¡Pinches jotos!, La ley del hombre no está por encima de la ley de Dios, ¡Sáquense, putitos!, les gritaron algunos de los manifestantes de la conservadora marcha en favor de la familia tradicional (hijos, mamá y papá).

Gerardo pidió a los policías que consignaran ante un juez cívico a los manifestantes que les gritaban insultos, pero los uniformados se limitaron a impedir que él y Rodrigo avanzaran. Ellos insultan y agreden, pero el malo soy yo, dijo el joven.

Sobre su actuación, algunos policías dijeron que sólo les pedían a los jóvenes retirarse del lugar por su propia seguridad.