CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Mientras el presidente Enrique Peña Nieto está de visita oficial en Canadá –donde exhibió en las redes sociales sus buenas relaciones con Justin Trudeau, el carismático Primer Ministro de ese país–, la organización académica y periodística OpenCanada destacó que “existe un tema que persigue Peña Nieto en su casa, y que sin duda cuestiona la efectividad de su gobierno: la corrupción”.
En un amplio artículo, titulado “Corrupción en México: el elefante en la mesa de América del Norte”, OpenCanada recordó cómo el cansancio de la corrupción convirtió a Peña Nieto en “el presidente mexicano más impopular en los últimos 20 años” y empujó al electorado a castigar al PRI en los comicios más recientes. “Parece que la sociedad mexicana perdió paciencia respecto a la corrupción”, sentenció.
El texto explicó a los lectores canadienses que el PRI que regresó a la Presidencia en 2012 “nunca se presentó como reformado o arrepentido” por su dominio de la política mexicana durante 71 años. Es más: precisó que ese PRI vino del Estado de México –que gobernó Peña Nieto del 2005 al 2011–, una entidad que “desarrolló una cultura política donde los intereses económicos se mezclan con los políticos”.
La organización recordó que Peña Nieto describió la corrupción como un fenómeno “cultural” en México, mientras que sus “propias acciones causaron controversias”.
Ejemplos de ello fueron las compras de las lujosas casas de Peña Nieto, Angélica Rivera y Luis Videgaray al empresario y contratista Juan Armando Hinojosa Cantú, entre ellas la “extravagante ‘Casa Blanca’”, subrayó OpenCanada.
A raíz de las investigaciones periodísticas que revelaron estos supuestos conflictos de intereses, “Peña Nieto apuntó a un amigo de Videgaray a la Secretaría de la Función Pública (SFP) y le encargó la investigación”, en referencia al nombramiento de Virgilio Andrade.
“No sorprendió a nadie que el funcionario no encontró ninguna irregularidad”, subrayó el artículo y añadió que “los periodistas quienes investigaron sobre la primera dama perdieron sus trabajos”.
También explicó a sus lectores canadienses las batallas que libraron más de 634 mil ciudadanos, legisladores y empresarios sobre la llamada iniciativa “#3de3”. Señaló que Peña Nieto opuso su veto a la cláusula que obligaba a los empresarios contratistas del gobierno a transparentar sus declaraciones, lo que “fue visto por algunos como un presidente débil, inclinado hacia los intereses de negocios”.
El artículo señaló que, si bien el PRI perdió la gubernatura de siete estados en las últimas elecciones –incluso Veracruz, Quintana Roo, Tamaulipas y Durango, donde “los gobernadores fueron acusados de violaciones a los derechos humanos crasas, mal manejo y corrupción”, según OpenCanada–, la corrupción “cruza las líneas partidarias” y alcanza los demás partidos, entre ellos el PAN.
Durante su estancia en Canadá, donde arribó el pasado domingo, Peña Nieto multiplicó las apariciones en público, ya sea en brindis, en conferencias o incluso corriendo con Trudeau.
Hoy se reunió con su contraparte canadiense y Barack Obama, el presidente de Estados Unidos, para la Cumbre de Líderes de América del Norte.
El pasado 23 de junio, un grupo de activistas mexicanas, respaldadas por Amnistía Internacional, urgieron a Trudeau confrontar el presidente mexicano sobre la crisis de derechos humanos en el país y a “no creer lo que dice Peña Nieto”.
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