sábado, 30 de abril de 2016



Al anunciar su salida como sacerdote de La Ruana,José Luis Segura reprochó al ex Comisionado Federal para la Seguridad, Alfredo Castillo, haber legitimado a grupos vinculados con el cártel de Los Caballeros Templarios.
En un texto difundido en su cuenta de Facebook, retomado por el diario Reforma este sábado, dijo que la situación se empezó a descomponer tras la muerte del autodefensa Rafael Sánchez,en marzo de 2014.
El cuerpo de Sánchez fue localizado junto al de su colaborador José Luis Torres, amboscompletamente calcinados en la caja posterior de una camioneta.
“Después de la muerte de Rafael Sánchez y José Luis Torres, el pueblo se pervirtió; el comisionado Castillo quiso desaparecer a Hipólito Mora y sus autodefensas”, señaló.
“Desde ese momento tuve que enfrentar al ‘Americano’ y a sus secuaces aquí en La Ruana, el tal ‘Monín’, el ‘8 Valencia”, ‘La Mami’ y demás delincuentes, quienes fueron autorizados por Castillo como los legítimos representantes de la ley en La Ruana”.
El señor obispo me cambió de parroquia y yo le obedezco de muy buen gusto. Mi presencia en La Ruana ya no tiene sentido, la gente se ha adaptado totalmente a los modos de los criminales, ya nada les molesta, los criminales destruyen al pueblo con la fabricación de drogas, los jóvenes las consumen y se echan a perder, los criminales han contaminado los campos, las aguas y la tierra con los residuos venenosos de su producción de drogas, y a nadie le importa.
“¿Qué sentido tiene estar en un pueblo que por dinero, tortillas a 12 pesos, cobardía o dejadez se ha puesto de rodillas ante los criminales?

A continuación, los textos de José Luis Segura, en su cuenta de Facebook:
Como saben, llegue a La Ruana sin ruido, y sin ruido me quiero ir.
No culpen a nadie de mi salida, fue una cosa convenida con el señor obispo Don Cristóbal desde que vino la primera vez, y estuve y estoy totalmente de acuerdo. Nadie fue a quejarse con este obispo, lo sé de cierto.
Tampoco me voy ahorita, todavía estaré unas semanas, sólo que me pareció prudente decirlo yo, porque ya se iba sabiendo y aquí la gente es muy inclinada a dar interpretaciones muy descabelladas, falsas e inventivas.
Sólo en una cosa me voy inconforme, en que el pueblo de La Ruana como que se avergüenza de haberse levantado en armas contra Los Templarios y de haberles ganado. Ojalá que nunca se les olvide que una acción así nunca se ha dado, mas que aquí. Y creo que nunca se repetirá.
Que la gente de bien no se deje manipular por los criminales actuales, que al cabo poco les queda, ya viene Alguien que de verdad es poderoso y que los va a borrar del mapa.
El Señor Obispo me manda a la Presa del Rosario, y quienes de verdad me estimen dejen al obispo en paz, él es una persona muy buena, prudente y que representa a Cristo entre nosotros.
Hay que recordar que vine cuando La Ruana se acababa de levantar en armas contra los Caballeros Templarios, y creo que en el año que duró el asedio, la lucha y la victoria del pueblo sobre los criminales, a pesar de los peligros y las dificultades durante ese tiempo estuve muy contento.
Después de la muerte de Rafael Sánchez y José Luis Torres, el pueblo se pervirtió, el comisionado Castillo quiso desaparecer a Hipólito Mora y sus autodefensas. Desde ese momento tuve que enfrentar al Americano y a sus secuaces aquí en La Ruana, el tal Monín, el 8 Valencia, la Mami y demás delincuentes, quienes fueron autorizados por Castillo como los legítimos representantes de la ley en la Ruana.
No me gustó lo de la regularización de las autodefensas como fuerzas policíacas rurales y ciudadanas. Me pareció una traición al movimiento insurgente y una aceptación de que se hiciera una revoltura entre autodefensas legítimos y los infiltrados por los criminales, como el H3, los Viagras, los Álvarez y demás grupos delincuenciales hijitos de los Caballeros Templarios.
El señor obispo me cambió de parroquia y yo le obedezco de muy buen gusto. Mi presencia en La Ruana ya no tiene sentido, la gente se ha adaptado totalmente a los modos de los criminales, ya nada les molesta, los criminales destruyen al pueblo con la fabricación de drogas, los jóvenes las consumen y se echan a perder, los criminales han contaminado los campos, las aguas y la tierra con los residuos venenosos de su producción de drogas, y a nadie le importa.
¿Qué sentido tiene estar en un pueblo que por dinero, tortillas a 12 pesos, cobardía o dejadez se ha puesto de rodillas ante los criminales?
Las obras emprendidas a favor de La Ruana ahí se quedan: la capilla a La Virgen de Guadalupe donde estuvo la estatua del Chayo, los comedores, el asilo en construcción, el dispensario médico y de ropa, el terreno para la capilla a la salida de Punta de Agua y los signos religiosos que recuerdan la matanza del 16 de diciembre del año 2014 a la entrada del pueblo por El Crucero de La Ruana.
Qué bueno que me recuerdan la biblioteca, ya se está instalando en el kiosco del jardín, se inaugurará el 10 de mayo a las 6 de la tarde; llevará por nombre: BIBLIOTECA PÚBLICA DE FELIPE CARRILLO PUERTO, MICH., MAESTROS SANTOS AMBRIZ Y JUAN CORONA.
Todos los libros que quieran donar son bienvenidos.

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