jueves, 17 de marzo de 2016

A un año de San Quintín Julio Hernández López

Astillero
 Las contingencias de Mancera
 No pasa la verificación ciudadana
 ¿Sí circulará en 2018?
 A un año de San Quintín
Julio Hernández López
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CÁMARA SEMIVACÍA. Ayer en la Cámara de Diputados se analizaron temas trascendentales, entre ellos la necesidad de vincular la educación pública con los avances científicos y tecnológicos. Igualmente se discutió la urgencia de modernizar el programa de verificación vehicular para evitar los altos índices de contaminación. Otra de las actividades fue la presentación ante el pleno de 34 iniciativas de reformas a distintos ordenamientos. Todos estos temas fueron expuestos ante un foro casi vacío, pues muy pocos de los 500 legisladores se encontraban en sus curulesFoto Francisco Olvera
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iguel Ángel Mancera no está pasando la verificación ciudadana en la capital del país y está poniendo en riesgo la adquisición del engomado sin colores partidistas (independiente, aunque a fin de cuentas llevaría el negro y amarillo del sol azteca) con el que pretende circular electoralmente en 2018.
Las contingencias políticas del miembro de la familia que fundó Los bisquets de Obregón se han agravado en fechas recientes frente a proyectos o imprevistos que le han hecho ver como un funcionario vacilante, confuso y con una limitada capacidad de reacción oportuna y positiva frente a los problemas. Esas características se han manifestado (por dar ejemplos recientes) en la aprobación original de planes polémicos como la construcción de un pasaje comercial en la avenida Chapultepec o la instalación de una rueda de la fortuna en el Bosque de Chapultepec. Frente a las protestas ciudadanas, Mancera ha reculado de manera poco convincente, doblado por las quejas y evidencias pero sin castigar ni suprimir los apetitos voraces que desvirtúan el ejercicio del gobierno capitalino, dejando la impresión de que en los gabinetes de trabajo se piensa más en función de negocios, intereses, grupos e incluso elecciones venideras que en razón de las legítimas aspiraciones de una ciudad como es la de México.
Luego del episodio difícil de los fuertes vientos que derribaron árboles, anuncios y mobiliario urbano, el jefe de Gobierno, al que algunas revistasdel corazón llaman El soltero de oro, se ha topado con lo contrario de aquellos cielos limpiados a fuerza del rudo soplar de la naturaleza. Por primera vez en 14 años se ha declarado la contingencia ambientalen lo que sigue siendo el Distrito Federal (como sede de los poderes federales) y parte del estado de México. Una población afectada por enfermedades respiratorias, entre ellas la influenza, ha entrado a la espiral nefasta de la elevación de los riesgos de salud derivados de la excesiva producción de humos tóxicos provenientes, principalmente, de la desproporcionada planta vehicular y de las emisiones industriales.
La aceptación de que la calidad del aire metropolitano es muy mala ha llevado a enfrentamientos entre el gobierno mexiquense, a cargo del también aspirante presidencial Eruviel Ávila y el de la capital del país, donde Mancera está al frente pero las decisiones políticas pasan por el escritorio de Héctor Serrano, el secretario de Gobierno al que la derrota perredista ante la creciente Morena movió irónicamente hacia la secretaría de Movilidad. Las acusaciones mutuas, descalificaciones (las relacionadas con la Comisión Ambiental de la Megalópolis, la Came) y decisiones retadoras (Toluca decidió suprimir tiraderos de basura utilizados por la Ciudad de México), más el ambiente social que demanda soluciones, han sido aprovechados por Enrique Peña Nieto para aparecer en el centro como un demandante de nuevas políticas ambientales, centrando el esfuerzo de posicionamiento en su verde secretario del Medio Ambiente, Rafael Pacchiano, quien promoverá la adecuación del Hoy no circula en otras partes del país, vinculándolo con el proceso de verificación vehicular (más recaudación y más corrupción).
Por cierto, el titular de Semarnat presumió en Twitter el poner sugranito de arena contra la contaminación al usar durante la contingencia ambiental taxis que funcionan con electricidad, mientras las estaciones de Metro eran abarrotadas por usuarios que a los problemas habituales de ese servicio agregaron la sobrecarga proveniente de las limitaciones extraordinarias a la circulación de cierta franja de vehículos (ayer, los de engomado rojo) y al ingreso gratis a Metro, tranvía, Metrobús y Mexibús. Y, hablando de restricciones, menudo enredo provocó el gobierno capitalino con sus informaciones incluso contradictorias sobre el tipo de vehículos que no circularían, llegando al extremo de que se perdonó a quienes no respetaron las prohibiciones, dejando todo en una amonestación y la invitación a que los automóviles infractores fueran devueltos a sus estacionamientos.
El caos urbano es una herencia de las administraciones de la capital del país, tanto priístas como perredistas. La Ciudad de México se ha convertido en un amasijo de corrupción institucionalizada (los centros de verificación vehicular son ejemplo sabido, evidente, al que se añade el sistema tan impugnado de fotomultas), de simulación (el nuevo reglamento de tráfico que establece límites de velocidad que multiplican la contaminación) y lucha diaria de sus habitantes para sobrellevar la falta de verdaderos gobiernos. Convertidos en plataformas operativas y presupuestales para campañas electorales, los gobiernos delegacionales y central han tolerado o promovido la instauración de la corrupción como política necesaria. No es culpa solamente de Mancera, pero con él los niveles del conflicto han llegado a niveles muy altos, de auténtica contingencia política y social.
Hoy, a partir de las cinco de la tarde se realizará un foro en Paseo de la Reforma con Río Neva, frente a las oficinas de la Procuraduría General de la República en la Ciudad de México, en solidaridad con los detenidos, desaparecidos, presos y procesados políticos que hay en el país y que simbólicamente se agrupan en el número 43. En éste, que será uno de los 43 foros por 43, la solidaridad se extenderá a los jornaleros de San Quintín, cuyas demandas han sido larga y tramposamente desatendidas por las autoridades federales y de Baja California, mismas que sostienen abierto apoyo a los grupos empresariales que han impuesto en aquella región un sistema de explotación laboral que generó fuertes protestas el año pasado. Para hablar de San Quintín y del proceso de organización y lucha que allá se ha dado, a un año del estallido de la huelga de esos trabajadores agrícolas, estará el autor de estas líneas a partir de las ocho de la noche en la esquina antes mencionada. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero

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