Por: Jorge Gómez Naredo (@jgnaredo)
30 de diciembre de 2015. Cuando era adolescente, el dólar valía alrededor de 3 mil 600 pesos. Fue en esa época que Carlos Salinas de Gortari, para ocultar en parte lo mucho que estaba devaluada nuestra moneda, decidió quitarle tres ceros. El dólar, de un día para otro, ya no costaba 3 mil 600 pesos, sino que ahora valía 3.6 pesos. Un mago ese Carlos Salinas de Gortari.
Yo en esa época no sabía de economía nada. E incluso hoy, sigo sin saberlo. Pero tengo recuerdos. Si algo costaba 5 dólares, quería decir que eso costaba 15 pesos. Cien dólares eran 300 pesos. Mil dólares, tres mil pesos.
Yo no conocía Estados Unidos y jamás pensé en “juntar” dólares para ir a allá. Mi economía, o más bien, la economía de mi familia, hacía eso difícil.
En esa época de los noventa, el dólar pasó de tres pesos a siete. La devaluación se hizo una palabra tan común que todos hoy la conocen y todas la usan como si fueran economistas. “Se devalúa el peso”. “El peso se devaluó”. “Gran devaluación”. “Se sigue devaluando el peso…”
Con el triunfo de Vicente Fox, muchos pensaron que íbamos a estar mejor. El PRI, el amo y señor de las grandes devaluaciones, se había ido, y ahora llegaban a gobernar los que sí sabían de economía. Era el 2000 y el dólar no llegaba a los diez pesos.
Pero pronto supimos que las devaluaciones no eran privativas del PRI, y que los del PAN, sabían también cómo producirlas.
El peso comenzó a perder valor. Primero pasó a diez pesos por dólar. Y después a once pesos. Bajaba y subía. Lo que sucedía era que los altos precios en el petróleo impedían que el peso no se devaluara. Eso sí, esos millones y millones de dólares que entraron al país durante la gestión de Fox no repercutieron en la mejora de la economía mexicana. Es decir, Fox fue un canalla, un inepto y un ladrón. Y lo sigue siendo.
Cuando Felipe Calderón tomó el poder por la vía institucional del fraude electoral, el dólar valía entre diez y once pesos. Cuando Calderón salió de la presidencia, con un montón de sangre y guerra por todos lados, el dólar costaba entre trece y catorce pesos, aunque hubo un momento en que llegó a más de quince.
Los tecnócratas del PRI y el PAN decidieron que el sucesor de Felipe Calderón fuera un joven muy bien peinado que sabía nada prácticamente de todo. Su nombre: Enrique Peña Nieto. Y las devaluaciones continuaron.
Hoy, el dólar vale casi 18 pesos. Es decir, de 1994 a esta fecha, el precio del dólar pasó de tres pesos (ya sin ceros) a 17.5. Es decir, antes, para comprar cien dólares, se precisaban trescientos pesos. Hoy, se necesitan mil setecientos pesos.
Lo peor es que, hay quienes dicen y defienden y “argumentan” que, en estos últimos cuatro sexenios, hemos gozado de “estabilidad”.
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