domingo, 24 de enero de 2016

El neoliberalismo extendió la pobreza por decreto en México

Arrasó las instituciones creadas para proteger el empleo, afirma Porfirio Muñoz Ledo
Con la constitución que emanará de la asamblea constituyente se tendrá la oportunidad de retomar el rumbo, enfatiza
Recibe un homenaje por su labor a favor de los trabajadores
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El coordinador de la Unidad para la Reforma Política del DF, Porfirio Muñoz Ledo, resaltó que se tuvo el sueño de fincar en México un Estado de bienestar justo, pacífico y productivoFoto Carlos Cisneros
Ángel Bolaños Sánchez y Gabriela Romero Sánchez
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de enero de 2016, p. 25
Porfirio Muñoz Ledo, coordinador de la Unidad para la Reforma Política del Distrito Federal, señaló que los tiempos neoliberales arrasaron prácticamente con las instituciones que creamos para proteger el empleo y el salario. Definió a ese hecho comola extensión de la pobreza por decreto gubernamental.
Afirmó que en la constitución de la ciudad de México se tendrá la posibilidad de fijar nuevas normas para las relaciones de trabajo y la política salarial.
Hago votos porque de aquí surja un impulso definitorio para esa vital encomienda en que le va la prosperidad a la nación, apuntó durante el homenaje que le rindió la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) bajo el título Una vida de compromiso con ls trabajadores y con el mundo del trabajo, que contó con la presencia del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa.
Trabajo a favor del empleo
Muñoz Ledo hizo un recuento de la tarea que le correspondió cumplir al frente de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), de 1972 a 1975, periodo en el que se concretó la creación del Infonavit, se dotó de autonomía a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo y se crearon instancias como el Instituto Nacional de Estudios del Trabajo y el Centro Nacional de Informática y Estadística para el Trabajo.
Refirió que la masa salarial llegó a representar 33 por ciento del producto interno bruto (PIB) y la diferencia del mínimo con el de Estados Unidos era de cinco a uno.
Hoy, sin embargo, la remuneración de los trabajadores es apenas 18 por ciento del PIB, los salarios se han deteriorado 65 por ciento y el mínimo más de 80 por ciento, y la comparación es de aproximadamente 20 a uno con su par de Estados Unidos.
Estas cifras dan cuenta de la pobreza y de la extensión de la pobreza por decreto gubernamentalque han propiciado además la salida de más de 12 millones de mexicanos del territorio nacional.
“Tuvimos un sueño, de fincar en México un Estado de bienestar, justo, pacífico y productivo, congruente con el programa del Partido Liberal de 1906 de Ricardo Flores Magón y con postulados fundamentales de la Constitución de 1917, ahora olvidados y hasta pisoteados.
Los tiempos neoliberales arrasaron prácticamente todas las instituciones que creamos entonces y que fueron impíamente clausuradas, reprochó.
Equiparó esto al terremoto de 1985, cuyos efectos derribaron los edificios de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que se encontraban precisamente donde ahora está la Junta Local y la plaza Adolfo López Mateos.
Un derrumbe simbólico que llevó a la catástrofe la política laboral y social emprendida. Son muchos los esfuerzos, las estrategias y las instituciones que habría que construir para devolver al trabajo en México su dignidad y su función creadora.
De allí que el observar en la constitución que habrá de emanar de la asamblea constituyente de la ciudad de México se observa la oportunidad de retomar el rumbo.
El acto, en el salón Artículo 123 del edifico anexo de la JLCA, convocó además a diversas personalidades, entre ellas a Ifigenia Martínez, actual integrante de la Unidad para la Reforma Política; al ex rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente; el político priísta Emilio Chuayffet Chemor, el ex secretario del Trabajo y Fomento al Empleo Benito Mirón Lince, y el diputado federal Jesús Valencia Guzmán, entre otros.
Quienes participaron en el homenaje coincidieron en definirlo como un hombre de Estado. El investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Óscar Ricardo Valero, recordó que alguna vez alguien le dijo que Muñoz Ledo es a la política lo que Octavio Paz es al arte y a la cultura.
La presidenta de la JLCA, Margarita Darlene Rojas Olvera, concedió al homenajeado el mérito de haber puesto fin al día del presidenteen los informes ante el Congreso con su interpelación a Miguel de la Madrid.
El mandatario capitalino refrendó a Muñoz Ledo su compromiso de seguir luchando por la recuperación del salario mínimo, la constitución de la ciudad de México y muchas otras causas que seguiremos abrazando.
Mancera reconoció en Muñoz Ledo el mérito de alcanzar la meta de lograr la reforma política de la ciudad de México, que le propuso en 2012.
“Recuerdo sus palabras; me dijo: ‘No está fácil, no está fácil’. En el acento notaba yo que no era un camino liso, sino con muchos obstáculos, pero él se dio a la tarea de conformar un equipo de voces autorizadas, de integrar las líneas para el cabildeo y emprendió un diálogo abierto con todas las fuerzas políticas, porque si algo tiene esta reforma constitucional –enfatizó el titular del Ejecutivo local– es que se ha hablado con todos y que incluyó la opinión de muchas voces”.
Antes, Muñoz Ledo hizo también un reconocimiento al Ejecutivo local, al que agradeció su interés y activa promoción por elevar las percepciones en el país y que logró con su iniciativa la desvinculación del salario mínimo de multas, contribuciones y otros conceptos de pago, levantando así los pretextos que se oponían para su cabal recuperación.
Mancera, con el fin de mostrar el nivel de dedicación y compromiso de Muñoz Ledo, recordó que al encabezar un acto en el edificio de gobierno,días antes teníamos la triste noticia de que Porfirio había tenido un problema de salud delicado, y al pronunciar mi discurso de repente vi, como si fuera una revelación, a un hombre con oxígeno, acompañado de un enfermero, llegar a las oficinas de gobierno. Era él, que venía a cumplir con su trabajo y que no escatimaba el tiempo; era Porfirio Muñoz Ledo.

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